Shiffrin y Odermatt buscan prolongar su reinado en Sölden
La estadounidense busca igualar a Moser-Pröll y el suizo su quinto triunfo final antes de los Juegos Olímpicos de Invierno en Milán-Cortina.

La estadounidense Mikaela Shiffrin afronta una nueva tentativa de igualar uno de los pocos récords que aún no posee, el de las seis victorias globales de la austriaca Annemarie Moser-Pröll -la gran campeona de los años 70- en la Copa del Mundo de esquí alpino, que arranca este sábado en Sölden (Austria) y en la que el suizo Marco Odermatt busca su quinto triunfo final seguido en una temporada cuyo punto álgido serán los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina d’Ampezzo (Italia), en febrero.
Shiffrin, de 30 años, que desde hace mucho ya lo ha ganado todo en el deporte rey invernal, se perdió, por lesión -al dañarse en el gigante de Killington (EEUU)- gran parte de la pasada temporada, en la que no pudo igualar a la legendaria Moser-Pröll, seis veces ganadora de la competición de la regularidad. Sí se convirtió, no obstante, en la primera de la historia -hombre o mujer- en alcanzar las 100 victorias en el torneo: en el eslalon de Sestriere (Italia) y en febrero, antes de elevar su propia plusmarca a 101, al ganar la prueba de esa disciplina disputada en Sun Valley (EEUU), sede de las finales de la competición, un mes después.
La ganadora de la última Copa del Mundo fue la italiana Federica Brignone (35), que capturó su segunda gran Bola de Cristal (después de la de 2019-20) al tiempo que batía unos cuantos récords de longevidad. Antes de que en Sun Valley le quitase el de podio de mayor edad en esta competición otra estrella estadounidense, Lindsey Vonn, que había regresado a la competición cinco años después de su retirada y acabó segunda, a los 40, el supergigante de Sun Valley, que ganó la suiza Lara Gut-Behrami (34), acreedora por sexta vez del Globo de esa disciplina.
Brignone, que se está recuperando aún de una grave lesión, con la esperanza de llegar a tiempo a las pruebas olímpicas de Cortina -las masculinas tendrán lugar en Bormio- se llevó asimismo las Copas de descenso y de gigante; y la croata Zrinka Ljutic, la de eslalon.
Shiffrin -doble campeona olímpica y con ocho títulos mundiales- se centrará este curso, según explicó ella misma, en el eslalon -disciplina en la que cuenta 64 victorias (otro récord histórico absoluto) y ocho Globos- y en el gigante -cuya Copa ha ganado dos veces-, y renunciará a los descensos. Suficiente, si borda la temporada, para igualar las seis victorias finales de la legendaria Moser-Pröll.
Lindsey, cuádruple ganadora de la Copa del Mundo, campeona olímpica y doble oro mundial, que entretanto ya cumplió los 41 y que hace seis años recibió el Premio Princesa de Asturias de los Deportes que este viernes recoge su compatriota la tenista Serena Williams, no es, en teoría, candidata a otro triunfo final. Pero será una de las grandes atracciones de la temporada y nunca habrá que descartarla en las pruebas de velocidad.
Brignone no podrá empezar la defensa del título este sábado en el gigante de Sölden, una prueba que ganó el año pasado. La campeona de Milán sufrió una grave lesión -se rompió tibia y peroné izquierdos y los ligamentos de esa rodilla- durante los pasados campeonatos de Italia, en abril, y su superlativo esfuerzo por recuperarse se centra en intentar llegar a ‘sus’ Juegos de invierno. Una misión que se antoja complicada.
Su compatriota Marta Bassino (29), doble campeona mundial, que el jueves fue operada después de romperse la pierna izquierda -mientras entrenaba- esta misma semana, tampoco estará, obviamente, en Sölden y también es improbable que pueda competir en los Juegos.
En hombres el favorito será, una vez más, el suizo Odermatt, de 28 años, que el curso pasado arrasó al ganar su cuarta Copa del Mundo consecutiva al tiempo que capturaba los Globos de descenso, ´súper’ y gigante -es decir, las tres disciplinas que disputa-. Polifacético, su especialidad es el gigante, así que el domingo ya podría convertirse en el primer líder si gana en el glaciar tirolés la prueba de una disciplina en la que festejó 26 de sus 45 victorias, y en la que también ganó por cuarta vez seguida la Bola de Cristal.
La única Copa que no capturó el curso pasado Odermatt fue la de eslalon, que se llevó (por cuarta vez) el noruego Henrik Kristoffersen, segundo en la última general y que, con 31 años, aún no la ha dicho todo en el mundo del esquí. Con miras a una temporada en la que tanto Brasil, por mediación del ex noruego Lucas Pinheiro, como Andorra -Joan Verdu mediante- o Albania -gracias a la joven turinesa Lara Colturi- podrían festejar su primera victoria en esta competición, cuya general nadie ha ganado tantas veces (ocho, de forma seguida) como el austriaco Marcel HIrscher.
Al igual que Lindsey, Hirscher regresó, cinco años después de retirarse, el curso pasado, compitiendo por el país de su madre, Países Bajos. El astro salzburgués, de 36 años, se lesionó, en un entrenamiento, después de disputar tres carreras y se perdió el resto de la temporada. Pero en un curso con Juegos y sin nada que demostrar, Hirscher -doble campeón olímpico y séptuple oro mundial- lo va a volver a intentar esta temporada aunque, de momento, no saldrá el domingo en Soelden.
El barcelonés Quim Salarich y el vizcaíno Juan del Campo serán las principales bazas españolas, en las pruebas de eslalon, en la quincuagésima novena edición de la competición de la regularidad; mientras que el catalán Aleix Aubert será el único español participante en el gigante inaugural del domingo, que no disputará el ganador del año pasado, el noruego Alexander Steen Olsen, con molestias en una rodilla.
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