La segunda parte de un clásico de PSOne.

Este título que ahora nos ocupa, no es un RPG normal. Esto a de quedar claro desde el principio. Si no tenemos esto claro, la decepción que nos podemos llevar si esperamos un Suikoden o Alundra puede ser muy grande. Y es que el público no especializado en general, tiene por costumbre meter en un mismo saco diferentes variantes de un mismo género entre comillas.

Vandal Hearts II, no es una RPG o un Action RPG, sino un Wargame o RPG estratégico. Para aclarar estos conceptos, haremos una breve introducción.

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En un Wargame o RPG estratégico, nuestro objetivo principal son las victorias a través de combates. Unos combates que poco tienen que ver con los de un Suikoden (únicamente que están por turnos en este caso). En este tipo de juegos, tanto la historia como el desarrollo y objetos, menús, etc... pasan a un segundo plano. Nuestro objetivo prioritario es ganar batallas, desarrollándose el 90% del juego en batallas.

Estas batallas, tienen un toque particular, y es que su duración e intensidad son mucho mas importantes, así como el toque ESTRATÉGICO. El objetivo de este género se basa en nuestra capacidad de planificar un combate, una batalla por turnos, soldado a soldado, que puede durar horas cada una. La característica fundamental, es que debemos mover, como si fichas de ajedrez se tratase, nuestro ejercito paso a paso y conquistar el territorio, y de esta forma poder llegar al enemigo y vencerlo. El ejemplo mas claro lo tenéis en los juegos de PC de Warhamer.

Espero que os haya quedado algo mas claro lo que significa el término RPG estratégico y como se diferencia del resto. Hecho esta pequeña introducción, y sabiendo lo que nos ofrecerá este juego, nos adentramos en Vandal Hearts II, continuación en PSX del más grande Wargame de su catálogo (y de los pocos existentes). Si la primera parte ya impresiono por su calidad y buen argumento, esta secuela, deja a su predecesor en el mas absoluto de los ridículos, y es que el tiempo no pasa en balde, ni por los mejores.

La historia esta vez se verá manchada por la traición y la sangre. En un mundo de fantasía, el rey Lagore es asesinado por la reina Ágata y su vil amante, el Cardenal Ladorak, con el objetivo de heredar todos sus poderes. Al llegar Ladorak a ser rey, y junto a su armada invencible, la situación se pone muy mal.

Dentro de este ambiente medieval de magia y caballeros, analizaremos los puntos más salientes del título. Su principal característica que debemos de comentar es su sistema de control y como se desarrollan los combates. Al igual que en la primera entrega, en los combates será representado el número exacto de guerreros que tenemos bajo nuestras ordenes (si tenemos diez, veinte o mas, todos serán representados en la escena de combate) así como los del enemigo. A cada movimiento que realicemos, nos saldrán un conjunto de acciones que podremos realizar con el personaje que controlemos en ese determinado momento.

Me explico. Si nos toca el turno de atacar y decidimos utilizar a un mago, podremos usar su magia, utilizar ítem, ataque especial, paso de turno...Cada personaje tiene el mismo menú de opciones, pero con algunas variantes debido su cualidades. A través de este menú (relativamente sencillo) hemos de avanzar sobre un mapeado en 3D isométrico, repleto de obstáculos y dificultades para llegar al otro extremo, donde se encuentra el enemigo.

Como si de una partida de ajedrez se tratase, al principio deberemos ir cautelosos con nuestros movimientos, para después, y si hemos sido astutos, ejecutar nuestra estrategia. Debido a este método de combate, estos no son espectaculares ni tienen Invocaciones, pero la satisfacción que da ver como has ganado una batalla harta de complicada siendo atacado por varios puntos y salir victorioso gracias a tus movimientos, merece la pena también.

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Este es un breve resumen del modo de juego que encontrarán los nuevos y no habituados a este tipo de género. Además, se han aumentado el número de localizaciones y aldeas así como de armas, haciendo mas completo, aun si cabe, el juego

GRÁFICOS

En un juego de este tipo, nunca han tenido unos gráficos rompedores. Y parte del éxito del primer Vandal Hearts fue debido a que estos aprovechaban de forma notable (para la época producido), el potencial de la PlayStation. Pero el tiempo no pasa en vano...para nadie.

Y los señores de Konami, en vez de innovar y mejorar el aspecto general del juego (después de haber realizado Metal Gear, se les exige un poco mas que a las otras compañías) se han limitado exclusivamente a pulir algunos defectillos de la primera parte, como ralentizaciones y baja resolución.

En esta entrega, los escenarios se verán incrementados con mas definición, detalle y los personajes con mas frames y animaciones mas fluidas. Los efectos de luz creados por las magias son bastantes buenos, cumplen pero no sorprenden. En contra, el problema mas grande resulta ser la poca calidad de visión y el minúsculo tamaño de algunos escenarios, que en pantallas de 14 pulgadas, son el triple de grandes que uno de Game Boy...imperdonable. Además el tosco aspecto de muchos lugares da al traste con parte de las mejoras echas (que son también mas bien pocas)

MUSICA

Aquí si que se ha notado la mano experta de Konami. Sin perder ni un ápice de calidad y presencia, mejoran ostensiblemente al capítulo anterior. Música orquestal, sinfónica de gran personalidad, calidad y para nada repetitivas. Su grado máximo se alcanza en los momentos cumbres del juego: en grandes batallas y acontecimientos de importancia en la historia. En el resto del juego, unas agradables melodías serán las protagonistas de nuestros pasos.

JUGABILIDAD

Si eres un fan de este género, disfrutarás como un loco. Su durabilidad (por su dificultad y número de batallas) su buen guión, que engancha desde el principio y las horas que puedes estar para planificar y ejecutar un combate importante, además de la libertad de acción que te deja el poder coger camino y alinear a tus tropas de mil formas distintas, ya son garantía de sobra para pasar muy buen rato. Su sencillo control también ayudan a fomentar una fácil curva de aprendizaje por lo que rápidamente asimilaremos los controles eso sin contar que se encuentra en castellano.

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Es muy bueno, eso sin duda, pero quizá para un público selecto, y me atrevería a decir que poco numeroso.