Xabi: ¿The Ocean Race? Un barco español tira mucho del carro”

Xabi Fernández (Gipuzkoa, 19/10/1976) es uno de los mejores regatistas españoles de la historia. Atesora prestigio nacional e internacional y es que tiene un oro olímpico en 49er (Atenas 2004), una plata (Pekín 2008), tres títulos Mundiales y tres Europeos. Además, en 2011 fue nombrado Regatista Mundial del Año por la Fderación Español de Vela y ha dado seis veces la vuelta al mundo (cinco con la VOLVO Ocean Race y una con la Barcelona World Race). Atiende a AS en Génova porque está participando en la 50th Anniversary Legends Regatta de The Ocean Race. Eso sí, se ha ‘escapado’ porque está inmerso en la preparación de su cuarta Copa América porque es uno de los entrenadores del INEOS Britannia de cara a la 37ª edición de Barcelona 2024.

Usted ha dado seis veces vueltas al mundo (cinco VOLVO Ocean Race y una con la Barcelona World Race). ¿Cuál es su mejor recuerdo?

Recuerdos... todos buenos porque la Volvo (ahora The Ocean Race) ha sido parte de mi carrera, de mi vida, desde 2005. Me ha dado muchísimo y tengo recuerdos, como todos, en los que vamos olvidando lo malo y te quedas con lo bueno. He competido con gente buenísima y de la que he aprendido un montón. El mejor recuerdo que tengo es la última que hice, con MAPFRE, que fue muy buena personalmente y como equipo. En esta edición no ha podido ser, pero algo bueno vendrá.

¿Dice que ha ido olvidando lo malo, pero se le ha quedado algo clavado?

Es difícil, pero sí que hay alguno por mal tiempo o por momentos de demasiada calma, en los que ves que el resto de barcos se mueve y tú no. Son momentos estresantes. Es obvio decir que hemos pasado mucho frío, aunque también es algo bonito y por eso queremos volver. Se navega en situaciones difíciles de encontrar en otros sitios.

Ahora está en Génova como leyenda...

Bueno, como invitado (sonríe).

Lo que está claro es que su periplo en la The Ocean Race no está acabado...

No porque en esta edición estuvimos a punto de competir. Y no está descartado, para nada, en el futuro. Se está trabajando muy duro y después de la última con MAPFRE, en 2018, nos pusimos para intentar volver. Para esta edición estuvimos muy cerca de estar porque intentamos un proyecto con un IMOCA nuevo y exclusivo, algo parecido a lo que tiene el 11th Hour Racing Team, para pelear a muerte. Después todo se complicó con el Covid-19, se paró y casi que perdimos el momento. Con Pedro Campos se ha estado trabajando hasta última hora e incluso apareció una opción de alquilar un barco, pero se cayó. Siempre hemos sido conscientes de lo difícil que es y la suerte que hemos tenido habiendo competido de manera seguida en las últimas cinco ediciones anterior a esta (Movistar, Telefónica Azul Telefónica y MAPFRE). Esta vez no ha podido ser, pero como le ha pasado a mucha gente. Todos seguimos trabajando e intentaremos volver.

La próxima edición (2026-27) volverá a salir desde Alicante. ¿Esto les da más fuerzas para intentar sacar adelante un proyecto?

Claro, es muy importante para nosotros e incluso para la regata. Que haya un barco español tira mucho del carro. Veremos si en el futuro podemos lograrlo.

¿Por qué cuesta tanto sacar adelante un proyecto español?

No creo que sea exclusivo de España, es que le cuesta a todo el mundo. Hay muy pocos equipos que han repetido proyecto, ni teniendo empresas enormes. Esta regata es inigualable e inmejorable para grandes patrocinios porque se logran muchas cosas con las etapas, las paradas en las ciudades. Se une a la empresa de manera internacional, como en nuestro caso fue Telefónica y MAPFRE. Es difícil en todos los lados, se necesita mucho dinero y son tiempos complicados. La competencia, además, es caníbal para lograr patrocinios. Pero esto no quiere decir que para la próxima no vaya a ser.

Le pido que se moje. ¿Habrá barco español en la edición de 2026-27?

No se está parando de trabajar, pero el hecho de no estar en esta edición hace que estemos un peldaño por debajo. Aunque el trabajo es brutal y muchas cosas se han de dar bien.

