Castlevania: Symphony of the Night
Perfección sinfónica
Drácula ha vuelto, pero esta vez no sólo tenemos un látigo para defendernos del señor de la noche. Alucard, su propio hijo, despierta de un letargo para hacer frente a su padre y acabar con su reinado de terror. ¿Te atreves con esta melodia nocturna?
Drácula ha vuelto, pero esta vez no sólo tenemos un látigo para defendernos del señor de la noche. Alucard, su propio hijo, despierta de un letargo para hacer frente a su padre y acabar con su reinado de terror. ¿Te atreves con esta melodia nocturna?
Symphony of the Night es la última entrega de la afamada serie Castlevania, un clásico de los videojuegos que ha aunado desde los tiempos de NES, acción y plataformas en la encrucijada de la familia Belmont como némesis del conde vampiro Drácula. Para esta ocasión Konami ha preparado una auténtica revolución en el planteamiento: ya no sólo tenemos delante un juego de acción donde el objetivo es alcanzar el final del nivel y derrotar al enemigo final.
Drácula ha vuelto, pero esta vez no sólo tenemos un látigo para defendernos del señor de la noche. Alucard, su propio hijo, despierta de un letargo para hacer frente a su padre y acabar con su reinado de terror. ¿Te atreves con esta melodia nocturna?
Symphony of the Night es la última entrega de la afamada serie Castlevania, un clásico de los videojuegos que ha aunado desde los tiempos de NES, acción y plataformas en la encrucijada de la familia Belmont como némesis del conde vampiro Drácula. Para esta ocasión Konami ha preparado una auténtica revolución en el planteamiento: ya no sólo tenemos delante un juego de acción donde el objetivo es alcanzar el final del nivel y derrotar al enemigo final. Ahora se incorpora una fórmula que acerca a Castlevania a un RPG a pesar de utilizar la misma estructura de niveles, con plataformas y acción.
En cuanto a la historia también hay cambios. No controlamos a un descendiente del linajeBelmont como ha sido tradición inquebrantable. En su lugar hace debut estelar Alucard, el hijo del conde Drácula, mitad humano, mitad vampiro, que intenta detener la nueva reencarnación de su malévolo progenitor.
Symphony of the Night arranca en el año 1792 con un fabuloso prólogo. En él Ritcher Belmont se mide al Conde vampiro en la torre de su castillo, recuperando la fase final de Bloodlines. La historia sigue tras derrotar a Drácula, unos años después en los que Ritcher desaparece misteriosamente y los adoradores del conde conspiran para conseguir su resurrección. Es entonces cuando su castillo, señal de su mal, se materializa de nuevo. Cuando parece que el mundo estará nuevamente a su merced, Alucard aparece para frenar la reencarnación de su padre asaltando su castillo.
Una vez tomamos control de Alucard, después de que la muerte le haya despojado de sus valiosas reliquias y armas, nos damos cuenta cómo ha cambiado Castlevania. El personaje se gestiona como si fuera un RPG; tiene una ficha de habilidades donde se informa de su estatus y de su nivel y además puede equipársele con una gran cantidad de objetos y armas. Se puede asignar un arma a cada una de las manos, o un arma y un escudo o una espada a dos manos, una armadura, una capa, un objeto para el rostro-cabeza y dos accesorios como pendientes o anillos.
Alucard también puede utilizar la magia. Aprenderá conjuros a lo largo de su cruzada contra su padre, aunque de inicio puede emplear el Hellfire, una teleportación unida a un ataque de fuego, pero más adelante el catálogo se amplía con otros más demoledores e incluso con invocaciones de criaturas llamadas Familiares. Estas criaturas combatirán al lado de Alucard, también ganando experiencia y realizando acciones especiales que resultarán de gran ayuda.
Acostumbrados a controlar a los Belmont, Alucard presenta muchas diferencias. En primer lugar, el látigo desaparece como arma. El protagonista utiliza espada y escudo preferentemente aunque durante el juego puede hacerse con muchas otras armas de filo y también contundentes. Aún así se mantiene el sistema de armas secundarias, con los puñales, el reloj para parar el tiempo, las hachas, agua bendita, ajos o la Santa Cruz, por ejemplo, y que se nutren de corazones que recopilaremos de los candelabros del castillo.
