Surfear a 15 metros: “El miedo no es un enemigo; el pánico, sí”
Laura Coviella, la primera española en subirse a las olas gigantes de Nazaré, habla con AS. “Convivimos con el riesgo”, dice la deportista de Red Bull.
Cuando Laura Coviella vio las fotos, su reacción fue tan natural como inocente. “¿Esa soy yo? ¿Cómo puedo ser tan chiquitita?”, preguntó. En las imágenes, su cuerpo, en perfecto equilibrio, parecía diminuto al lado de las olas gigantes de Nazaré (Portugal), una de las grandes mecas del surf y un lugar por explorar en términos nacionales: hasta la llegada de Coviella, tinerfeña de 25 años que siempre ha sido “la más loca de sus amigas”, ninguna mujer española había surfeado uno de esos monstruos portugueses. El suyo fue de entre 13 y 15 metros. A la altura de un cuarto piso. “Si te soy sincera, en ese momento, sólo pensaba: ‘No te caigas, no te caigas’. Una caída ahí te puede costar caro”, recuerda en conversación con AS.
Sólo fue el primer asalto. Laura, de espíritu libre, como el mar, habla en medio de un año muy agitado. En febrero, aceptó el reto de La Vaca Gigante, competición de olas grandes celebrada en Santander. Luego, ha estado en Sri Lanka o Indonesia. Siempre buscando nuevas aventuras. Ese click que dispara la adrenalina. “El riesgo está presente. Tenemos que saber que forma parte de nuestro deporte. Se debe tener claro que puede pasar y que no va a ser ni la primera ni la última vez”, dice la deportista de Red Bull, en un momento vital dulce.
En muy poco tiempo, ha vivido mucho. Hasta los 18 años, “muy tarde”, cuando se sacó el carné de conducir, Coviella no empezó a surfear a diario. “Yo empiezo a competir con gente de padres surferos que subió a una tabla con tres o cinco años, desde que tenían uso de razón”, recuerda. La tinerfeña pilló su primera ola con 12, en El Médano, donde veraneaba. “Probé en unas clases y me encantó”, recuerda. A los 15, con su primer entrenador, Carlos García Suárez, el ritmo aumentó. Hace tres años, en Puerto Escondido, se vio obligada a frenar. “El labio de una ola gigante rompió en mi pie y me lo partió”, describe sobre una lesión que le supuso estar seis meses fuera del agua. Tras un mal primer diagnóstico, tuvo que remontar física y mentalmente una fractura de peroné. A la vuelta, le esperaban las olas grandes.
De la diversión a la adrenalina
“¡Esto es lo mío!”, exclamó Laura Coviella el primer día que cabalgó uno de esos monstruos marinos. “Los sentimientos y las sensaciones que me generan el surf convencional y el de olas grandes no tienen nada que ver”, diferencia. Del primero, dice que “es pura diversión”; del segundo, que es “pura adrenalina”. De la mano de David ‘Vilayta’ Rodal, su mentor en big wave surfing, se adentró en un nuevo mundo. “Es una de las leyendas de Canarias de olas grandes y me ha enseñado casi todo lo que sé, pero le tuve que convencer. Fui tan, tan pesada que me tuvo que llevar. La primera vez, cogí la bomba del día. Fliparon todos, hasta yo, y a partir de ahí me empezaron a avisar todas las veces que se iban a buscar olas grandes”, recuerda. Ahora, pasa los inviernos en Lanzarote, al lado de Vilayta, persiguiendo gigantes.
Al principio, el mayor miedo de Laura era “no tener miedo”. “Me daba igual todo. Siempre quería la ola más grande. Tras ver accidentes y lesiones mías y de otros, he ido siendo consciente de cuánto estás arriesgando y de cuánto te la estás jugando”, señala. Tras navegar por los cielos de Nazaré, “con el corazón a mil y mil cosas en la cabeza”, habla desde la experiencia. “El miedo no es un enemigo; el pánico, sí. El miedo te hace ser mucho más consciente de todo. Llevas un control dentro de la locura que es el surf de olas grandes. El miedo no es malo, pero, si llegas al pánico, te la puedes jugar mucho”, advierte Laura, cuya madre, cada vez que sale a buscar olas grandes, “cortocircuita”. “Es lo peor que le podría haber pasado en la vida”, dice entre risas y con Pipeline, Fiji o el Eddie Aikau, otras mecas de big wave surfing, en la cabeza.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.