La más real de las virtuales

Nunca antes se había llegado al punto de girar un cuarto de vuelta más la tuerca de una historia y que de este torcimiento se sacara algo más que un refrito ya antiguo. Este es el caso de El Legado del Tiempo, tercera entrega de una serie ya famosa por incorporar nuevas tecnologías en la visualización de los entornos donde se desenvuelve el jugador, The Journeyman Project. Ya desde su 2ª versión de la primera parte, la TURBO, se comenzaron a presentar lo que más tarde se ha ido incorporando a otros programas que se han hecho más famosos. Yo dispongo de esa versión y si bien los cambios han sido profundos, el jugador de la serie se encuentra a gusto en el nuevo planteamiento, y el jugador recién llegado no hecha de menos ninguna experiencia perdida o anterior.

Sigues siendo Gage Blackwood, el agente 5 de la TSA, y tras once años de estupenda, fructífera y peligrosa carrera ya has salvado la historia de la humanidad en dos ocasiones (entregas uno y dos, claro). Un golpe del destino pone a tu compañera de siempre, la agente 3, en el ojo del huracán, convirtiéndola en tu enemigo al intentar incriminarte, sin éxito, en una oscura trama. Arthur tu compañero cibernético de las otras entregas se sacrifica por ti y junto a la traidora caen en un vórtice espacio temporal cuyo fin es tan incierto que a ambos se les da definitivamente por muertos. El escándalo es terrible y hace que tu compañía, la TSA, caiga bajo la política sospecha de su peligrosidad, siendo entonces arrebatada de vuestras manos la tecnología de los viajes en el tiempo. La TSA se desintegra bajo tu atenta e incrédula mirada.

Mientras esperas que todo esto ocurra, en un momento del pasado muy extraño se produce una interferencia temporal que te sientes obligado a investigar desoyendo las ordenes de tu superior. Esta interferencia ha sido provocada por tu antigua colaboradora, la agente 3, para llamar tu atención sobre unos hechos muy extraños que ocurrieron en tres diferentes épocas del tiempo en la Tierra. Esta situación hará que des un "pequeño" salto, que ayudará al novato y al no tan novato, a ponerse al día en lo que se puede hacer con un novísimo traje de salto en el tiempo llamado "el camaleón". Este salto te lleva a un lugar desconocido momentos después de su completa devastación... es la isla de la Atlántida. Tras este, se producirán tres saltos más que harán de ti un experto en la exploración del entorno, antes de acometer la verdadera misión que de nuevo te llevará a salvar la historia que todos conocemos y a tantos nos disgusta. Necesitas encontrar las coordenadas de salto para llegar a tu siguiente destino, siempre un lugar fabuloso cuyo origen se ha atribuido siempre a la imaginación de los pueblos que los inventaron, como la Atlántida o El Dorado.

Los controles son muy sencillos. Todo se maneja con el ratón, como ya nos están últimamente acostumbrando las grandes producciones, y tenemos pocas cosas que recordar, que siempre es de agradecer, simplificando, quizás en exceso, la manera con que se desarrollará el juego.

Un inventario, un fichero de imágenes personales para tu traje camaleón, Arthur el robot parlanchín y ayudante con tres niveles de palabrería, y un casco en cuya visera se encuentra el controlador de los saltos en el tiempo es todo lo que usaras habitualmente. Junto con el típico menú de Windows de opciones, acerca de, y cargar/salvar, se completan las posibilidades. En el centro y ocupando casi el 70% del espacio de juego se encuentra la pantalla de juego, el cristal de tu casco donde asistirás al desarrollo de las imágenes fotorealísticas más espectaculares aplicadas a un juego que este, vuestro servidor, ha visto.

El juego se desarrolla en primera persona y todos los personajes con los que te relacionaras hablaran directamente contigo. Tu utilizaras la voz de Arthur para comunicarte y la imagen del personaje que mejor vaya a la situación en la que te encuentres, obteniendo resultados diferentes según seas uno u otro. La razón de esta variedad no es otra que la de adaptarte perfectamente a tu entorno. Sería muy extraño que un habitante de la Atlántida se comunicara con un extraño ser venido de no se sabe cuando. Para ello te dotan de la posibilidad de poder copiar y almacenar en tu memoria la imagen de cuantos personajes vivos te encuentres por el camino, pudiendo suplantarlos perfectamente. Curiosa es la reacción cuando suplantas a dos hermanos durante el primero de los episodios.

El juego se presenta en una bonita e inútil caja de cartón con unos gráficos espectaculares que se corresponden perfectamente con el juego y que cuando los ves en directo no defraudan en absoluto. En el interior de la caja te encuentras un caja con 4 CDs y un manual muy completo de casi 40 páginas donde ponerte al día de manera muy resumida en todo lo necesario para comenzar la aventura.

El sonido es perfecto, la ambientación magnifica y la situación de voces y luces es de lo mejorcito que he visto. De resaltar el detalle de mirar directamente al sol bajo la sombra de un árbol y cambiar la cantidad de luz que observas como ocurriría realmente si hiciéramos tal acción en la vida real. Otro detalle es la posibilidad de orientarte por el sonido ambiente. Cuando al comenzar has de localizar a un ciego que clama por una limosna, lo puedes hacer siguiendo el sonido de su voz que cambiará según vayas cambiando la orientación de tu mirada.

Lo único que resaltar como algo negativo del sonido es el elevado volumen de la música ambiente que en ciertas ocasiones puede dificultar el correcto entender de una conversación o respuesta de un personaje. Hay que señalar que cuando un personaje te susurra algo al oído... realmente lo susurra y has de estar muy "al loro" para no perder detalle.

Como enciclopedia de civilizaciones perdidas es una mina, pues, bajo los consejos e ideas de Arthur, se nos da un torrente de información interesante en unos momentos, y plomiza en otros, de la misma, por lo que la otra vertiente del juego puede ser el aprender que dicen las leyendas de lugares como la Atlántida o El Dorado.

Trucos no he localizado aun, salvo quizás el de la tecla Escape para cortar los videos de presentación.

El hecho de que todo se realice con el ratón permite que sea un juego fácil donde puedas dedicar todo tu ingenio al juego en si, dejando de lado complicadas combinaciones de teclas para alcanzar las tareas más diversas.

La información hasta un punto agobiante que el charlatán de Arthur llega a darte en ciertos momentos del lugar donde te encuentras. Por suerte es configurable el "chorro" de palabras que puede llegar a darte.

Con las tapas en color y un interior negro con letras blancas, esta editado con clase y no es difícil de leer, ni de entender.