"Creamos mundos", dice el eslogan de Origin. Para los profanos puede resultar exagerado, pero lo cierto es que, tanto en la serie Última como en esta que nos ocupa, lo consiguen sin duda. Vuelve Wing Commander y con él una saga de ciencia ficción que busca un lugar entre las grandes de los medios audiovisuales.Va por el buen camino y puede que lo acabe consiguiendo.
Una antigua profecía Kilrathi describe a alguien que vendrá a iniciar una nueva era de tinieblas. Al parecer ese alguien ya ha llegado, con forma de alienígenas armados hasta los dientes, a los que tendrá que hacer frente la Confederación. Prophecy sigue la tradición de los anteriores capítulos e integra una película con actores reales y un excelente simulador de combate espacial. Podemos ver a personajes ya familiares, como Maniac, Hawk (cuyos actores son semiconocidos, por poner dos ejemplos, el primero aparece en Regreso al futuro y el segundo en Twin Peaks), Rachael (interpretada nada menos que por Ginger Lynn) y por supuesto Blair, la estrella los últimos años, y a quien sigue encarnando Mark Hamill (más conocido como Luke Skywalker). También aparecen caras nuevas. La más importante es la de Casey, el nuevo protagonista y el piloto a quien dirigimos en las batallas. Este personaje también tiene antecedentes, ya que es el hijo de Iceman, una vieja gloria de la Confederación. Las escenas entre misiones se dedican, sobre todo, a explorar la personalidad de los tripulantes, sus relaciones, sus problemas y el pasado de cada uno. Y sin embargo, aunque hay que reconocer que esto lo hace bastante bien, el juego ganaría en profundidad y en ritmo si la parte cinematográfica tuviera más peso en el total, y si el guión aportara más datos al planteamiento inicial, que aun no siendo totalmente original, sí se presenta muy prometedor. Una vez más han hecho el esfuerzo de filmar una película, lo cual es de agradecer, pero deberían haberle dado más importancia al argumento que presentan al principio, y la mezcla con el simulador habría resultado explosiva. Pero dejemos la crítica de cine y vayamos con el juego puro y duro. Las misiones consisten en recorrer los ya clásicos Nav Points, en los que tendremos que eliminar todo lo que aparezca de color rojo en nuestro radar, a la vez que escoltamos naves, defendemos puestos, rescatamos cazas emboscados en campos de asteroides, o hacemos cualquier cosa que sea necesaria para derrotar a la nueva especie que ha llegado con intenciones nada amistosas. Para ello contamos con 7 naves distintas, desde el caza ligero Piraña hasta el bombardero-torpedero Devastador. A ellas iremos teniendo acceso según vayamos resolviendo situaciones y ascendiendo en la clasificación de pilotos. Cada una cuenta con su consiguiente grupo de cañones, de los que hay 8 diferentes, y su propia carga de misiles, dentro de una variedad de 11. Unas veces estaremos solos en nuestros vuelos y otras veces acompañados por nuestros amigos. El mismísimo Blair llega a formar junto a nosotros. A las naves que componen nuestro ala les podemos dar ordenes específicas pulsando las teclas destinadas a ello, y realmente son de ayuda, dada la persistente superioridad numérica del enemigo. Todas las misiones se integran en el argumento, cada una es distinta y muchas deparan sorpresas, por lo que cada vez que despegamos del TCS Midway, o de donde quiera que estemos, tendremos asegurada una experiencia nueva e intensa. En el bar disponemos de un magnífico simulador de vuelo, que es un auténtico tutorial para aprender a manejar todas las naves. Un instructor nos explica exactamente lo que tenemos que hacer, a través de varias misiones que nos dan una idea de los combates reales que nos esperan. Los nuevos gráficos hacen espectacular todo lo que vemos ahí fuera, entre las estrellas: las demás naves, los asteroides, los planetas del decorado, y todo lo que se puede ver en una batalla espacial que se precie. Además quien disponga de tarjeta 3Dfx podrá ver más efectos que los, ya muy destacables, de la versión no acelerada. Pero lo cierto es que no tendremos mucho tiempo de contemplar el paisaje estelar. Porque no hemos venido de vacaciones, piloto, estamos en la guerra.
