Ryan García aparca la rehabilitación para entrenar a su hermano
Amado Vargas noqueó a Sean García y su hermano Ryan compartió un vídeo en el que pidió la revancha, ofreciendo 250.000 dólares al vencedor.
Cuando parecía que Ryan García había empezado a encaminar su vida, vuelve a dar un paso atrás. El estadounidense reveló que iría a rehabilitación después de que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) le expulsase por unos comentarios racistas, pero ha decidido dejar aparcada esa idea. Su hermano Sean García (7-1-1, 2 KO) perdió ante Amado Vargas (11-0-0, 5 KO) el pasado fin de semana y se ha ofrecido a entrenarle para una revancha.
“Me salté la rehabilitación para ver a mi hermano ser noqueado, está bien”, compartió King Ry en un vídeo en su cuenta de Instagram. Sean García con Amado Vargas peleaba en la cartelera del Nate Díaz vs Jorge Masvidal de la madrugada del sábado pasado, y Ryan compartió que no podría acudir. Finalmente, pudimos verle acompañarle en la salida hacia el ring, apoyándolo en la esquina.
Sean no cumplió con la báscula. Se pasó por 3,2 libras (1,45 kilos) de las 135 pactadas. Algo que recordó mucho a su hermano Ryan, que también se pasó por 3,1 libras (1,5 kilos) antes de su combate con Devin Haney (31-0-0, 15 KO). Su hermano mayor llegó a felicitarle por no dar el peso. El resultado no fue el mismo. Amado salió con hambre, a máxima intensidad. Mandó a la lona al pequeño de los García con un gancho, y, en el sexto asalto, el árbitro paró el castigo del boxeador de ascendencia mexicana.
“Me he comprometido a ser el entrenador principal de Sean”, reveló Ryan. Tras firmar su primera derrota, pidieron una revancha al clan Vargas. “Exigimos la revancha. Pondré 250.000 dólares (270.792 euros). El ganador se lo lleva todo”, se comprometió el mayor de los García. Tanto Amado como sus hermanos estuvieron de acuerdo con la oferta, comentándolo así en la publicación. “Apuesta... No te preocupes, tenemos a Canelo ayudando para la revancha”, publicó Fernando, el mayor del clan Vargas.
Adiós a la rehabilitación
Ryan llevaba unos meses presentando un comportamiento extraño. Sus problemas de salud mental y de abuso de sustancias han preocupado a su entorno más cercano y se han comprometido a buscarle ayuda. Antes de su combate con Haney, empezó a publicar en redes fotografías y comentarios raros. Su rival le acusó de haber vuelto a beber y a consumir cocaína. García sufrió en 2021 una depresión que le llevó al alcoholismo.
Tras arrollar a Haney en el combate, sorprendiendo a todos ya que parecía más fuera que dentro de la pelea tras no haber dado el peso, dio positivo en ostarina, una sustancia prohibida, y le suspendieron por un año. Su comportamiento no mejoró y realizó unos comentarios racistas que hicieron que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) le expulsase del organismo, afirmando que se habían ofrecido a ayudarle con sus problemas y que Ryan no había querido. Después de varias quejas, el púgil reveló a través de sus redes que iba a ir a rehabilitación, pero lo ha aparcado para ayudar a su hermano en la revancha planteada a Amado y su equipo.
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