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¿Quién no conoce 'The Need for Speed'? La saga de carreras de deportivos de lujo por excelencia vuelve en su cuarta entrega, esta vez sin número que lo acompañe; simplemente, 'The Need for Speed: Road Challenge'. Y nos trae un montón de cosas. Unas nuevas, otras ya conocidas, pero todas bien conjuntadas y haciendo un espléndido título que adorarán los aficionados a la conducción y disfrutarán sin duda todos los jugadores. NFS mantiene su calidad creciente y su jugabilidad desenfrenada, que con este título llega a extremos casi peligrosos. Vais a tener que ducharos para quitaros el olor a caucho quemado. Para aquellos que sigan sin saber de qué hablo ni qué es 'The Need for Speed' (bienvenidos a la Tierra), no creo que exagere si califico a la serie como una de las mejores (si no la mejor) de las colecciones de juegos de conducción en el mercado. El primer título, lanzado para una desafortunada y ya desaparecida consola, fue unA auténtica revolución en el mercado por sus gráficos fotorrealistas y su extremado realismo. Mucho ha llovido desde entonces, pero en EA han sabido mantener el listón a la altura de los tiempos, algo de lo que da fe el título que nos ocupa.
Descripción General: Road Challenge nos pone de nuevo al volante de los más deseados y caros deportivos de lujo; lo hace con una versión mejorada del motor que tan buenos resultados dio con 'The Need for Speed III: Hot Pursuit', unas mejoras que se notan principalmente en tres cosas: Mayores resoluciones y profundidad de color, para que los poseedores de tarjetas de última generación exploten los 32 bits a placer; unos increíbles efectos de iluminación (para sacar el máximo partido a esos 32 bits) y mallas deformables. Sí, habéis leído bien; por fin, nuestros coches reflejan en sus relucientes carrocerías los estragos a que nuestra conducción suicida los expone.
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Lejos de ser una anécdota o un mero detalle bonito, en EA han sabido exprimir la nueva vulnerabilidad de los vehículos para dar mayor aliciente al juego. Los golpes, derrapes, saltos y trompos que suframos no van a afectar tan sólo a la apariencia de nuestro deportivo, sino que la mecánica del mismo va a sufrir estragos, viéndose modificado el comportamiento del coche de la manera apropiada. Suspensión, carrocería, motor y dirección van a irse deteriorando poco a poco mientras nuestro coche va quedando reducido a chatarra millonaria, poniéndonos las cosas un poquito más difíciles. Una suspensión machacada va a significar peor agarre y curvas más complicadas; la dirección afectará a la maniobrabilidad y predicibilidad del coche; la carrocería nos hará perder perfil aerodinámico (con lo que nuestra velocidad punta descenderá) y el motor perderá potencia y capacidad de aceleración. Cuando los daños sean muy severos, el coche simplemente nos dejará tirados. Hay una cierta ambigüedad en estos daños, sin embargo. Por una parte, se ha tratado de reflejar con la mayor fidelidad posible el efecto del deterioro en el coche. La carrocería arrancará chispas del suelo cuando la suspensión esté machacada, el motor petardeará, la chapa se convertirá en un burruño informe y las lunas quedarán reducidas a restos cortantes. Por otra parte, si estos daños no son muy realistas en calidad, no lo son tanto en cantidad. Lo que quiero decir es que un impacto frontal contra un muro de hormigón armado a 200 kilómetros por hora convierte en un lacasito cromado hasta al deportivo más caro y seguro del mundo, mientras que en Road Challenge podremos seguir compitiendo sin más problemas que un vehículo bastante poco estético y de rendimiento algo deteriorado. ¿La causa? Por una parte, esto aumenta la jugabilidad para aquellos corredores más agresivos (o novatos); por otra, es una de cal y otra de arena que a buen seguro paliará el descontento de las casas fabricantes de los coches (que siempre se han negado a permitir que estos sufriesen daños en el juego). Desde luego, no estaría nada mal un modo de juego hiper-realista en el que el conductor se enfrentase a las mismas limitaciones que en la vida real; al fin y al cabo, el potencial está ahí. Road Challenge nos ofrece varios modos de juego, algunos de ellos viejos conocidos y otros propios de esta nueva versión. Carrera simple, pantalla partida, torneo, a muerte (un modo en el que el último de cada carrera es eliminado) o persecución (la policía sigue ahí, por supuesto); todos ellos mantienen la diversión y jugabilidad a que nos tienen acostumbrados. Destacan un par de nuevos modos de juego: En persecución, además de la 'carrera ilegal' uno contra uno o de tomar el papel del largo brazo de la ley, tenemos la oportunidad de participar en 'la huida', en la cual deberemos aguantar el acoso policial durante un determinado lapso de tiempo. El otro modo, el más novedoso, es la 'Carrera Profesional'.
