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NATACIÓN | EUROPEO DE PISCINA CORTA

Wiffen destroza el récord mundial de Hackett 15 años después

El irlandés completa en los 800 libre su triplete de oros apuntando con fuerza a los Juegos de París. Italia pasa de ninguno a cinco oros individuales en la última tarde del Europeo de Otopeni.

Otopeni (Romania), 09/12/2023.- Daniel Wiffen of Ireland celebrates after the Men's 800m Freestyle final at the LEN European Short Course Swimming Championships in Otopeni, Romania, 10 December 2023. (800 metros, Irlanda, Rumanía) EFE/EPA/ROBERT GHEMENT
ROBERT GHEMENTEFE

Después de seis días, de 12 sesiones y de un sinfín de podios y ceremonias de imposición de medallas, hubo que esperar a la última final individual de todas, este domingo por la tarde, para asistir al primer y único récord del mundo que se ha batido en el Europeo de piscina corta de Otopeni-2023. ¡Pero qué récord! Valió la pena aguardar a que Daniel Wiffen pulverizara la plusmarca en los 800 metros libre del legendario Grant Hackett, que llevaba vigente desde 2008.

Se convierte el irlandés en el principal nombre propio del Europeo, por su récord y por un triplete de oros –en 400, 800 y 1.500 libre– que sólo ha podido emular el suizo Noe Ponti –conquistó las tres pruebas de mariposa–, y a las puertas del cual se quedaron el espaldista Mewen Tomac y la rusa nacionalizada francesa Anastasiia Kirpichnikova. Cinco medallas entre individuales y en relevos se adjudicó la sueca Louise Hansson.

Aunque si para un país fue la tarde del domingo fue para Italia, que pasó de no contar con ningún oro individual a llevarse cinco del tirón, más el de los 4x50 estilos mixto en la final que cerraba unos campeonatos sin participación española por decisión de la Real Federación Española de Natación (RFEN), con David Popovici en perfil medio y con la vista puesta más en los Juegos Olímpicos de París del próximo verano que en el Mundial del inminente febrero en Doha.

Ponti, a un paso del póquer

Había comenzado la definitiva sesión de tarde con Noe Ponti acariciando el póquer de oros –tras haber conquistado las tres pruebas de mariposa, el primero que lo alcanza en un Europeo– en un 100 metros estilos a cuya final había accedido vía desempate y tras la descalificación el sábado de Thomas Ceccon. Y después de haberse borrado por la mañana de los 400 estilos para no pagar aún más el sobreesfuerzo. Casi saca petróleo el suizo, que sin embargo fue superado por el austríaco Bernhard Reisthammer (51.39), con el griego Andreas Vazaios en tercera posición.

Llegó inmediatamente el primer oro individual de Italia en este Europeo, el de Nicolo Martinenghi (25.66) en los 50 braza, seguido de su compatriota Simone Cerasuolo y de otro de los grandes favoritos, el turco Emre Sakci.

Tomac, sin triplete por una décima

Paradójicamente, y después de esperar seis días, tardaría sólo unos minutos en llegar el segundo oro en solitario de los transalpinos, en una de las finales más preciosas del campeonato. Se lo adjudicó Lorenzo Mora (1:48.43) en un trepidante último tramo de los 200 espalda, en los que el francés Mewen Tomac (1:48.55) aspiraba a completar su triplete –tras campeonar en los 50 y 100 de la especialidad–, que parecía posible tras su impresionante inicio pero que acabó en bronce. En mitad del camino, plata, estuvo el británico Luke Greenbank (1:48.53). Los tres batieron sus respectivos récords nacionales, lo que demostró el vértigo de la final.

Algo semejante a lo de Ponti y Tomac le sucedió en los 200 libre femeninos a Barbora Seemanova. La checa, que por la mañana había prescindido de los 400 libre para centrarse en los 200, dominó los tres primeros cuartos de la prueba, pero fue superada por Freya Anderson (1:52.16) y seguida por la también británica Freya Colbert. La húngara Nikolett Padar no aguantó el ritmo y quedó fuera del podio.

