Sergio Lozano: “Necesité psicóloga y he escrito un libro; fue terapéutico”
Sergio Lozano se sentó con AS para hablar del proceso de recuperación de su cuarta lesión grave y deja en el aire su continuidad en la Selección: “No sé si seguiré jugando con España”.
Sergio Lozano (9-11-1988, Alcalá de Henares) reapareció la semana pasada después de superar la cuarta lesión grave de su carrera en su rodilla derecha. Ejemplo de sacrificio, se sentó con AS en mitad del Palau Blaugrana para explicar cómo ha sido el proceso. “Sigo en pie”, dice el capitán del Barça en un momento de felicidad. Ha vuelto a las pistas diez meses después. Para ello, utilizó todas las herramientas posibles: “necesité psicóloga”.
¿Usted es creyente?
Sí, creo.
Y cuando uno tiene una serie de lesiones así, graves, ¿pide cuentas?
Nunca he sido de echar la culpa a nadie más. Siempre me lo he tomado como parte de la vida. No sólo del deporte. En la vida hay altibajos, momentos difíciles, también alegres… Está en la actitud de uno cómo quiere afrontarlos. Si con una actitud positiva para mirar hacia delante, o maldiciendo cada día lo que ha pasado. Soy de los que miran hacia delante. Si ha pasado algo, intento ver qué cosas hacer para mejorar esa situación. Mi manera de afrontar las cosas es esa, no estar maldiciendo al de arriba o pensando si es culpa mía, de fulanito o de menganito. Mejor que buscar culpables es encontrar soluciones.
¿Hasta qué punto ha sido su hija un motor para la recuperación? Se le ha visto emocionado estos días.
He visualizado muchas veces, en momentos de debilidad, volver salir a jugar al Palau. Momentos de dolor, momentos en los que estás frustrado porque no haces lo que más te gusta. Y mi hija y mi mujer son un motor. La lesión, en parte, me ha permitido disfrutar de ella, llevarla al colegio, traerla. Algo que cuando estás jugando es imposible porque estás viajando mucho, estás fuera, centrado en el equipo. Y a veces no podemos estar juntos, llevarla a la nieve… Siempre miro el lado bueno de las cosas. Pero mi hija es por lo que estoy volviendo a jugar. Quiero que tenga el recuerdo de que su papá era jugador de fútbol sala.
¿Qué frase es la que más le ha derretido estos meses?
Afortunadamente muchas. Ya sabe que un hijo es lo más grande que hay. El otro día me dijo que quería que hiciese ‘coletitas’, la manera de dedicarle los goles. Y si mi hija me lo está pidiendo… (Sergio Lozano marcó en su reaparición en el Palau Blaugrana para terminar una recuperación de película).
¿Usted es de los que ha fotografiado para siempre sus lesiones, están en su cabeza?
Visualizo lo que ha pasado perfectamente, pero no es algo que me atormente en el sentido de decir: este día pasó esto o lo otro. Ha pasado, sé que fechas fueron. Tampoco me acuerdo de días exactos. Pero más que mirar hacia atrás, sé qué ha pasado y digo. Mira, me pusieron una piedra en el camino y la pasé. Me pusieron otra y también la salté. Y me pusieron una más grande y conseguí rodearla. Y sigo en pie, luchando y disfrutando de lo que más me gusta.
¿Cuál es su relación con su rodilla después de cuatro lesiones? Hasta le hablará…
Yo le digo a mucha gente que a mi rodilla derecha le debo todo. Lo bueno y lo malo. Me ha dado innumerables alegrías. Yo soy un pegador y he metido muchísimos goles con esa pierna. Me ha hecho disfrutar como nunca, me ha permitido ser quien soy. Y ha sufrido también. Pero es que eso es la vida. A veces tienes momentos muy dulces con alguien, y a veces sufres. Nunca le he dicho a mi rodilla por qué se ha roto o por qué se ha resentido. Es parte del proceso y del deporte. Es como el que corre en moto. Tienes el riesgo de caerte. Pues en el fútbol sala, existe ese riesgo de lesiones. Me hubiera gustado que no hubiera pasado, pero lo he asumido como tal. A seguir.
Ahora que vuelve, por un lado seguro que quiere disfrutar ahora que su carrera está en la recta final. Pero por otro, usted es muy competitivo. ¿Cómo lo va a manejar?
Yo soy de los que disfrutan compitiendo. Disfruto del día a día, del juego que hacemos antes de que empiece el entrenamiento, de tomar un café con los compañeros o desayunar con ellos. Disfruto del viaje, de todo. Pero estoy en un proceso en el que necesito mejorar a nivel físico. Y cuando esté en óptimas condiciones, voy a querer ganar. Ese es mi gen, ese soy yo, y voy a poner toda la carne en el asador. Voy a seguir dando el cien por cien y voy a ir al límite, como siempre he hecho, independientemente de si tengo cuatro operaciones o no.
Se habla mucho estos días de la importancia de la salud mental. Y aquí en el Barça hay un ejemplo muy claro ahora con Ricky. ¿Durante este proceso de lesión ha necesitado algún tipo de ayuda?
La salud mental es muy importante y cada vez está más visible en la sociedad y en el deporte de alta competición. En primer lugar, me alegro enormemente de que Ricky esté con nosotros otra vez. Me considero conocido, amiguete de él. He seguido su carrera, tenemos muchos amigos en común, nos llevamos bien y es una alegría que tenga la intención de volver a jugar y disfrutar. Y que lo haga en nuestro Barça, más aún. A partir de ahí, soy una persona que ha necesitado psicóloga. Como cuando te duele la cabeza vas al médico; o como cuando te duele el pie vas al traumatólogo, esto es parte del proceso. Todos lo necesitamos y es algo que está ahí. A veces entras en un bucle, un círculo vicioso en el cual no ves nada positivo y necesitas que alguien te haga un clic. Y consigues que algo que veías como negativo sea una oportunidad. A mí me ha ayudado mucho y estoy muy contento de haberlo utilizado.
“Soy amiguete de Ricky; me alegro de su vuelta: cuando no ves nada positivo, necesitas un clic”
¿Qué ha descubierto fuera del fútbol sala estos meses?
Me dicen que soy un disfrutón, porque me gusta pasarlo bien con mis amigos, estar con la familia y el círculo cercano. Soy una persona extrovertida y me gusta estar haciendo cosas todos los días. Acabo de escribir un libro que saldrá en un par de meses y que ha sido terapéutico para mí y creo que ha quedado muy bien.
¿Qué hay en ese libro?
Cuenta un poco mi historia a nivel más personal. Lo que he vivido, sentido… Ponemos cosas en contexto deportivo, pero no es ni un 15% de lo que es el libro. Cuento cómo he afrontado en cada momento las diferentes situaciones adversas que me han tocado y creo que la gente se puede sentir identificada con él.
“Mi libro cuenta mi historia, pero sólo tiene un 15% de deporte"
Cuando vio la lesión de cruzado de Gavi, ¿qué pensó? Llegó a jugar al fútbol sala. ¿Habló con él?
Siempre que he visto una lesión de cruzado y he visto la mínima posibilidad de mostrar mi apoyo, lo he hecho. Por si la persona necesita desahogarse, por si quiere saber cómo funcionan las cosas… A veces la incertidumbre es peligrosa porque no sabes a qué te enfrentas. Tengo algún amigo en común con Gavi y le he dicho que si necesitaba cualquier cosa, me lo podía decir. Tiene infinidad de gente que le va a ayudar en este proceso y va a quedar bien. Pero siempre he empatizado mucho con la gente que ha sufrido este tipo de lesiones, como Aitor Ariño en el balonmano, que lo he vivido de cerca. O incluso en el fútbol femenino. La lesión no distingue chico o chica, ni deporte. Lo sufrimos y cada uno lo lleva de una manera.
¿Cada lesión de rodilla es distinta?
Cada rotura y cada lesión tiene su luto. En una de ellas pasé un mal momento en mitad de la lesión. Cada lesión es un mundo, como una relación.
En un contexto como está el club, ¿qué importancia tiene que usted siga levantando títulos en esta sección, que no es el fútbol pero sí es importante?
Estamos en el mejor club del mundo. Estamos pasando dificultades, económicas sobre todo, pero el Barça siempre aspira a ganar. Nos reinventaremos y seremos capaces de salir adelante. En el fútbol sala, siempre intentamos estar en disposición de ganar todos los títulos. Hay años que salen mejor y otros peor. Pero lo importante es crear una comunidad y una cohesión, que se sientan orgullosos de su equipo. Firmamos una hora después de cada partido. Para mí, eso es más importante que ganar partidos. Obviamente, cuantas más alegrías nos demos en momentos complicados, mejor.
“No sé si voy a seguir en la Selección; pero vaya o no, siempre voy a apoyar a España”
¿Qué hay de su futuro, qué tiene claro? Seguramente siga un año en el Barça, pero hay un Mundial a final de año… ¿Le veremos con la Selección?
Me planteo todo día a día. Primero quiero encontrarme bien en el Barça, intentar ganar todos los títulos que podamos. Y en la Selección, ya lo veremos. No es algo que me plantee ya. No sé si seguiré jugando en la Selección. Lo decidiremos dentro de un tiempo, cuando sea necesario. Habrá que ir paso a paso. Vaya o no, siempre le voy a desear lo mejor a España, que ganen. A partir de ahí, el tiempo decidirá si juego el Mundial o no.
Cuando uno vuelve a jugar después de una lesión larga, ¿es cierto que se queda vacío?
En Valdepeñas me dieron una gran ovación…, pero volver al Palau fue distinto. Ahí cumples el objetivo de volver. Y quiero disfrutarlo. Voy a dar lo mejor de mí todo este tiempo. Quiero que se sientan orgullosos de mi sección.
Lleva jugando toda su vida a fútbol sala. ¿Qué queda del primer Sergio Lozano?
La ilusión y la competitividad. Me encanta lo que hago, disfruto como el primer día y soy muy competitivo en todos los ámbitos de mi vida. Y lo llevo al expremo. Me encanta ganar pero sé asumir la derrota. Si pierdo doy la mano, no pongo excusas y felicito al rival. Pero hago todo lo que está en mi mano por ganar, lo consiga o no.