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Cuando la comunidad esclava americana fue brutalmente arrancada de su África natal por los comerciantes europeos y americanos, su cultura sufrió un fuerte choque fruto del cambio de ambiente, de la mezcla de su cultura tribal con el cristianismo supersticioso de la época y de sus terribles condiciones de vida. El resultado fue una amalgama de culto a la muerte, religión mágica y secta satánica: El vudú. Shadow Man es un título que emplea como ambientación, escenario y trama los más tenebrosos pantanos y entornos del culto centenario. Mike LeRoy es un hombre marcado por la tragedia que ha sido arrancado de las garras de la muerte por Nettie, una poderosa (y curvilínea) sacerdotisa vudú. El método empleado por Nettie no puede ser más expeditivo, ya que para salvar la vida de Mike ésta implantó en su pecho, cosida a las costillas, una máscara ritual con el poder de los Shadow Men. El resultado no sólo fue salvar la vida de Mike, sino que ahora éste tiene la capacidad de viajar al reino de las sombras, la Zona Muerta, donde se convierte en una poderosa criatura inmortal conocida como Shadow Man. Además, la máscara convierte a Mike en un servidor de Nettie, la cual está teniendo unas oscuras premoniciones sobre un fin del mundo cuyos heraldos serían un siniestro personaje denominado 'Legión' y cinco de los más sangrientos asesinos en serie que el mundo ha conocido. Id preparando los guantes de cirujano, que va a haber casquería.
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Shadow Man nos presenta la misión de Mike desde una perspectiva a la Tomb Raider, con una mecánica de juego similar a éste pero un enfoque diferente. Si en Tomb Raider la clave son los puzzles y la habilidad, con la exploración y el combate algo más en segundo plano, en Shadow Man el combate y la exploración cobran una fundamental importancia. Es, pues, una aventura/arcade en 3D con perspectiva en tercera persona y un exuberante despliegue técnico. Un juego arduo por lo largo y retorcido, que no por lo difícil (esto último también lo es, que quede claro).
Descripción general: Nuestra aventura se va a desarrollar tanto en el mundo real como en la zona muerta. En el mundo real, LeRoy es un tipo más o menos corriente con un armamento más o menos corriente: escopetas, pistolas, ametralladoras... Ese tipo de cosas que tanto conocen los aficionados al género. En la zona muerta, Mike se transforma en Shadow Man y como tal puede manejar diversos gadgets de la más poderosa magia vudú: Principalmente su pistola, que aquí se transforma en un lanzador de espíritus chillones. El objetivo es recorrer los enormes niveles que componen el mundo de Shadow Man buscando almas oscuras antes de que lo haga nuestro amigo Legión, reforzando así nuestro poder cada vez más. Cuantas más almas oscuras atesoremos tendremos más potencia de fuego, más vida y acceso a más niveles. En cuanto a los niveles, cabe decir que son extremadamente vastos e intrincados, llegando a desesperar (sobre todo porque pasaremos varias decenas de veces por ellos). El diseño está muy cuidado en todos los aspectos aunque adolece a mi parecer de determinadas carencias en cuanto a complejidad de los modelos y las texturas.
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La mecánica de juego es pues avanzar eliminando enemigos, buscando almas oscuras y 'cadeaux' (una especie de vasijas vudú), buscando cerraduras, llaves y la manera de combinarlas correctamente. El problema es que ese avance es lento y penoso. El combate, interesante en un principio, llega a hacerse tedioso la enésima vez que derrotamos al mismo enemigo (cuando volvamos sobre nuestros pasos, los no-muertos habrán hecho honor a su nombre y estarán otra vez dando la vara) y en más de una ocasión nos recorreremos todo el mundo en busca de 'algo' indeterminado que sospechamos que nos falta por hacer o encontrar. En este aspecto, Shadow Man es un juego de una envergadura tal que sobrepasa al jugador. A nivel técnico, Shadow Man cumple con creces las expectativas, tanto en gráficos como en sonido. La ambientación es espléndida y estudiada, los entornos son tétricos como los que más y el sonido te pone los pelos de punta. La música, marcadamente ambiental, parece ser lo que encontrarías en la colección de CDs del mismísimo diablo y la forma en que todos los elementos se entremezclan es brillante. Los efectos especiales y de iluminación contribuyen magníficamente a crear una atmósfera mágica y oscura a la vez, dando forma a la que probablemente sea la mejor representación 3D del mundo secreto de los Mambo y los Loa. El mal habita realmente esos oscuros pasadizos. El diseño del entorno tiene sus luces y sus sombras, dado que si bien se trata de niveles creíbles, con una buena ambientación y un perfecto uso de las 'zonas húmedas', pecan de gigantescos y de tener demasiadas aristas, demasiados vértices. Además, el particular diseño de las texturas a veces da la impresión de que les falta resolución, dado que el filtrado las convierte a veces en simples degradados de colores tenebrosos. Al aspecto un poco simple de los niveles se une además una rutina de detección de colisiones que falla de vez en cuando (con lo que nuestro personaje aparecerá atravesado de medio a medio por un saliente puntiagudo que parece ser de aire).