Y siguiendo con el inventario, a lo largo del juego se pueden recoger objetos mágicos que algunos de ellos tienen usos determinantes en el éxito de la misión, mientras otros son meramente testimoniales. En el segundo grupo los hay que muestran el daño que inlingimos a los enemigos o el nombre de las criaturas, algo que sirve para nutrir el bestiario de criaturas que se puede consultar, mientras que en el primero aparecen algunos con acciones tan importantes como el doble salto o las transformaciones. Como buen vampiro y habiendo conseguido el medallón correspondiente, Alucard puede transformarse en murciélago, accediendo a zonas inaccesibles de otra manera. También puede hacer lo mismo transformándose en lobo, pero ambas tienen un coste de puntos de magia.
Todo el juego discurre en el interior del castillo de Drácula, pero visitaremos áreas muy diversas. Desde los jardines exteriores que cruzamos nada más entrar, hasta sus desagües, biblioteca, laboratorio, coliseo, mazmorras o torreones. Todos ellos suponen una continuación muy clara de los escenarios que hemos visto en los demás Castlevania, pero eso si, están cargados de una grandísima cantidad de detalles.
El detalle se puede también ver en las animaciones de Alucard, con unos gestos naturales y fluidos, algo que consigue destacar dentro de este género de la acción en 2D. Los enemigos también están muy bien recreados, tienen diseños interesantes, aunque demasiado continuistas en su núcleo. La mayor parte del tiempo la pasamos aniquilando esqueletos, zombies, hombres lagarto, cabezas de medusa y caballeros en armadura, aunque Konami ha aportado toques diferentes, por ejemplo, con los libros voladores, las masas de ectoplasma, las plantas carnívoras, las arpías, marionetas, espíritus y otros diseños que pegan muy bien con la ambientación del castillo. Los jefes finales aportan igualmente ideas frescas, viviendo contra ellos batallas decisivas.
La música es uno de los puntos fuertes del juego. Gracias al sistema de CD de PlayStation se ha podido incorporar piezas de gran belleza sonora, de corte instrumental, como guitarras, ténue en ocasiones, remixes de composiciones clásicas y algún tema cantado que hará emocionarse a más de uno. Los gráficos son en 2 dimensiones y consiguen su cometido: son siniestros y oscuros pero bien definidos.Los fondos son, en algunos momentos, impecables, dando siempre un aspecto gótico. Hay toda una galería de enemigos bien dibujados, y su animación pero sobretodo la de Alucard son muy buenas. Los combates son potentes, y en algunos momentos muy sangrientos. Las ilustraciones de los personajes principales ha sido realizado a cargo de la dibujante de Manga Ayami Kojima, toda una especialista en el tema y que es la primera vez que ilustra a la saga.
La duración también juega a favor de Symphony of the Night. El castillo de Drácula tiene mil recovecos, salas secretas y habitaciones que sólo pueden accederse habiendo cumplido algún requisito que motivan a pasar horas y horas recorriéndolo. Una vez cumplido el verdadero objetivo del juego, se nos invita a jugarlo de nuevo en forma de espejo, es decir, jugar al castillo invertido, lo que añade nuevos retos. Y por si fuera poco, es posible contrlar al mismísimo Ritcher Belmont. Sin duda no es un juego que te puedas acabar en una tarde.
La saga Castlevania ha sabido redefinirse y mirar más allá de su enfoque de acción y plataformas lineal. Mientras que permanece fiel a las bases originales, esta nueva visión de RPG ha conseguido resucitar a la serie y elevarla a nuevos registros. ¿Mejor que Rondo of Blood? No me atrevería a decir tanto, pero lo que sí puedo afirmar es que Castlevania ha entrado en otro nivel con esta auténtica obra maestra.
Obra maestra
Una obra maestra que ha dominado su género para colocarse en la cima del mismo. Un coloso de su generación que seguirá siendo comentado y recordado en el futuro. La nota máxima no implica perfección, sino que es usada para señalar a un referente absoluto en el que los demás pueden y deben mirarse. Cómpratelo incluso si no te gusta el género (Nadie podrá decir que no tuviste Quake, Ultima Online o Grand Theft Auto III de turno).