Perrone: “Más bonito aún que llevar 12 Mundiales es disfrutarlos”
El guía de la Selección española y uno de los mejores waterpolistas de la historia exhibe su hambre en Doha, tras el primer oro europeo y ante un campeonato en el que debutó en 2001.
Emerge Felipe Perrone (Rio de Janeiro, 27-02-1986) de la piscina ya con la sonrisa de jugón incorporada. Uno de los mejores waterpolista de la historia, por mucho que él añada agua (qué otro elemento iba a ser) al vino. Y un récord de longevidad. En Doha vive sus decimosegundos Mundiales.
Se estrenó en unos con sólo 15 años, en Fukuoka 2001, a las órdenes de su Brasil natal. Después se enroló a España y, tras un paréntesis en su país de 2013 a 2017, regresó con David Martín para ser campeón y MVP de los Mundiales de 2022. Y recientemente, oro europeo. Pero quiere más. Así lo explica en AS.
¿Les ha dado tiempo a asimilar y disfrutar como es debido el primer oro europeo del waterpolo masculino español?
Sinceramente, ha ido muy rápido todo. Y como queremos ganar el Mundial, nos hemos obligado a ganarlo rápido.
Llevan desde diciembre concentrados, y con el Europeo a cuestas. ¿Se puede estar en un punto más óptimo?
Nos ha dado tiempo a buscar un punto más, a construir más como equipo. Es una particularidad de este año, en que puedes quejarte o aprovecharlo y crecer más como conjunto. Nosotros hemos optado por eso último desde el primer día.
Son sus decimosegundos Mundiales, y al máximo nivel. ¿Es consciente de que está haciendo historia?
Bueno, gracias (Ríe). Es bonito y no me lo hubiera imaginado nunca. