Le sobra un palito

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Myth fue un juego sorprendente en muchos aspectos. Aunque pertenecía a la legión de estrategia en tiempo real que plagaba las tiendas de videojuegos, incluía una serie de novedades que llamaban la atención. La más destacable de estas novedades era que el entorno de juego era en tres dimensiones, con un terreno modelado a muy alta resolución y con gráficos convencionales para las unidades. Otros ingredientes de este explosivo cóctel eran la abundante cantidad de sangre y los efectos visuales. En definitiva, era un juego realmente divertido.

Y ahora tenemos aquí su segunda parte, Soulblighter, que transcurre 60 años después de la primera y donde uno sólo de los reyes anteriores sobrevive para enfrentarse de nuevo a las fuerzas de la oscuridad comandadas por el malo de turno, cuyo nombre forma parte del título del juego.

Bueno, pues lo primero es la instalación, cuyo tamaño podemos elegir de entre 180 o 500 MB. También hay una instalación exclusiva para juego en red, de manera que podemos jugar con nuestros amigos con un único CD. Una buena idea que deberían adoptar más compañías.

Una vez terminada la instalación, aparece ante nuestros ojos la secuencia de introducción, realizada con dibujos animados a mano, donde vemos cómo Soulblighter desaparece de la faz de la tierra cuando un enano arroja la cabeza de Balor, el malo de la primera parte, acabando con la amenaza que se cernía sobre la Humanidad (era la última misión de Myth). Y lo siguiente que vemos es el menú principal, con una muy buena música de fondo.

Aparte de las típicas opciones de Start New Game, Saved Games, Multiplayer, Saved Films, etc, aparece el tutorial que todo jugador novel en este juego de Bungie debería probar para hacerse una idea del manejo del juego, de manera muy similar al tutorial de Myth: the Fallen Lords. Y aquí es donde vemos por primera vez el aspecto visual de juego, que tenéis comentado en la sección correspondiente.

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Se ha mantenido la forma de jugar de la primera parte, es decir un mundo tridimensional con personajes en 2D y múltiples ángulos de cámara. No podemos construir edificios o unidades como en otros juegos de ETR, pero de vez en cuando podemos recibir refuerzos. Esto garantiza partidas de media duración, lo que no quiere decir que el juego sea fácil, ni mucho menos. Tenemos casi los mismos tipos de unidades que el anterior entrega, pero las misiones han ganado en complejidad e integración con la historia (incluso hay una misión de desembarco y ataque a una fortaleza que dispara sus cañones contra nosotros).

El juego es muy sencillo de manejar, aunque dominarlo puede costar más, sobre todo debido a los tipos de unidades y diferencias de comportamiento de cada una.

Entre misión y misión, una voz va leyendo un diario que nos va contando los hechos de la batalla y nuestros próximos objetivos, aparte de que de vez en cuando, podremos ver una secuencia animada del mismo estilo que la de introducción, lo que mejora la ambientación.

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Para desorganizar unidades con capacidad de disparo a largo alcance como los Souless utiliza unidades rápidas como los Berserkers.

Los enanos son las unidades más devastadoras del juego, pero manéjalos con cuidado para evitar bajas por fuego amigo. Debido a su baja estatura, puedes protegerlos con la infantería mientras se acercan a su blanco. También llevan cargas que puedes dejar en el suelo y explotar a distancia usando los explosivos o las flechas de fuego de los arqueros.

En las misiones donde haya cañones, no te quedes quieto demasiado tiempo en el mismo sitio.

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Si en las partidas multijugador manejas unidades no-muertas, recuerda que pueden ocultarse bajo el agua porque no necesitan respirar.

De todas formas, el juego ofrece consejos generales y específicos para cada nivel al principio del mismo, así que léelos con atención.

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La adicción y el argumento. Ya sé que lo repito mucho, pero es un gran juego, capaz de hacer que te olvides del transcurso del tiempo, durante unas cuantas horas. Myth II es un grandísimo juego, al igual que lo fue Myth y ése es su problema, que es idéntico a The Fallen Lords.