Rumanía testa el crecimiento de los Leones en la final de consolación
Como el año pasado, la Selección se juega el tercer puesto del torneo antes los Robles. Bouza: “Hasta ahora nos pondría un seis o un siete, no más”.
En un déjà vu el año pasado, en el estreno del formato actual con doble fase del Campeonato de Europa, España se enfrenta este domingo (18:15, Movistar Deportes 4) con Rumanía por el tercer puesto del torneo en la final a cuatro de París, que tendrá como protagonistas del duelo por el título a Georgia y Portugal, hoy por hoy la élite dentro del segundo escalón del rugby del Viejo Continente.
Sin ninguna diferencia tangible, orgullo aparte, entre quedar tercera y cuarto, las aspiraciones de la Selección se reducen a consolidar el crecimiento ofrecido desde aquella tortuosa visita a Países Bajos de la primera jornada. “Esperamos seguir mejorando partido a partido. A Portugal les podríamos haber ganado, pero bueno se mejoró el juego. No aprovechamos nuestras oportunidades y ellos sí. Con Rumanía hay que dar un paso adelantey jugar bien el partido entero”, analiza el seleccionador español, Pablo Bouza, a un partido de concluir la primera edición del REC con él en el timón de España.
El argentino se muestra exigente cuando se le pregunta por su grado de satisfacción con el rendimiento ofrecido por un bloque aún en construcción: “El objetivo era estar en la final, así que por ahí no hemos cumplido. Es difícil medir, hay cosas que podemos mejorar. Tendríamos un seis o un siete, no más. El equipo puede crecer muchísimo, pero hay cosas que requieren tiempo”. “Rumanía es un equipo muy físico, depende mucho de cómo nos vaya en scrum y maul a nosotros. Entrenamos toda la semana, fue de las mejores que tuvimos. La semana de descanso hemos trabajado mucho. Todo pasará mucho por la disciplina y el contacto físico”, añade en referencia a unos Robles que han cedido terreno en los últimos años ante Portugal y España, pasando de ser la potencia dominante del Tier 2 europeo junto a Georgia a tercero o a ratos incluso cuarto en discordia. Esta edición, sin ir más lejos, han encajado un 43-5 en Tbilisi y un 24-49 de Portugal, y sudaron para ganar a Bélgica (33-18) y Polonia (8-20).
“Repetir lo de Portugal. Conseguir dar una buena imagen. Siempre jugamos para ganar”, fija como objetivo Mario Pichardie, el capitán, para un duelo que se jugará, apunta Bouza, sobre “césped artificial muy cortito” en el Jean Bouin de París, casa habitual del Stade Français. “Hay que trabajar más que ellos al movernos, recolocarnos antes”, ofrece como clave Pichardie. Los precedentes, seis victorias españolas en 39 enfrentamientos desde 1958, no son halagüeños. Sí que tres de esos triunfos se hayan producido desde 2018, y las ganas de revancha que puede infundir en los Leones, con incorporaciones notables en la lista como las de Santi Ovejero y Jon Zabala, la derrota 25-31 del año pasado en idéntico escenario.