Un Barça liderado por Petar Cikusa ahonda en la crisis del Valladolid
El conjunto azulgrana sigue de dulce y el jueves puede ser equipo de cuartos de final de Liga de Campeones. El Cangas pierde una oportunidad.
El Barça se encomendó este sábado al joven Petar Cikusa, autor de seis goles y siete asistencias, para ahondar la crisis de un irregular Recoletas Atlético Valladolid (42-27), que pese a estar cerca de la parte alta de la tabla, lleva desde octubre sin encadenar dos victorias seguidas. Con este resultado, el conjunto dirigido por Carlos Ortega sigue de dulce, líder tanto en Liga como en el Grupo B de Liga de Campeones, y aunque hace solo dos días venció al Oporto (40-33), demostró que tiene fondo de armario suficiente como para afrontar cualquier duelo dando descanso a algunas de sus primeras espadas.
Ante el Atlético Valladolid, el Barça dominó el partido de principio a fin, encontrando soluciones ofensivas por mediación de Cikusa, que con tan solo 18 años culminó el primer tiempo con seis asistencias y terminó el enfrentamiento con una más. El joven pivote, ya habitual en dinámica de primer equipo, encontró con una facilidad inusual para su edad a sus compañeros por banda, formando una gran asociación con Aitor Ariño en el primer tiempo, y a Haniel Langaro, máximo anotador azulgrana con siete dianas, en el segundo.
Pocas opciones le dejaron los locales al cuadro vallisoletano ante la rocosa defensa azulgrana y, cuando lograba superarla, se topaba con un gran Emil Nielsen, que llegó al descanso con diez paradas. Los hombres de David Pisonero vieron algo de luz en ataque gracias a un inspirado Álvaro Martínez, con una precisión de cara a puerta altísima que lo convirtió en el máximo anotador del partido con diez tantos, cinco desde los siete metros. Aun así, la distancia en el resultado ya era suficientemente grande como para afrontar el segundo tiempo con esperanzas (21-12).
El Barça salió con la idea de aumentar su superioridad tras el descanso, y pasados los cinco minutos de la reanudación, ya se descolgó en el marcador con una renta de +10 (25-15, min.36). Con el partido prácticamente resuelto, Ortega dio protagonismo a los canteranos, manteniendo a Cikusa y dando entrada a Ian Barrufet, que cuajó una gran actuación tras apuntarse cinco tantos. También tuvo protagonismo Filip Saric, hijo del mítico exportero Daniel Saric, que justamente había debutado con el primer equipo en Valladolid y aprovechó los minutos que le dio el técnico malagueño para reivindicarse parando un penalti al Álvaro Martínez y así darle algo de épica al final del partido (42-27).
La victoria llega en un gran momento para el Barça, que el próximo jueves puede convertirse matemáticamente en equipo de cuartos de final de Liga de Campeones en su visita ante el vigente campeón y segundo del Grupo B, el Magdeburgo alemán.
El Cangas no aprovecha
El Frigoríficos del Morrazo sigue empeñado en complicarse su futuro en la liga Asobal y esta tarde volvió a regalar un punto al Viveros Herol BM Nava (29-29), que pudieron ser dos si el último lanzamiento de Andrés Moyano no se hubiera estrellado en el poste. Sabedor de que el Blendio Sinfín había perdido su partido ante el Granollers, el equipo gallego, que no pudo contar con el portero caboverdiano Elcio Carvalho por lesión, entró muy enchufado al partido. Con una gran defensa y un sensacional Jorge Pérez en la portería, el Frigoríficos sujetó al ataque del Nava, al que doblaba en el marcador (8-4) mediado el primer tiempo.
Pero sus habituales pérdidas de balón lo volvieron a condenar. Cada error lo explotó el equipo de Álvaro Senovilla para hacer goles fáciles. Ocho minutos sin marcar, pese al tiempo muerto de Nacho Moyano, devolvieron la igualdad al marcador (8-8, min.20). Esa igualdad se mantuvo hasta que varias paradas de Jorge Pérez dispararon al Frigoríficos en el arranque del segundo tiempo (19-15, min.35). Senovilla metió en pista al portero bielorruso Dzmitry Patotski, que poco a poco se fue entonando.
El Frigoríficos parecía tener controlado el partido, pero de nuevo varios regalos infantiles le hicieron daño. Moyano pidió tiempo muerto, realizó numerosas rotaciones, pero su equipo ya estaba acelerado, quizás presionado por la necesidad de ganar. Su ventaja se esfumó pasado el minuto 50 (25-25).
Aun así, los cangueses supieron sufrir para golpear de nuevo al Nava, intenso en defensa pero sin demasiadas ideas en ataque. A falta de tres minutos y medio, el Frigoríficos mandaba 28-26. Pero por enésima vez se atascó. Su apagón fue tan grande -un gol en los últimos cinco minutos- que le costó un punto, que pudieron ser dos porque, después de otra pérdida de Martín Gayo en la circulación, Andrés Moyano estrelló su lanzamiento de nueve metros en el poste a falta de cuatro segundos.