El diseño de personajes es similar al de los niveles: Es decir, se trata de personajes bien diseñados, con buenas texturas (los primeros planos de Shadow Man son realmente buenos) pero que adolecen de ser algo 'cuadrados' en ocasiones y de una desagradable falta de inteligencia que los vuelve predecibles y aburridos. Falla también la sincronía en los labios, lo que a veces da al traste con el dramatismo de las escenas intermedias. Estas escenas -que no consisten en videos sino que son generadas en tiempo real- son además uno de los puntos interesantes del programa, pues el doblaje al castellano es brillante, creíble y rico en matices (vamos, que no le ha tocado doblarlo a la secretaria y al botones como tantos otros títulos). Un diez para la distribuidora en España por la traducción, pues de ella podrían aprender muchas otras.
Shadow Man tiene una buena serie de novedades sobre otros juegos, como la posibilidad de llevar un arma diferente en cada mano y usarlas independientemente contra distintos enemigos, o el sistema de combate que combina el desplazamiento lateral con la puntería automática para girar en torno a los enemigos. Si a esto le unimos una ambientación pasmosa y un entorno nuevo y rico, el juego es digno de pertenecer a una lista con los 'buenos juegos del 99'. Estas novedades tienen sin embargo contrapuntos que surgen de lo desmesurado del proyecto. Todo tiene una escala demasiado grande y es demasiado intrincado; hay que andar demasiado, luchar demasiado y pasar demasiadas veces por los mismos sitios. Shadow Man tiene aquí un algo de desesperante que puede desanimar a aquellos jugadores un tanto impacientes. El caso es que esto hace perder puntos a un juego con tantas cosas buenas que merecería un notable mucho más alto que el finalmente se lleva. Una pena.
Audio/Vídeo: Brillante; brillantísimo. El equipo artístico de Shadow Man vale su peso en oro a tenor de los resultados obtenidos, una increíble ambientación fruto de unos fantásticos gráficos y texturas combinados con un sonido de película y una banda sonora que le encaja como anillo al dedo a la temática vudú que respira el juego. El trabajo de texturas es amplísimo, como es lógico teniendo que representar dos mundos diferentes. El mundo real en que nos moveremos es decadente, sucio y árido, situado en los entornos pantanosos de Lousiana, mientras que la zona muerta parece el interior de algún enorme animal con una tremenda indigestión. Si hay algo que achacarle a las texturas no será falta de variedad o calidad, sino una cierta falta de definición en algunas paredes y suelos (que a veces parecen un tanto nebulosos). Los personajes disfrutan de texturas tan buenas o mejores que las del entorno, y sin que aquí pueda protestarse por falta de definición, aunque a veces se note que no querían abusar de polígonos. Si bien esto hace que pueda ser ejecutado en equipos de gama más baja, Shadow Man pierde un poco cuando sus personajes son comparados con otros títulos simultáneos en el tiempo.
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Los efectos especiales son muy buenos y abundantes, aportando el aire mágico que Shadow Man necesita, con rayos, espíritus, casquería y combustiones dignas de grabar en video. Las nubes de sangre, las llamas, el agua, la iluminación, los espíritus chillones que surgen de nuestro arma... nada que objetar al apartado FX, que sin duda brilla por su calidad; por poner un ejemplo, abatir a los enemigos en la zona muerta es sencillamente espectacular. El sonido está a la altura del apartado gráfico, con un trabajo realmente bueno que encaja y ambienta como debe ser. Los susurros de los enemigos, el chillido desgarrado de las almas que aniquilamos, el sonido de las armas... Todo suena terroríficamente bien. El doblaje es bueno; buenísimo. El trabajo en este aspecto es de agradecer, pues un mal doblaje o unas voces fuera de tono podrían haber ahogado un producto tan sensible a la ambientación como Shadow Man.
La música, como ya se ha comentado, es el clímax de la ambientación de Shadow Man. Entendámonos; no se trata de algo que uno pondría en el estéreo de casa, pero si a este juego se la quitásemos, no sería ni mucho menos lo mismo. Shadow Man es un título para jugar cuando estés solo en casa, a oscuras y con el volumen bien alto: Se te pondrán los pelos como escarpias.
