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DEPORTE PARALÍMPICO

Teresa Perales, Doctora Honoris Causa por la UNED

La laureada nadadora paralímpica hizo hincapié, en su discurso, en “cambiar el no puedes por el eres un diamante en bruto que tenemos que pulir”.

La nadadora Teresa Perales posa tras ser nombrada Doctora Honoris Causa por la UNED.
Pepe Andrés

Su nombre se estudiará en las universidades y, de momento, se ha colado en ella con honores. “Es ejemplo de superación e icono del deporte paralímpico”, definieron a Teresa Perales instantes antes de que hiciera su entrada al salón de actos ‘Emilio Lledó’ del edificio de Humanidades de la UNED en la mañana de este jueves. La nadadora no podía disimular su sonrisa y emoción, que iluminaron toda la sala. También la lucieron los ilustres presentes como Pilar Alegría, Ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes; la Infanta Elena de Borbón, presidenta de honor del Comité Paralímpico; Miguel Carballeda, presidente del Comité Paralímpico Español y la ONCE; Ricardo Mairal, rector de la UNED y Luis Cayo, presidente de CERMI.

Su madrina, Ana Lisbona, vicerrectora de estudiantes e inclusión en la UNED, tomó la palabra: “Teresa es la deportista española con más medallas, 27, y estoy convencida de que el palmarés se ampliará en París. Su abrumador palmarés deportivo se completa con reconocimientos tan relevantes como el premio Princesa de Asturias de los Deportes. A la discriminación que sufren las mujeres en el deporte se une la que sufren las personas con discapacidad. Parecen invisibles, como algunas de las barreras a las que Teresa ha hecho frente. A muchos les gustaría conocer el secreto de su éxito. Su búsqueda de la excelencia es uno de ellos. Ejemplifica cómo superar barreras en lugar de quejarse por ellas. Es una experta en hacer que las cosas sucedan. Ella lleva los valores por bandera: amor, pasión, libertad...”.

La sirena zaragozana, de 48 años, hizo su juramento en el ritual de investidura. Y ya como Doctora Honoris Causa recordó aquella etapa en la UNED, con la figura de su abuelo siempre presente. “Era una niña de 17 años cuando comencé en aquel centro de Calatayud. Mi abuelo me llevaba en un SEAT 131. Y cuando ya me saqué el carnet, me acompañaba y esperaba mientras asistía a clase. A los 19 años una enfermedad cambió algunas perspectivas y proyectos de mi vida y me enseñó que hacer las cosas de forma diferente es un reto. Quería seguir estudiando. Pregunté en una compañía de autobuses para ir porque mi abuelo ya no podía llevarme ni yo adaptar el coche. Sólo podía sentarme en las escaleras y subirme de culo al autobús. Un fisioterapeuta maravilloso me hizo cambiar de idea y estudié fisioterapia en Zaragoza. Fueron años duros y extraordinarios. No me quedo con la parte negativa de las cosas. Es aburrido y absurdo. Mi padre falleció cuando yo apenas tenía 15 años y me hizo darme cuenta de que la vida es un regalo. A las medallas no les veo tanto mérito. Las personas necesitamos nuestros tiempos para darnos cuenta de nuestras habilidades. Y esa es la responsabilidad de instituciones como estas”, incidió Teresa Perales.

Teresa Perales, en el ritual de investidura de Doctora Honoris Causa por la UNED.
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Teresa Perales, en el ritual de investidura de Doctora Honoris Causa por la UNED.PEPE ANDRESDiarioAS

Ella ha luchado porque el origen no determine el final y ha reivindicado la figura de esos profesores o entrenadores que sean motivación, como Teresa. “Vengo de una familia humilde, jamás levantaba la mano en clase porque me moría de vergüenza... Mi origen no determinó mi destino. Partamos de donde partamos siempre podemos llegar donde queramos. La discapacidad sólo te acompaña, no te determina. Me convertí en la primera fisio en España que terminaba la carrera en silla de ruedas y quise seguir rompiendo barreras. Soy una persona disruptiva. Me encanta que no nos quedemos con las apariencias y que nos atrevamos a profundizar. Yo necesité muchos años para descubrir que llegaría a ser nadadora, que me atrevería a hablar en público... pienso seguir adelante. La UNED permite que, a través de la distancia, se pueda seguir estudiando con 40 o 50 años. Nunca es tarde para aprender y emprender un nuevo rumbo. Mi primer entrenador me dijo que era un diamante en bruto a pulir. Ojalá ese sea el mensaje de los profesores porque le pueden cambiar la vida a los alumnos. A mí Ramiro me la cambió. Por favor cambiemos el ‘no puedes’ por el ‘eres un diamante en bruto que tenemos que pulir”, solicitó entre aplausos.

El presidente del Comité Paralímpico, Miguel Carballeda, ensalzó su figura: “He conocido a gente muy capaz, ahí está Teresa. Cuando nada es algo único. Sé que darás lo mejor de ti misma en París. Eres nuestra doctora, nuestra campeona y seguiremos estando contigo. Nos sentimos orgullosos”. Un sentimiento que también remarcó la presidenta de honor del CPE, Doña Elena de Borbón: “Si alguna persona es reconocida dentro y fuera de nuestro país esa es Teresa. Una persona y una nadadora extraordinaria. En París nos dará otro ejemplo de vida”. La ministra Pilar Alegría hizo un guiño a su paisana: “Es un honor acompañar a Teresa por muchos motivos, como ser ministra, mujer y zaragozana como ella. Ella es el referente al que mirar y admirar. Me gusta su mensaje a los jóvenes para pelear por sus sueños. Esa ambición de Teresa posicionó en el lugar que se merece al deporte paralímpico español. Nos hará vibrar en Tokio y vamos a superar las medallas de Barcelona 92. ¡No cambies nunca, sigue siendo esa mujer disruptiva!”.

El acto se cerró con el Gaudeamus Igitur. Con la sonrisa resplandeciente de la nueva Doctora Honoris Causa por la UNED. Con una Teresa Perales que, con el tiempo, se estudiará como una de nuestras grandes pioneras. “Ha sido inspiradora. Sus logros son asombrosos y está cambiando el mundo allá por donde pasa. Decidió tirarse a la piscina para lograr una transformación impresionante. Sus brazadas son ejemplo”, concluyó el rector Ricardo Mairal.

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