Audio/Vídeo: Las batallas tienen una gran calidad visual, incluso sin tarjeta 3D, y presentan características gráficas avanzadas, como reflejos desde varias fuentes de luz y nivel de superdetalle. Quien disponga de tarjeta aceleradora podrá añadir más efectos: espacio texturado, niebla, transparencias, etc., que dan un resultado brillante. El sonido utiliza el sistema Dolby, y me sigue sorprendiendo lo que puede llegar a dar de sí una "vieja" Sound Blaster 16. Ojalá todos los componentes del ordenador tuvieran tanta vida útil. Los diseños de las nuevas naves resultan muy vistosos, especialmente los cazas enemigos son preciosos. Syd Mead se ha encargado de crear la nueva especie alienígena, con aspecto de moscardón gigante. En cuanto a las escenas cinematográficas, según Origin, contienen las mejores secuencias renderizadas de la industria. No se si será para tanto, pero lo cierto es que se aproxima mucho a estar viendo una película en la televisión.
Guión La Confederación había vivido una época de paz y tranquilidad tras las últimas grandes guerras. Pero esta llegó a su fin cuando una fuerza desconocida apareció en el sistema Kilrah, eliminando todo vestigio de vida. Las bajas se contaron por miles entre los humanos y fueron mucho mayores entre los Kilrathi. Los primeros indicios hallados hicieron recordar a los xenohistoriadores una profecía, que hablaba de que alguien, no nacido Kilrathi, arrojaría su fuego purificador y llegaría Kn'thrak, una era de tinieblas. Todo esto podía sonar a cuento para asustar a los niños Kilrathi, pero lo cierto es que una gran potencia bélica había llegado, y no hacía distinciones entre especies a la hora de exterminar todo a su paso. La Confederación tenía que hacer algo, y ahora se sabría la verdadera efectividad del nuevo megaportaaviones, el TCS Midway. Los jóvenes pilotos, recién salidos de la academia, tenían que madurar deprisa. Si no, les aguardaba la muerte o un destino mucho peor.
Estrategia y trucos: No voy a explicar aquí las tácticas de un combate espacial. Solo aconsejo a los novatos que practiquen en el simulador que pueden encontrar en la sala de esparcimiento del Midway, y a los veteranos que tampoco duden en hacer todas las misiones de prueba, porque son tan buenas como las verdaderas.
Jugabilidad: Prácticamente todo el teclado tiene alguna función, y algunas teclas varias. Para los conocedores de este tipo de juegos no presenta mayor problema. Los nuevos necesitarán practicar un poco para acostumbrarse, pero merece la pena. Lo cierto es que no presenta mayor complicación que con una mano mover la nave, y con la otra usar todas las funciones. El desplazamiento de la nave se puede realizar con los cursores, con el ratón o con joystick. Soporta Flightstick Pro, Rudder Pedals y Throttle Control.
Comparándolo con...: Como película de ciencia ficción no tiene competencia en el mundo de los juegos. Pero al simulador espacial le faltan opciones multijugador para competir con el X- Wing vs Tie Fighter, de la Lucas. Si se las añaden próximamente, será el mejor programa de combates espaciales. Para mi gusto ya lo es si se piensa jugar solo.
Los gráficos y el sonido El hecho de poder relajarnos entre batalla y batalla, siguiendo una película de ciencia ficción, y que en las propias batallas, la acción y los diálogos se integren en el argumento general. Todos los textos en castellano y las conversaciones en inglés pero con buenos subtítulos, también en castellano. Las misiones están muy bien pensadas y, aun con elementos comunes, todas son distintas.
Enlaces o Links: La página oficial del juego: http://www.wingcommanderprophecy.com/
Manual: Es extenso, en general está bien y lo explica casi todo. Lo que falta viene en un típico fichero de texto. Tiene el problema de no llamar igual a los misiles que el juego, y hace falta probarlos un rato para saber que armamento llevamos. También incluye una parte que habla del mundo en que se desarrolla la historia.
Equipo necesario: Windows 95, Pentium 166 (sin tarjeta 3D), Pentium 133 (con tarjeta 3D), 32 MB de RAM, tarjeta de vídeo PCI SVGA con 2 MB color 16 Bit y de sonido que soporten DirectX 5.0, CD ROM 4X, 150 MB de disco duro Recomendado: Pentium 200, tarjeta de vídeo 3D con 4 MB, CD ROM 12X, 450 MB de disco duro. Direct 3D requiere como mínimo 4MB de Vídeo RAM. Yo lo he usado en un Pentium 166 sin 3Dfx, con 64 MB de RAM, CD ROM 10X e instalación máxima en disco duro de 450 MB. Funciona perfectamente.