The Legend of Zelda: The Ocarina of Time
- PlataformaN6410
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorNintendo EAD
- Lanzamiento30/07/1999
- TextoInglés
- EditorNintendo
Zelda está aquí. Ya ha llegado. Y viene para arrasar donde pueda, por lo menos en ventas...
Bravo por Miyamoto! ¡Bravo por Nintendo! The Legend of Zelda: Ocarina of Time, sin duda alguna, ha tocado la fibra sensible de todos los usuarios, incluídos los de otros sistemas. Nos rendimos a la evidencia. Nintendo sigue siendo Nintendo.
Hemos estado esperando tanto tiempo para que saliera Zelda que ahora que lo tenemos entre manos nos parece estar viviendo un sueño. Incluso tuve la impresión cuando iba a la tienda a comprarlo que algo improvisto podía sucederme y echar por tierra todos estos años de espera. Pero no. Zelda está aquí. Ya ha llegado. Y viene para arrasar donde pueda, por lo menos en ventas...
Para hablar de The Legend of Zelda: Ocarina of Time, tenemos que remontarnos a las anteriores versiones del juego en los diferentes sistemas de Nintendo. Porque este juego ha ido labrando su prestigio a lo largo del tiempo, y ha ido escalando en tecnología al tiempo que Nintendo sacaba nuevos sistemas. Los dos primeros juegos de Zelda aparecieron para el sistema NES a principios de los 90. Por entonces, el juego no pasaba de una calidad mediocre. Pero cuando Nintendo dio el paso a los 16 bit utilizó a Link para crear la primera aventura action-rpg para Super NES (A Link to the Past). Todo mejoró: gráficos, sonido, la historia...
Zelda para Super NES fue el comienzo de la época dorada de Zelda. Luego vendría la versión portátil de Game Boy (Link's Awakening) que mantenía el 'feeling' de la versión Super NES y que hacía un giro en la historia. Ahora ya no había que rescatar a Zelda, sino despertar de una pesadilla que le había hecho naufragar en una isla. Para ello, Link debía despertar al Pez del Viento (Wind Fish).
Pero los ojos de medio mundo estaban atentos a las manos de Miyamoto, que hace unos años estaba empezando a versionar todos sus pasados juegos de 16 bit a los 64 bit de Nintendo. La gran esperanza que teníamos era que creara la adaptación definitiva de su best-seller, Zelda, a Nintendo 64. Todo el mundo estaba ansioso. Comenzaron a exhibirse las primeras pantallas y vídeos en diversas ferias por todo el mundo. Las noticias comenzaban a caer con cuenta-gotas. Como siempre. La tensión iba en aumento.
Definitivamente, Shigeru Miyamoto, el creador de la saga Zelda y diseñador de esta última entrega, dio a conocer las características técnicas del juego. Un action-rpg con gráficos poligonales en 3D, con vastos mundos para recorrer, con aterradores monstruos que vencer y con todo aquello que encumbró a lo más alto las anteriores versiones del juego. The Legend of Zelda: Ocarina of Time venía encaminado a ser el vencedor y a ser el best-seller por excelencia de la historia de los videojuegos. Por ahora está cumpliendo las expectativas sobresalientemente.
El argumento que han elaborado en esta ocasión para Ocarina of Time es bastante ambiguo comparado con las anteriores versiones. Ahora la historia es más madura. Más complicada si cabe. Link aparece en escena, como si de un debut se tratara, y rápidamente el Árbol Deku se pone en contacto con él a través del hada Navi. Este hada va a ser la compañera inseparable de nuestro amigo a lo largo de la aventura. El Árbol Deku presiente que algo malvado está tejiéndose desde las entrañas del desierto de Hyrule. Algo maligno está emergiendo y apoderándose de la paz y el orden de los Bosques Perdidos. Los seres que habitan el lugar están rebelándose.
Cuando te quieres dar cuenta ya estás metido en la trama, espada y escudo en mano, y dirigiéndote de un lugar a otro para averiguar qué es lo que está sucediendo. Los acontecimientos van a ir desenvolviéndose de una manera clara ante tus ojos. Avanzarás en la misión que te ha sido encomendada. Pero cuando menos lo esperas, la historia da un giro de 180 grados. Pasan 8 años en los que caes en un sueño profundo. Al despertar, todo ha cambiado en Hyrule. Ganondorf, el ser que ha estado enturbiando la paz del lugar, definitivamente se ha hecho con el poder de la Trifuerza.