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Este nuevo modo nos va a permitir labrarnos un nombre en el circuito profesional de competición, empezando desde cero (y sin coche), deberemos ir adquiriendo vehículos y participando en competiciones para ganar el dinero necesario y poder mejorar y reparar nuestro vehículo o comprar otros nuevos. El interés de esta nueva forma de competición es indudable, al tener que estar pendientes no sólo de nuestro rendimiento en la pista, sino de evitar daños a nuestro vehículo (que nos provocarían gastos a veces exorbitantes), ahorrar el dinero necesario para hacer mejoras en nuestro deportivo o evitar gastar demasiado para poder reparar el coche tras una carrera demasiado movidita. En caso de que optemos por no reparar nuestro vehículo, la siguiente vez que compitamos lo haremos con el coche tal cual quedase en la última carrera, con lo que todas las perradas que le hagamos se añadirán a las que ya llevase puestas (¿Habéis intentado conducir un cubo de chatarra?).
Dentro de esta carrera profesional nos vamos a encontrar con 'Tours' formados por circuitos en los que se compite de diferentes maneras. Así, nos enfrentaremos a simples torneos, emocionantes 'a muerte' y la estrella de la competición, los 'high stakes', enfrentamientos que dan nombre a la versión americana del juego y que consisten en una carrera uno contra uno en la que ambos contendientes se juegan el coche con el compiten. En los aspectos de siempre, Road Challenge cumple como se espera de él: Multitud de pistas increíblemente bien diseñadas y de emocionante trazado, conducción realista, gráficos de película, sonido espectacular, un gran número de vehículos de entre los que elegir (con un comportamiento intachable), jugabilidad a prueba de bomba y un ajustado nivel de dificultad que te mantendrá sudando el joystick aunque domines a la perfección tu vehículo, puesto que el resto de conductores son extremadamente buenos y se las saben todas. No quiere decir esto que la dificultad sea extremada, ni mucho menos; simplemente, está tan bien ajustada que el juego resultará emocionante tanto para el novato como para el jugador avezado.
Hay un pero, sin embargo: Los diseños de los coches. Puede que sea algo muy personal y que vaya en gustos, pero parece como si los modelos de los vehículos se hubiesen vuelto un poco más burdos desde la versión anterior. Huele un poco a que el nuevo motor de deformación obligue a simplificar los coches, ya que cuando la vista se encuentra cerca del coche uno no deja de tener la impresión de que los bólidos de esta versión son un poco más tanque que los de la anterior. A pesar de esto, no hay ninguna pega que poner al acabado de los mismos. Texturas y cromados son perfectos, los destellos de los faros y las luces traseras son realistas como el que más y hasta la matrícula muestra nuestro nombre (un detalle muy, pero que muy fardón).
Audio/Vídeo: Brillante. La actualización del motor gráfico lleva el detalle a niveles sorprendentes. Las nuevas resoluciones disponibles (más de 1024x768 a 32 bits de color) nos permiten sentir el realismo de los escenarios como nunca antes y los efectos de iluminación y destellos hacen de la competición nocturna un espectáculo anonadante. Todo ello unido a los escenarios, cuyas texturas son símplemente perfectas y cuyos fondos se mezclan con los modelos como si formasen parte del mismo. Tan sólo un punto aleja a Road Challenge del fotorrealismo total, y son los modelos de los vehículos (que tampoco están pero que nada mal). Aún así, el afortunado propietario de un ejemplar del juego se descubrirá más de una vez cargándolo sólo para disfrutar de las espectaculares repeticiones.
Las innovaciones no sólo se limitan a actualizar la tecnología, sino que la explotan apropiadamente. Así, los habituales salpicaderos digitalizados han sido sustituidos por modelos en 3D del interior de los vehículos que pueden ser vistos desde el exterior, incluyendo al piloto. El realismo es tal que los movimientos del conductor se corresponden a los giros del coche, con lo que la sensación de estar viendo a un verdadero piloto al mando de un coche de verdad es, a veces, pasmosa. Sólo cabe reprochar la falta de detalles del piloto, cosa que no es rara dada la carga de polígonos que ya soporta el juego de por sí.
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El sonido ha sido empleado con increíble efectividad en este programa y cumple a la perfección y con creces su cometido: Nos pone en situación, nos hace todavía más creíble la experiencia, aumenta la sensación de velocidad (el bramido de los motores mientras reducimos en una curva o cuando saltamos en un terraplén es sobrecogedor) y sobre todo, aumenta la concentración de adrenalina en sangre al jugador. No recomendable para cardiacos.
