La ID del Pentium III
Cuando Intel anunció la incorporación de un número de identificación en cada uno de sus nuevos y archianunciados microprocesadores, los Pentium III, no tardó en saltar la liebre de la polémica en todo el mundo.
Cuando Intel anunció la incorporación de un número de identificación en cada uno de sus nuevos y archianunciados microprocesadores, los Pentium III, no tardó en saltar la liebre de la polémica en todo el mundo. Según las explicaciones de Intel, el propósito del número incorporado en sus microprocesadores Pentium III es garantizar una mayor seguridad en las transacciones electrónicas, así como localizar microprocesadores robados cuando el ladrón conecta el ordenador a Internet.
Sin embargo, esto no fue suficiente y los usuarios de ordenadores, así como montones de organizaciones pro-privacidad están a la defensiva. El ID, como llamaremos a partir de ahora al polémico numerito, es un número de 64-bit, designado para crear un número de serie que sería accesible a través de software para identificar al usuario. En un intento por suavizar la polémica, Intel a puesto a disposición de los usuarios una utilidad que permite desactivar el número. Sin embargo, tal detalle no ha sido suficiente para muchos y finalmente Intel se ha visto obligada a anunciar que el ID vendría desactivado en todos sus nuevos micros y que sería el usuario el que tendría la opción de activarlo.
A continuación vamos a tratar la forma de desactivar dicho número y de asegurarnos de que nuestro nuevo y flamante micro lo tiene desactivado. Si eres poseedor de un microprocesador Pentium III o incluso de un Pentium II de última generación, ya que algunos de estos "antiguos" micros también traen en su interior el ID pese a que Intel nunca informó sobre ello, y te preocupa el que se viole tu privacidad cuando estés concetado a Internet, existen tres maneras de asegurarse de que nuestro micro no compromete nuestro anonimato a nuestras espaldas.
Intel introdujo en el micro una instrucción especial que desactiva la capacidad del microprocesador de proporcionar el ID y esta instrucción puede ser activada de varias formas diferentes que detallaremos a continuación. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada vez que encendemos de nuevo nuestro ordenador, el ID se activa de nuevo. Para desactivarlo se puede hacer desde la BIOS o utilizando una utilidad una vez que haya arrancado el sistema operativo.
Voy a recomendar tres maneras de mantener tu ordenador seguro. Lo primero de todo sería configurar nuestro navegador para que ningún programa pueda ser ejecutado en nuestro sistema. Esto se hace desactivando las opciones de ActiveX y Java. Lo segundo sería bajarse una utilidad proporcionada por Intel denominada Intel Processor Serial Number Utility. Este pequeño programa te permite saber si el ID está activado o desactivado y permite desactivarlo cada vez que se enciende el ordenador y tras cargar el sistema operativo. Como última opción, accede a la BIOS del ordenador. Esto suele hacerse pulsando una tecla al encender el ordenador y antes de que arranque (suele ser la tecla DEL). La mayoría de los nuevos ordenadores equipados con Pentium III traen en la BIOS la opción de desactivar el ID. Desactivándolo de esta forma hace prácticamente imposible volver a activarlo a través de código cargado desde Internet ya que es difícil escribir un programa que manipule la BIOS porque no todos los ordenadores tienen el mismo tipo de BIOS y el programa tendría que comprender y resetar todos los tipos existentes para resultar efectivo. Además, resetear la BIOS haría que el PC reseteara también, lo que resultaría realmente sospechoso.
La mejor opción, sin duda, es usar todas las opciones descritas anteriormente. Configura tu navegador para que te pida permiso antes de que un website ejecute alguna aplicación en tu ordenador, confugura tu BIOS para que desactive el ID si es posible y utiliza la utilidad de Intel para controlar el estado del número de serie.
Como opinión personal al respecto. Me gusta mantener el anonimato cuando navego por Internet y parece que poco a poco, la sensación de libertad que daba la red de redes en sus comienzos se está perdiendo. Lo cierto es que están haciendo todo lo posible para que esa libertad utópica se pierda y eso me entristece.
Sin embargo, hay que decir que realmente este tema no es nada nuevo. Cualquiera que viva, trabaje y se mueva en una sociedad de algún tipo, está ampliamente controlado. Cada vez que usamos nuestra tarjeta de crédito para hacer una compra, nuestras acciones quedan registradas. Cada vez que llamamos por teléfono, la compañía telefónica de turno guarda un log de nuestras llamadas. ¿Cuántas veces hemos rellenado algún formulario con nuestro número de DNI o de la Seguridad Social en él?
Ya estamos suficientemente controlados en nuestra vida cotidiana... que no nos quitén también la sensación de libertad que da la red de redes.