“Queremos cambiar la sincro, hacer historia, dejar huella”
Feliz, pero sin asimilar aún sus seis medallas y el MVP en los Mundiales, vuelve a casa Iris Tió. Sus padres recuerdan a AS que la apuntaron a sincro “para que se cansara un poco, nunca paraba”.
Acaba de colgarse seis medallas en los Mundiales. De ganar tres oros, alguno como el solo libre inalcanzable incluso para Gemma Mengual, Ona Carbonell o Andrea Fuentes, su entrenadora. De hacer historia. Y de ser designada por World Aquatics mejor nadadora artística en Singapur 2025. Pero Iris Tió se asombra cuando la puerta de Llegadas de la T1, en el aeropuerto de El Prat, se abre y tras ella se agolpan las cámaras, los micros y los curiosos para agasajarla. “Es la primera vez que viene tanta gente a recibirme, señal de que ha pasado algo muy grande y de que la gente lo valora”, describe, entre sonriente y sonrojada, recién aterrizada en Barcelona.
“Yo estaba en Singapur tan tranquila compitiendo con mi equipo, como siempre, y con mis padres, con los que he hecho dos días de turismo. Y ahora al llegar y encontrarme esto es que algo fuerte ha pasado. Ahora es el momento de asimilarlo”, reconoce la catalana. Y, en efecto, sus padres, Laia y Enric, la acompañan, igual que la apoyaron día sí, día también desde la grada del World Aquatics Championships Arena, y del mismo modo que aprovecharon el fin de semana para turistear por Singapur. Discretos, humildes, que de casta le viene al galgo, se apartan para ceder el protagonismo a Iris. Pero, ante la insistencia, muy amablemente acceden a hablar con AS.
“Yo diría que aún no es consciente, necesita tiempo para asumirlo. Es un hito histórico, y de momento lo que siente es alegría, orgullo, mucha felicidad”, apunta Laia, seguramente quien mejor conoce a la gran estrella de los Mundiales. Y la secunda Enric: “Ella tiene la sensación de que simplemente ha hecho lo que debía, como hace siempre. Y de pronto ve que así ha conseguido lo más grande. No se lo puede imaginar”. Y así es. La propia Iris lo admite: “Ahora que vienen las vacaciones me voy a dar cuenta de lo que ha pasado, aunque ya tengo un sentimiento de felicidad indescriptible”.
“Ella tiene la sensación de que simplemente ha hecho lo que debía”
Enric, su padre
Porque la nadadora, toda sencillez, afirma que “tenía la impresión de que Singapur iba a ser muy guay, pero no tanto”. Por eso, no se lo creyó cuando se colgó el oro en el solo libre por delante de la china Huiyan Xu: “Pensaba que los jueces no se atreverían a ponerme más puntuación que a China”. Y por ello se quedó “en shock”. Y la cosa fue en aumento, junto a Lilou Lluis primero y finalmente al lado de Dennis González, dos personas con las que siente “una conexión muy especial”.
Parece que, dentro de ese perfeccionismo y de una sensibilidad que le nace desde la vocación de músicos de sus padres, aún queda mucho a sus 22 años de esa niña de cinco que descubrió la ‘sincro’ por la tele. “Le encantaba. Por eso fuimos a ver un campeonato. Enseguida nos dijo ‘yo quiero hacer esto ya’. Lo vio clarísimo”, recuerda su madre.
“También intentamos que hiciera música, la matriculamos en una escuela durante un año, pero enseguida vio que no era lo suyo”, añade. “Implicaba estar demasiado rato quieta”, bromea su padre, a lo que Laia tercia: “De hecho, la apuntamos a sincro para que se cansara un poco, porque nunca paraba”.
“Fuimos a ver un campeonato y nos dijo ‘yo quiero hacer esto ya”
Laia, su madre
El último espaldarazo para hacer historia se lo ha brindado a Iris la llegada el pasado octubre de Andrea Fuentes al equipo artístico: “Nos ha ayudado a confiar en nosotras mismas. Y a crear coreografías con las que nos sintiéramos cómodas, que nos gustara la música. E ir a por todas. Andrea lo hace fluido; si hay algo que no funciona, no sigue contra la pared, busca otra manera para que vaya lo mejor posible”, celebra.
Pero esto no se acaba aquí. Aunque “ha sido un Mundial histórico”, Iris se plantea la pregunta del millón: “Si ahora hemos conseguido esto, imagínate cuando llevemos más tiempo con Andrea”. Porque son palabras mayores los horizontes de este grupo de la natación artística española, que se ha aupado hasta las nueve medallas en Singapur: “Nuestro objetivo es cambiar la sincro, hacer historia y dejar huella”, sentencia Iris.
“Si ahora hemos conseguido esto, imagínate cuando llevemos más tiempo con Andrea”
Iris Tió, sobre Andrea Fuentes
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Y explica cómo, para que no suene a brindis al sol: “Seguiremos investigando con movimientos nuevos, creando coreografías innovadoras y mágicas que se queden en la gente. Eso no es un trabajo rápido, requiere de tiempo. Queremos enseñar una sincro diferente con el nuevo reglamento”. Pero, primero, tocará descansar hasta septiembre. Para ello la esperan, discretos, sonrientes y orgullosos, sus padres.
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