Un entrenador personal aclara cuántos días a la semana hay que ir al gimnasio: “La gente te lo agradece”

Adentrarse en el mundo del entrenamiento físico puede ser una experiencia tan motivadora como abrumadora. Para quienes dan sus primeros pasos en un gimnasio o comienzan una rutina de ejercicios, es común sentirse desorientado ante la cantidad de información disponible. Esta sobrecarga de información, hace que muchas personas no sepan por dónde empezar o teman cometer errores que perjudiquen su progreso.

Uno de los primeros obstáculos con los que se encuentra quien se apunta al gimnasio por primera vez es, sin duda, el tiempo. La falta de disponibilidad horaria se ha convertido en la excusa más común —y también en el mayor enemigo de la constancia— a la hora de mantener una rutina de ejercicio. De este problema surge una de las preguntas más frecuentes entre principiantes: ¿cuántos días a la semana conviene ir al gimnasio?.

La respuesta de un experto

En una charla exclusiva para As, el entrenador personal Pablo Dodero despeja esta duda con un enfoque claro, accesible y, sobre todo, realista. “La frecuencia de entrenamiento varía mucho dependiendo de lo que quieras conseguir”, explica. Según Dodero, no existe una única respuesta válida para todo el mundo, ya que cada objetivo —ya sea ganar masa muscular, mejorar la salud cardiovascular o simplemente moverse más— exige una planificación distinta.

A pesar de la variedad de metas individuales, Dodero señala que existe un consenso científico que puede servir de guía para la mayoría: “Por base científica, si buscas hipertrofia, lo mejor es entrenar dos o tres veces por semana por grupo muscular”. Además, el entrenador desmitifica la idea de que entrenar menos de cinco días a la semana no sirve para nada: “Decir que si no vienes 4-5 días por semana no vale para nada no es realista”, afirmó con convicción.

Para Dodero, lo importante es construir un hábito sostenible en el tiempo que encaje con el estilo de vida de cada persona. “Si es por salud, con que vengas un par de veces yo soy feliz”, asegura. Más allá de los resultados físicos, el entrenador destaca el impacto positivo que tiene el ejercicio en la calidad de vida de sus clientes, incluso cuando se practica de forma moderada. “La gente te lo agradece”, dice, aludiendo al bienestar que muchos redescubren al incorporar el movimiento regular a sus rutinas. Porque, al final, el mejor entrenamiento es aquel que se puede mantener en el tiempo.

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