El poder de la Trifuerza fue creado por tres diosas. Ellas fueron las encargadas de crear la tierra, la luz y la vida. Si la Trifuerza cayera en manos de una persona de buen corazón, la paz seguiría reinando en Hyrule y su mejor deseo se haría realidad. Pero si ocurriera todo lo contrario, los deseos más malignos de cualquier perverso malintencionado podrían hacerse realidad, y transformar Hyrule en una tierra en la que se confundirían los muertos con los vivos. El reino del mal sobre el bien.
Link entonces debe cumplir el objetivo que al principio de la aventura se había trazado, y con la Ocarina del Tiempo, dirigirse a vivir las aventuras más grandes que jamás hubiera pensado. La Ocarina del Tiempo será la llave para descubrir todas las sorpresas de este juego.
La modelación 3D de los personajes es perfecta, sobre todo si nos fijamos en la de Link. Ahora más que nunca parece que estamos controlando a un ser humanoide. La animación de Link, además de muy variada, está cuidada hasta el límite, y cualquier gesto que reproduzca su cuerpo nos hará esbozar un suspiro. Miyamoto ha trabajado este apartado hasta intentar confundirnos entre la realidad y la ficción.
Es cierto, Zelda no ha inventado nada en materia de gráficos. Pero ha llevado este apartado hacia la máxima expresión. Ahora podemos pensar que Zelda no es un juego. Zelda es arte. El cuidado de la estética es exageradamente perfecto. Zelda es arte porque conjuga de forma magistral todos los apartados gráficos como nunca nadie lo había hecho.
Prueba de ello son las escenas cinemáticas que enlazan las decenas de situaciones diferentes de la aventura. Y estamos hablando de secuencias de 3D en tiempo real, y de duraciones que van desde la apertura de un cofre, hasta toda una narración épica. Sinceramente, no creí que en un cartucho de 256 mbit fuera a caber tanto y tan bueno con respecto a gráficos.
La cámara que seguirá a Link no podrás controlarla. Pero no te preocupes. Siempre se situará en el momento justo en el mejor lugar. De todas formas podrás colocarla detrás de Link con sólo pulsar Z. Si pulsas C-arriba la cámara pasará a ser en primera persona, pero no podrás mover a Link.
Concluyendo con el tema de las melodías, tengo que afirmar que yo estaba equivocado. Creía que Nintendo iba a explotar al máximo la melodía que ya había enganchado a muchos usuarios en otros sistemas. Esta melodía es excepcional, pero para mi sorpresa, y espero que para la de muchos, Shigueru Miyamoto ha optado por nuevos ritmos, nuevas emociones, y sobre todo, por una música que vaya en consonancia con la situación. Hablar de variedad es poco. Aun así, las resonancias de la conocida melodía de la saga estarán presentes en diferentes situaciones.
Con respecto a los efectos sonoros, Ocarina of Time es todo un pozo de sonidos, el cual parece no tener fondo. Estarán los soniquetes típicos al activar pasadizos secretos, y además contundentes efectos como el acero de tu espada golpeando el suelo, el estruendo de rocas que caen del cielo, los relinches de caballos en Lon Lon Ranch, el trote de Epona, la voz de Navi que te pide que la escuches, el quejido sordo de Link al caer desde una altura considerable, los embriagadores rugidos de los monstruos de fortalezas, el cantar de los pájaros durante el día.... Es tan variado este apartado que no te cansarás de escuchar los sonidos una y otra vez.
JUGABILIDAD
Con este planteamiento y con este modo de juego no es difícil que te quedes pegado a la consola durante una temporada. Di adiós a todos tus conocidos porque cuando entres en la aventura de Zelda no podrás parar hasta acabarla. Estarás tan sumergido que no se te quitará de la cabeza.
Y de hecho, el juego no se te hará repetitivo, a no ser que te quedes atascado, cosa que es muy fácil que suceda, puesto que la gran diversidad de situaciones y de retos que se te presentan hacen de este Ocarina of Time un juego original donde los haya. Con misiones que a nadie se les hubiera ocurrido incluir en un juego, como la tienda de pesca, en la que el uso del Rumble Pak se maximiza.
Suerte que este juego es larguísimo. Pocos pueden contar a estas alturas que hayan acabado con éxito el gran hit de Nintendo. E incluso para aquellos que ya lo han terminado, es casi imposible que se les agoten las excusas para jugar. La inclusión de muchos minijuegos hacen que Zelda sea un cartucho interminable, aunque el final apoteósico sea uno y sólamente uno.
Obra maestra
Una obra maestra que ha dominado su género para colocarse en la cima del mismo. Un coloso de su generación que seguirá siendo comentado y recordado en el futuro. La nota máxima no implica perfección, sino que es usada para señalar a un referente absoluto en el que los demás pueden y deben mirarse. Cómpratelo incluso si no te gusta el género (Nadie podrá decir que no tuviste Quake, Ultima Online o Grand Theft Auto III de turno).