Wellinger se impone a Kobayashi en Oberstdorf para liderar el Cuatro Trampolines

Hace varias semanas se colgó el cartel de ‘no hay billetes’. La expectación estaba por las nubes. La ilusión, desbordada en una afición alemana que vuelve a sonreír. Sobre todo, después de que Andreas Wellinger pusiera fin a tres años de sequía de su país en el Cuatro Trampolines que arrancó este viernes en Oberstdorf. El Orlen Arena registró un récord de asistencia de 25.500 espectadores, testigos privilegiados de un equipo alemán en el que todo funciona, especialmente en un Wellinger que dio continuidad a Karl Geiger, último ganador germano en esta competición, allá por 2020 en este mismo trampolín. Más difícil será cerrar la brecha de Sven Hannawald, último Águila Dorada de Alemania (2002), con Grand Slam incluido. Palabras mayores, aunque el de Traunstein ya ha dado el primer paso tras imponerse en un fantástico duelo a un renacido Ryoyu Kobayashi que vuelve a saltar en su mejor versión. Stefan Kraft, líder de Copa del Mundo, cerró el podio.

La competición confirmó a las primeras de cambio algo que se intuía por lo visto hasta ahora en la presente temporada: el Cuatro Trampolines tendrá un nuevo campeón. La forma de producirse sí fue inesperada, porque era impensable que Halvor Egner Granerud quedase fuera de la segunda ronda, con apenas 100 puntos otorgados por un salto corto y pobre en lo técnico. “Me siento vacío”, declaró el noruego. Ver a todo un Águila Dorada y doble Globo de Cristal despedirse de ese modo es, cuanto menos, doloroso.

Para los últimos ocho duelos de la primera manga, el viento cambió radicalmente. Pasó de soplar a favor para hacerlo de cara, lo que se traducía en buenas noticias: mayor sustentación en el aire. No consiguieron aprovecharlo hombres como Philipp Raimund y Peter Prevc, 4º y 3º en la clasificación del pasado jueves, respectivamente. Sí lo lograron dos viejos rockeros como Kobayashi y Kraft (132,5 m), a los que únicamente les separaron ocho décimas en la puntuación. Parecía que al japonés le sobraría con sus 134,5 metros para dominar la sesión, pero Wellinger demostró por qué estuvo intratable en la clasificación. Vuelo impecable y 139,5 metros. Puñetazo encima de la mesa. Las gradas enloquecían.

Las condiciones no hicieron más que mejorar con el paso de los minutos. Y Peter Prevc maldijo su suerte por su discreto primer salto, ya que en su segunda tentativa firmó 138 metros. De haber sido más consistente, quizás habríamos hablado de otro resultado... Esa actuación pareció dar impulso extra a su compatriota Lovro Kos, que se marchó hasta los 139,5 metros. Liderato provisional y toda la presión en el tejado de los favoritos... Geiger, fiel a sí mismo, volvió a su inseparable irregularidad, mientras que Kraft cumplió y se vio favorecido por los 20 puntazos de la compensación.

Así las cosas, todo quedaba en manos de Kobayashi y Wellinger. Con peores condiciones de vuelo que en los minutos previos, el japonés apretó hasta los 129 metros, lo que le servía para ser el primero que superaba la barrera de los 300 puntos. Muchos se habrían encogido ante la presión que suponía liderar las ilusiones de todo un país, pero era el día de Wellinger. Aprovechando la gran ventaja acumulada con su primer salto, el alemán fue a asegurar con 128 metros que le dieron el triunfo por apenas 3 puntos sobre Kobayashi. Próxima parada, Garmisch-Partenkirchen, icónico escenario de los saltos de Año Nuevo. De momento, Alemania golpea primero.

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