Un SailGP de oro: “En la vela española sobra el talento”
El equipo que ha ganado la última edición de la F1 del mar, la de los catamaranes voladores, visita AS con Florian Trittel y Diego Botín, campeones olímpicos de 49er en los Juegos de París, entre ellos.
Un equipo en la acepción más completa de la palabra, el ‘horizontal’ como son conocidos ‘Los Gallos’, el Spain SailGP Team, por su reparto de responsabilidades y la ausencia de un líder definido como sí ocurre en otras embarcaciones. Los vigentes campeones del circuito de catamaranes voladores, la F1 del mar, visitó AS. “Es un éxito de toda la vela española. El objetivo es marcar un camino a las nuevas generaciones demostrando que la marca España puede ganar también en un deporte muy anglosajón. Fuera de los Juegos es el mayor éxito conseguido nunca”, afirma Antonio Alquézar.
El CEO, que se incorporó justo antes de esta cuarta temporada de la competición mueve a 350 personas por el mundo y que crearon Russell Coutts y Larry Ellison (cofundador de Oracle), resalta un certamen que, por ejemplo, tuvo un impacto económico en el fin de semana de la cita de Cádiz, la única española, cercano a los 90 millones de euros. “En EE UU ha sido el mayor evento náutico visto en los últimos 30 años. Por encima de la Copa América... y de la Fórmula 1″, apostilla Alquézar.
Diego Botín (piloto), Florian Trittel (trimmer de ala), Joan Cardona (táctico y grinder), Joel Rodríguez (controlador de vuelo), Nicole van der Velden (estratega), Bernardo Freitas (grinder) y Stewart Dodson (grinder) son la alineación que alzó el trofeo y la que continuará en la quinta temporada que abre Dubái (23-24 de noviembre). Todos menos el neozelandés, que se alterna en cada regata con el portugués también grinder (molinillo), estuvieron presentes en la Redacción. “En España sobra talento”, dice con firmeza Cardona que fue bronce en la clase Finn en los Juegos de Tokio.
No es el único olímpico. Botín y Trittel se alzaron con el oro en 49er en los recientes Juegos de París. “Fue duro compaginarlo. Íbamos rebotando de un lado a otro. Nos planteamos cómo poder compatibilizar el SailGP y la preparación para París, y si seríamos capaces de hacerlo. Y vimos que unir ambas cosas nos iba a hacer mejores. Estábamos seguros de ello. La sensibilidad de un barco pequeño te ayuda con los grandes”, aseguran Florian y Diego. Y el resultado les ha dado la razón. “La medalla olímpica es un proyecto de vida”, reconoce Trittel antes de revelar: “No hemos decidido aún si seguiremos un nuevo ciclo olímpico”.
Éxitos que se explican... “con todo lo que hemos apretado para llegar al nivel”, “la confianza que tenemos los unos en los otros”, “la estabilidad”, “la comunicación”, “mantenerse juntos acostumbrándote a navegar siempre junto a ellos” y “unidos”, como enfatiza Nicole tras los diferentes apuntes de sus compañeros. El SailGP es un producto que crece exponencialmente, “va calando en la gente”, y una clave es la igualdad de los barcos para los contendientes, que serán 12 en la siguiente edición. “Toda la información es abierta, se aprende compitiendo y se estudia al resto para mejorar”, afirma Botín.
“Sacar lo máximo y ser capaz de derrotar a los rivales te hace sentir muy orgulloso”, dice Rodríguez. El F50 está en constante evolución y está hecho “para volar”, como dice Trittel. Y tanto. Es capaz de despegar a 7 nudos y alcanzar velocidades cercanas a los 110 km/h. “Hay riesgos. Llevamos una línea de vida y una botella de oxígeno para dos minutos. Y un cuchillo para poder salir en caso de vuelco y problemas”, explica Freitas.
“El SailGP está cambiando la vela, están los mejores y atrae a un público muy joven. Todos los equipos trabajamos juntos para hacer de este circo itinerante algo muy grande”, dice Alquézar. Regatas cortas, pura adrenalina. “Son carreras y a los aficionados al deporte le gustan las carreras. También a los inversores, pero estos quieren entrar con patrocinadores ya en el equipo”, afirma Cardona. “Cada vez hay más peticiones, de equipos y de ciudades. El proyecto puede llegar a 20-22 pruebas (ahora son 14). Estamos trabajando para ser privados. Estamos en conversaciones con varias empresas. Nos gustaría que fueran españolas, pero habrá que ver. Esperamos poder anunciar cosas pronto”, revela el CEO.
La pregunta es obligada. ¿El SailGP es un paso para tener un barco español en la Copa América? “El objetivo es asentar esto. Para hacerlo bien se necesita un gran presupuesto, tiempo, dedicación... Si nos lanzamos será para hacerlo bien”, reconoce Trittel dejando claro que el presente es el SailGP. Y el futuro se verá. Por último, el oro en París junto a Botín, desvelaba una anécdota de su éxito olímpico: “En la embarcación llevábamos un pato de oro que nos dieron los alemanes en la última prueba del SailGP. Ellos habían sido bronce en Río y Tokio y nos contaron que era porque tomaban cápsulas de café que eran de ese color, y nos dijeron que lleváramos ese pato de color dorado. Y mira. Iba con nosotros en cada regata junto a un cerdo rosa que nos regaló mi madre y mi pareja”.
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