Quadarella desbanca a Kirpichnikova

Y llegaron esos 400 libre. Vaya si llegaron. Y cayó el tercer oro individual para una Italia que lo dejó todo para el final. No así Simona Quadarella (3:59.50), cuya carrera fue inteligentísima para no dejarse comer la tostada por Anastasiia Kirpichnikova como sí había sucedido en los 800 y los 1.500.

Esta vez la rusa nacionalizada francesa también empezó por delante, pero no la dejaron escapar ni la italiana ni Valentine Dumont, que acabaría tercera, ni incluso una sorprendente Maya Werner, la alemana, que lideró un tramo de la prueba desde el primer carril. Desde los 275 metros y hasta el final, Quadarella no cedió el mando, aunque Kirpichnikova quedó finalmente a seis centésimas, en otra búsqueda infructuosa de un triplete.

Razzetti, récord del campeonato

De pronto, debieron de agradecer desde el control de sonido que no se empleen ya discos analógicos, pues el Canto degli Italiani, el himno italiano, se hubiese rayado. El cuarto oro individual del domingo lo propició un inmenso Alberto Razzetti (3:57.01) en los 400 estilos, donde fue un paso más y se hizo con el récord de la competición.

Llegó incluso a ir superando por medio cuerpo la plusmarca europea, palabras mayores, con el meritazo de que en el tramo de crol no sólo no cedió ante el británico Duncan Scott, plata, sino que amplió su ventaja. En el tercer cajón quedó el griego Apostolos Papastamos, constante en su ritmo.

Justicia para Pilato

El quinto oro de Italia lo aportó probablemente quien más lo había buscado, una Benedetta Pilato que llevaba dos platas y que en los 50 braza ofreció una auténtica exhibición de principio a fin, rebasando su propio récord del campeonato (ahora 28.86) y quedando a cinco centésimas del europeo, que también obra en su poder. La siguieron, literalmente porque no pudieron hacer otra cosa, la estonia Eneli Jefimova, y tanto la también italiana Jasmine Nocentini como la británica Imogen Clark, quienes compartieron el bronce.

Se encargó Maxime Grousset de que no se diera el sexto triunfo italiano de la tarde, al imponerse por tan sólo cinco centésimas a Alessandro Miressi en la prueba reina de los 100 libre, con David Popovici estableciendo una enorme remontada en el último largo para pasar de la séptima plaza a colgarse el bronce.

A las puertas se quedó acto seguido Louise Hansson de su cuarto oro, de su sexta medalla, en unos 50 mariposa que no tuvieron una sino dos ganadoras, la griega Anna Ntountounak y, sorprendentemente, la neerlandesa Giele Tessa (25.10). Y tercera quedó una sueca, pero no Hansson, sino Sara Junevik.

Wiffen para la historia

Y llegó con esa emoción el gran momento de la sesión vespertina. Del domingo. De este Europeo de piscina corta. Porque Daniel Wiffen se postulaba claramente al oro en los 800 metros libre después de haberse adjudicado con autoridad los 400 y los 1.500. Pero una cosa es ganar y otra convertirse en el nadador más veloz de la historia en tal distancia.

Y batiendo no un récord cualquiera, sino uno que se mantenía firme desde el 20 de julio de 2008, y que tenía como autor a uno de los mejores (sino el mejor) mediofondista de todos los tiempos: Grant Hackett. El irlandés pulverizó los 7:23.42 del australiano para situarlo en 7:20.46. Estratosférico es poco.

Porque Wiffen fue líder de principio a fin, y a mitad de carrera ya le sacaba casi tres segundos al ucraniano Mykhailo Romanchuk, entonces segundo. Pero en ese momento, en lugar de mantener la ventaja lo que hizo fue acelerar, fue ir incrementando el ritmo hasta endiablar la carrera y al público de Otopeni, de Europa, del mundo de la natación, sacándole 9.86 al francés David Aubry y 10.74 finalmente a Romanchuk, tercero. Memorable.

No podía acabar más alto el campeonato, ni tampoco Italia, que después de conseguir sus cinco oros individuales en la sesión vespertina del domingo puso la guinda en el 4x50 estilos mixto con otra victoria (1:36.58), forjada por Lorenzo Mora, Nicolo Martinenghi, Silvia di Pietro y Jasmine Nocentini. Francia y Países Bajos se colgaron la plata y el bronce en este colofón del campeonato continental.

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