NATACIÓN ARTÍSTICA | DOHA 2024
Tió y Ozhogina mejoran la puntuación que les valió el bronce mundial
Las españolas concluyen las preliminares del dúo técnico, que puntúa para París, en segunda posición, tan sólo por detrás de China y justo por delante de las sorprendentes británicas.
Ya no sólo seguían el compás, la melodía, sino que incluso cantaban. Cuando sacaban las cabezas del agua, claro, porque las apneas de Iris Tió y Alisa Ozhogina en el debut de su dúo técnico femenino en los Mundiales de Doha fueron interminables. En un ejercicio de una espectacular dificultad, animando el Aspire Dome con el Beat It del mismísimo Michael Jackson, las españolas firmaron una formidable segunda plaza en las preliminares de una disciplina que, junto al dúo libre, computa para la clasificación olímpica en caso de que no se obtuviera automáticamente a través del equipo.
Los 258.7199 puntos de Tió y Ozhogina –más que los 257.8368 del ejercicio que les valió el bronce en Fukuoka– tan sólo pudieron ser superados por Liuyi Wang y Qianyi Wang, que al ritmo de una música tradicional china habían puesto el listón muy alto, en 269.883. La ausencia de última hora en la prueba de las japonesas Moe Higa y Mashiro Yasunaga, vigentes campeonas mundiales el pasado verano y ya clasificadas para los Juegos en dúo, no así en equipo, había marcado ya de entrada estas preliminares.
Sorpresa británica
Un inesperado golpe sobre la mesa dieron con su tercera posición y 253.6733 puntos las británicas Kate Shortman (que ya viene de un histórico bronce en solo, en Fukuoka) e Isabelle Thorpe, quienes llevan cinco Mundiales juntas y que en los últimos fueron octavas en esta rutina técnica, con una puntuación sensiblemente menor a la de este preliminar qatarí: 228.3801. Estupenda nota también la de las griegas Sofia Malkogeorgou y Evangelia Platanioti, 251.7183, quintas por detrás de las italianas y vigentes subcampeonas mundiales Linda Cerruti y Lucrezia Ruggiero.
Israel y Ucrania, cara y cruz
Había empezado a elevarse el nivel a la altura de las vigesimoctavas participantes, las canadienses Audrey Lamothe y Jacqueline Simoneau, que sumaron 243.9016 puntos. Se les acercaron las surcoreanas Yoonseo Hur y Riyoung Lee, con 232.7351. Y las rebasaron, entrenadas por una Anna Tarrés que venía de una matinal exitosa con el chino Shuncheng Yang, las israelís: Sheily Bobritsky y Ariel Nassee obtuvieron 251.7183 de puntuación, con el único ejercicio que presentaba ya de entrada una dificultad mayor que el de España, 36.9000. Lideró Israel hasta la irrupción de Gran Bretaña y acabó sexta.
Curioso fue el punto de folclore que pusieron para Brasil Laura Miccuci y Gabriela Regly, pero español, ya que concursaron al ritmo del A Palé de Rosalía. Y muy discreto el papel de las gemelas Maryna y Vladyslava Aleksiiva, que en Budapest 2022 habían sido plata para Ucrania en esta especialidad, pero que quedaron tremendamente descolgadas y fuera de la final con 210.9650 puntos.
¿Otra final impredecible?
El lunes al mediodía (hora peninsular española) se disputará una final en la que todo puede suceder, a tenor de lo ocurrido con el estreno del nuevo reglamento en Fukuoka, donde Tió y Ozhogina saltaron de la novena a la tercera posición. Aunque más bestia fue el vuelo de las japonesas, quienes se alzaron con el oro tras haber acabado las preliminares decimosegundas, es decir, en la última plaza que daba acceso a la final. Las siete primeras en la clasificación, de hecho, fueron cayendo una tras otra con errores de ‘base mark’.