En España no se apoya tanto a la vela como a otros deportes y los regatistas españoles tienen más trabajo fuera que en ‘casa’. ¿Por qué?

Esta es la realidad en el mundo de la vela. España es de los países con más costa y en los que menos se navega. Es una pena y un problema que no vamos a arreglar aquí. Cuesta mucho. Después vas a sitios como Inglaterra, Noruega, Suecia, Alemania... que hace mal tiempo y frío y navegan mucho más. No sé muy bien porqué. Pero en España hay una buena vela de base, infantil y juvenil, con buenos resultados en vela olímpica. Son ciclos. Tuvimos una época, en los 2.000, con buenos circuitos y barcos y para nada tenemos un país que está parado, pero es complicado sacar adelante las cosas. Lo que sí necesitamos es esa generación de armadores que sí hay fuera.

¿El futuro de la vela en España está asegurado?

Sí, hay un montón de gente para llenar un barco de vuelta al mundo. Hay chavales que navegan en vela olímpica y podrían estar aquí. Para nada faltan regatistas. Una vez esté el proyecto será dificíl decir que no a la gente porque muchos querrán, y podrán, estar.

Ahora se encuentra en Génova, pero es solo un parón porque está en plena campaña de Copa América con el INEOS Britannia. ¿Cómo lo lleva?

Con INEOS será mi tercera Copa América y muy bien. Hemos estado en Palma casi un año, con la base allí y ahora ya pasamos a Barcelona. Estoy de entrenador allí con Rob Wilson y creo que va a ser bonito. La Copa América es casi inaccesible, pero será un evento muy chulo en Barcelona. Esperamos tener buenas condiciones para navegar.

Una de las ‘novedades’ de este año es que en los barcos irán ciclistas...

Sí, vuelven. Es parte de la energía. Todo evoluciona y hay que estar con la mente abierta. Hay gente a la que no le gusta esta vela más moderna porque no la entiende muy bien, pero es que hay que adaptarse. Ahora los barcos van muy rápido, no hay cambio de velas, no hay maniobra de izar y arrias velas y la realidad es que el barco de Copa América, el 75 pies, lo podrían llevar entre tres. Aunque habrá cuatro personas, que serán los ciclistas, que generarán energía hidráulica. Podrías poner un motor y quitar a los ciclistas, pero es el balance. Antes había más trabajo de tripulación y es diferente, ni mejor ni peor. Ahora es muy espectacular para verlo desde fuera y es curioso que haya cuatro personas a bordo solo para generar energía.

¿Cree que en Barcelona se podrá volver a vivir el espíritu de Barcelona 92?

Los Juegos Olímpicos sí que impulsan de verdad todo el deporte y no se puede comparar con nada, ni con Copa América ni otro evento. Pero creo que sí habrá un gran ambiente y es que estarán los mejores. Mucha gente no es consciente de la magnitud del evento y cuando se den cuenta lo van a seguir y les va a gustar. Es verdad que ha de dar un empujón a todo el mundo de la vela. Tenemos una suerte increíble de tener la Copa América en España.

Desde fuera, ¿qué le parece el equipo español de Copa América juvenil y femenino?

Sé que están trabajando e ilusionados. No me gusta mucho admitirlo, también me estoy haciendo mayor, pero es no tengo muy controlados a los chicos jóvenes. Sí tengo más trato con las chicas y las sigo y tienen gente como para contar con un equipo muy fuerte. Aunque tendrán que organizarse porque muchas están en vela olímpica. Hay que centrar mucho el objetivo, no creo que se tenga que hablar de ir a ganar porque los equipos de Copa América también tendrán barco juvenil y femenino, y claro, tendrán ventaja. Aunque la base en España es muy buena y se hará un gran papel.

¿Emirates Team New Zealand es el gran favorito?

La Copa América es la única competición deportiva del mundo en la que el ganador pone las normas y por eso es tan díficil ganarla. Y normalmente quien la gana la defiende, como mínimo, una vez. Por ello, sí que New Zealand es favorito, pero es que nosotros (INEOS Britannia) somos el equipo retador y nos podemos anticipar a las reglas. Aquí el tiempo es la mayor ventaja que puedes tener. Pero es que hay muy buenos equipos y todos empujarán. Nosotros hemos evolucionado bien y tiene buena pinta.