GIMNASIA RÍTMICA | POLINA BEREZINA
“No puedo fallar a mi sueño”
Polina Berezina es la más veterana de la selección española para el Mundial que se celebrará en Valencia, y espera que esta vez, sí, obtenga el pasaporte a los Juegos Olímpicos.
Es la gimnasta más veterana de la selección española para los Mundiales de rítmica de este mes en Valencia (23 al 26), pero eso no le resta una pizca de ilusión a Polina Berezina (25, Moscú), cinco veces campeona de España individual absoluta y que está a las puertas de su gran competición “por lo que significa”.
“Estos Mundiales son muy especiales para mí, porque no le puedo fallar a mi sueño de lograr una plaza olímpica, que en realidad es para el país. Hay 17 plazas en juego, y esa opción es por la que luchamos Alba Bautista y yo, para ir París (2024)”, comenta esta moscovita, afincada a los tres años en la provincia de Alicante, con un regreso a Moscú “porque con la crisis la familia volvió a Rusia”.
Polina se considera una gimnasta española “por los cuatro costados”, porque en Torrevieja descubrió la rítmica. y porque llegó de Rusia con sólo tres años. “Soy un producto deportivo español, y en Moscú me preguntaban por qué estaba allí, si en España trabajaba bien la gimnasia”, cuenta la campeona nacional.
En los Juegos de Tokio se quedó a la puertas de competir: “Fui la primera suplente de la competición individual; me quede a nada de ser olímpica, y eso es un poco frustrante. Cuando yo empecé mi deseo era estar entre las mejores, pero esa primera etapa ya la he superado porque incluso ahora gano medallas internacionales en las pruebas de la Copa del Mundo”.
Berezina, estudiante de imagen en la UCAM (”es la Universidad que más facilidades me ha dado para compaginar el deporte y los estudios), habla sobre su futuro en el Mundial apoyada en los números de esta temporada: “Es una ocasión única, y llego bien preparada como lo demuestran los resultados internacionales. Hemos trabajado muy duro para conseguir el objetivo. Las notas que he estado logrando en los cuatro aparatos tienen el valor suficiente para estar arriba. Por tanto, todo depende de que me salgan bien los ejercicios”.
De su edad valora que “resulta un hándicap”, porque se siente que compite “con chicas casi diez años más jóvenes, que parten de mi nivel”, dice, y por tanto sabe que “ellas están en ascenso”, mientras que a Polina le cuesta más trabajo mantenerse en ese lugar, “y porque el físico también se resiente algo más con los años”.
Asegura que ella ha vivido en tantas partes que hacer la maleta le cuesta “un momento, porque la mitad de las cosas están en las cajas cerradas”, y se admira de las cosas que se guardan y luego nunca se utilizan,
Es su segunda etapa en el CAR de Madrid, donde antes trabajó con Baranova, y luego acabó en Valencia, “pero aquella apuesta federativa se acabó”. Ha regresado a Madrid, “los últimos nueve meses, y claro, es muy diferente, porque las condiciones son diferentes, y muy superiores con ayudas para cualquier cosa: condiciones técnicas, médicas, físicas e incluso dietética”.
Respecto a su futuro, “nunca se sabe”, porque no tiene un verdadero arraigo “a una casa y a unos amigos”, pero si se escarba un poco, Polina tiene un novio en Cuenca “exfutbolista, ahora fisioterapeuta”, que la entiende “porque al haber sido deportista reconoce los buenos y los malos momentos de otro deportista”.