POLIDEPORTIVO | LEO MARGETS
“Sería bueno que en algunos deportes se contara con expertos de póquer; yo trabajé para Sauber, en F1″
Leo Margets, jugadora española de póquer y una de las más reconocidas en el circuito internacional, analiza en AS su relación con el deporte y lo que le proporciona a su profesión.
Leo Margets (Barcelona, 1983) acude al Casino de Torrelodones (Madrid) donde un año más se celebra la Gran Final de Winamax Poker Tour. Nada más llegar, se prepara un café en el set destinado a los medios de comunicación, se sienta y su primera respuesta, tras saludar, es tajante: “Para mí el deporte es una forma de vida y una manera de ser yo. Encuentro mi mejor versión, con la que me identifico”.
Es de sobra conocida por sus más de 15 años sentada en una mesa, tratando de sacar el mejor provecho de las dos cartas que se reparten en cada mano de una partida de póker. Sin embargo, bien pudo destacar en otra disciplina, como la de correr maratones. “Empecé a correr larga distancia cuando hice un viaje alrededor del mundo al acabar la carrera universitaria y, poco a poco, fui creciendo. Me divertía y se me daba bien. En ese momento me sentaba bien ese deporte porque quizás era más rígida, me abstraía correr, me evadía… Llegué a hacer diez maratones y entrenaba muy motivada, se me daba bastante bien: conseguí bajar de 3 horas y 20 minutos”, recuerda Leo de una etapa que ya quedó atrás para ella.
Sin embargo, su percepción de practicar deporte ha cambiado: “Actualmente, mi relación con el deporte es más sana porque antes, si no me apetecía entrenar, lo hacía. Tener esa sensación de control que tiene el deporte es bastante buen combo si lo unes con mi profesión, que tiene a corto plazo bastante factor azar”. Además, añade que “ahora es cierto que eso que hacía ya no me divierte porque eran muchas horas de entrenamiento y en la actualidad el deporte lo enfoco más como un fin funcional, estético, para la salud… lo utilizo como accesorio para potenciar mi rendimiento en el póker, ya que antes me desgastaba mucha energía y me he dado cuenta que no se puede ser tan competitiva en dos cosas a la vez”.
Una de otras respuestas que más claro tiene es si le gusta el fútbol: “No”. En una sola palabra, sin dudar ni un segundo. Eso sí, deja una puerta abierta a si sería una buena entrenadora de algunos deportes que requieren grandes dotes de estrategia: “Podría serlo porque tengo visión global y entiendo los objetivos a medio plazo. Tener una visión estratégica y entender los riesgos, me ayuda. Los humanos, en general, gestionamos muy mal la incertidumbre y entender que no existe el riesgo cero, hay algunos riesgos que a la larga te reportan beneficios, aunque a corto plazo puedan fallar”.
Todavía parece que ese momento de ponerse al mando de un equipo no lo ha experimentado, lo que sí ha hecho ya es poner a disposición de una escudería de la Fórmula 1, ni más ni menos, sus conocimientos de estrategia: “He trabajado para mejorar la visión estratégica de los ingenieros de Sauber, escudería de la Fórmula 1. Creo que un experto de póquer o ajedrez sería un buen complemento para un cuerpo técnico de cualquier club”. Eso sí, apostilla entre risas: “Si el entrenador obedece, claro...”.
Otro de los factores que tiene que controlar es la dosificación de energía, que, como pasa también en el deporte, es clave para lograr llegar a los momentos decisivos en plenas condiciones. En el póker ese gasto llega desde lo mental, más que desde lo físico, pero también hay que entrenarlo: “En la modalidad de torneos son jornadas larguísimas y realmente no sabes cuando puedes acabar. Tienes que dosificar la energía y es muy importante lo que hagas antes de sentarte en una mesa: entrenar, cómo alimentarte para no tener bajones…”. Margets asegura que tiene una rutina perfecta para llevar a cabo cada vez que se enfrenta a un torneo: “Antes de los torneos entreno y busco quedarme con algo de ganas; entrenar intenso y corto, pero sintiendo que podría estar más tiempo”.
La mujer en el póquer
El tiempo apremia y Leo Margets tiene más citas concertadas durante la tarde, entre ellas jugar en uno de los torneos más importantes del día en el Casino de Torrelodones. Sin embargo, deja varias reflexiones sobre la mujer y el póquer. “Cualquier mujer que quiere sentarse a jugar al póquer, puede sentarse a jugar. Por la única razón que no lo hacen, será porque no les gusta” apunta, antes de reconocer que en el póker siempre se ha sentido como una más. “Alguna vez me han mirado raro o me han dicho alguna burrada, neandertales ahí en todos lados porque también me lo han dicho yendo por la calle y creo que nadie te ofende sin tu consentimiento”.
“El póquer es muy meritocrático y claro que llamamos más la atención porque eso surge cuando algo escasea en un contexto determinado. A mí lo que me preocuparía es que no hubiese igualdad de oportunidades para jugar, pero mientras las haya...”, cierra así Leo Margets esta entrevista, donde va con todo para dar a conocer su faceta más deportiva. Un All Inn en toda regla.