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Estrategia y trucos: Ten paciencia; sobre todo eso. Aprende muy bien la forma de manejar a Shadow Man, pues la acción plataformera se basa en tu pericia para hacer todo tipo de cabriolas. Explora de manera minuciosa y exhaustiva todo el área en que te encuentres, pues te ahorrarás alguna visita posterior o tener que volver sobre tus pasos más de lo necesario. Ten en cuenta que los enemigos se regeneran y te estarán esperando la próxima vez que vuelvas, así que memoriza el lugar donde te encontraste a los más traicioneros y complicados, para que no te amarguen la vida.
Ojo a esos saltos. Casi todo está calibrado al milímetro, de modo que saltar unos centímetros antes de tiempo te puede costar una desagradable caída. Lo malo no es que mueras (Shadow Man, en la zona muerta, soporta caídas desde gran altura) sino que te va a tocar volver subir hasta ahí arriba, lo que es un auténtico petardo.
Calma; no desesperes. Toda situación tiene salida. A lo más, vas a tener que estar cuatro horas buscándola. Bueno; hablando en serio: El mapa que viene con el manual puede ayudarte bastante.
Estos trucos o consejos son los que había disponibles el 30/12/99 Si no encuentras lo que buscas, pasa por la sección de TRUCOS.
Jugabilidad: Pse pse... A ratos. Hay demasiados altibajos en la jugabilidad que pueden dejar aturdido al jugador, sin saber si levantarse de la silla e ir a hacer algo más útil o tratar de encontrar la maldita salida. Esta sensación de 'esto es imposible' se acrecienta con el paso del tiempo, según recorremos por enésima vez el mismo callejón y nos volvemos a encontrar con el mismo demonio inaguantable que tardamos media hora en eliminar. Sin embargo, Shadow Man es una experiencia digna de dedicarle un buen rato, aunque los programadores se han arriesgado bastante al disminuir con esta estrategia la jugabilidad global.
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La mayoría de los enemigos son idiotas, con un comportamiento estático y predecible. Los hay de dos tipos: Los estáticos (se quedan ahí y te disparan desde lejos) y los camicaces (se lanzan a por ti como unos posesos en cuanto te ven). Esto agua bastante la fiesta a los más agresivos de entre los jugadores, que no encontrarán rivales a su altura en el comienzo de Shadow Man. Esta situación se resolverá según avancemos, pues en los niveles más avanzados nos encontraremos algunas criaturas de una inteligencia más retorcida y puñetera (que, además, nos tomará por sorpresa). El hecho de que sean repetitivos y predecibles no significa que sean fáciles, ni mucho menos. La complicación de la arquitectura y lo tortuoso de los niveles -unido a que los malditos aguantan bastante cera- se confabula para ofrecernos unas emboscadas realmente demoníacas.
Shadow Man presenta, en resumen, una complicada mezcla entre pique y frustración que puede provocar un fuerte rechazo entre los menos perseverantes de los jugadores a la vez que representa un reto considerable a los más cabezotas (¡¡¡Esto me lo paso yo aunque sea lo último que haga!!!). En conjunción con la increíble presentación del producto, sólo cabe decir que Shadow Man es muy buen juego para aquellos que les gusta jugar por el hecho de hacerlo, pero demasiado largo y difícil para aquellos que sólo buscan un rato de diversión. La presentación en general: Gráficos (32 bits a toda caña y resoluciones elevadas sacan lo mejor de él), efectos especiales, sonido, ambientación... La incorporación de novedades en cuanto a jugabilidad y el hecho de que respire profesionalidad por todos los poros. La traducción; la increíble traducción.
Enlaces o Links: ftp.sunet.se/pub2/pc/games/gamesdomain ... Demo de Shadow Man (70 MB)www.acclaim.com/games/shadowman/index.html Página oficial de Shadow Man
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Manual: A Shadow Man le acompaña un breve manual con una buena presentación y que nos explica lo que debemos saber, sin más. Básicamente, se trata de una puesta en antecedentes y una explicación de las habilidades y carencias de Shadow Man, amén de una explicación más o menos completa de objetos y armas. Vamos; un manual. Aparte, tendremos la ya habitual tarjeta de referencia rápida y un pequeño mapa del mundo de Shadow Man que se va a convertir en imprescindible a la hora de enterarnos de por donde va la fiesta.
Equipo necesario: Un Pentium 200 con 32 MB de RAM, un CD 8X, una aceleradora gráfica (nos vale una Voodoo 1) y una tarjeta gráfica compatible con DirectX es lo mínimo que vamos a necesitar, todo ello corriendo bajo Windows 95/98/NT y con las DirectX 6 instaladas. Sin embargo, la experiencia completa se obtiene a partir de un Pentium II 300 con 64 MB de RAM y una aceleradora de segunda o tercera generación con 32 bits de color y soporte de altas resoluciones. Por cierto... id reservando no menos de 350 MB de disco duro.