Estrategia y trucos : The Need for Speed tiene un fuerte componente arcade, sí, pero pocos modelos de conducción resultan más realistas en su conjunto. Sobre todo con las asistencias desactivadas, el coche que conducimos es una complicada máquina de precisión cuya potencia es tu cometido controlar. Dar volantazos (o sacudir el joystick como si quisieses arrancar la palanca de la base) sólo puede acabar contigo en el arcén, casi siempre con el suelo por sombrero. Haz giros graduales y ajustados a la severidad de la curva a la que te enfrentes.
Por lo mismo, no te lances como un loco contra el resto de coches de la calzada: Las posibilidades están abrumadoramente en tu contra, ya que el que empieza el choque desviado de su trayectoria eres tú y el impacto sólo empeorará las cosas. La inercia es una compañera poco agradable, pero está ahí, así como el principio de acción y reacción (todo golpe que le des al rival te lo chupas tú igualito, Fitipaldi). Si aún así pretendes utilizar tu deportivo como un carísimo ariete, hazlo siempre con los laterales de tu vehículo, con las aletas delanteras. NUNCA golpees a un vehículo que esté más retrasado que tú, pues lo único que conseguirás es perder la tracción y hacer un trompo (o girar sin control y acabar puliéndote la carrocería contra los laterales del circuito.
Haciendo carrera profesional trata de ser responsable y no gastes la pasta en cuanto la ganes. Deja siempre una buena reserva para reparaciones; no te lances a mejorar tu vehículo o a comprarte otro nuevo. No es raro que después de una violenta carrera de ocho vueltas tu vehículo necesite reparaciones por valor de cinco o seis mil créditos. Si no tienes pasta, sales con desventaja en la siguiente.
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En cuanto a las persecuciones, no le sigas el juego a la policía; evita chocarte con ellos, puesto que su objetivo es que pierdas el control (a ellos no les importa perderlo a la vez, ya que cuando estés parado te van a detener igual). Esquiva como un endemoniado y no le tengas miedo al freno: Es muy difícil girar pegado al culo de un coche patrulla. Si eres policía, pues al revés pero con cuidado. Cuando te lances a embestir no arriesgues tu posición por completo, ya que si fallas puedes perder el ritmo y quedarte demasiado rezagado.
Estos trucos o consejos son los que había disponibles el 21/11/99. Si no encuentras lo que buscas, pasa por la sección de TRUCOS. Jugabilidad: ¿Es que no has leído lo anterior? Road Challenge debería venir con una etiqueta grande en colores fosforescentes en la que pusiese 'Demasiado jugable para ser sano'. Seguro que es hasta pecado. Los increíbles escenarios, los efectos de iluminación, el aprovechamiento de los 32 bits de color, la endiablada jugabilidad, los daños en los coches, la música cañera... el modo en que hacen un soberbio conjunto. Enlaces o Links: http://www.ea.com - Web oficial de Electronic Arts
http://www.needforspeed.com - Web oficial de The Need for Speed
http://www.needforspeed.com/hs_pc/downloads.asp - Demo Equipo necesario: Un Pentium 200 MMX con una aceleradora 3D compatible con Direct3D es lo mínimo que yo recomendaría para este bomboncito, con una tarjeta de sonido de 16 bits, un joystick analógico, 32 MB de RAM y un CD ROM de 4X mínimo. Para sacarle el máximo rendimiento se hace imperativo una máquina de alto nivel, con una tarjeta aceleradora de última generación (con soporte para 32 bits de color), tarjeta de sonido 3D compatible DirectSound3D, 64 MB de RAM y un procesador Pentium II o Celeron rapidito. Pero tampoco seamos tan sibaritas.
En definitiva, 'The Need for Speed: Road Challenge' es un juegazo de los que hay pocos que se mantiene en la línea de sus antecesores y lleva con orgullo la etiqueta de la casa. Las innovaciones sobre su más directo antecesor son actualizaciones tecnológicas, mayor jugabilidad, coches deformables y con un comportamiento algo más ajustado y nuevos modos de juego que por sí solos pueden justificar la compra, sobre todo si realmente eres un apasionado de la serie. Y para los que todavía son 'vírgenes' en lo que a esta saga se refiere, NFS 4 es la excusa perfecta para entrar en el apasionante mundo automovilístico creado por EA y divertirse como enanos, que es, en definitiva, lo que en EA saben como conseguir.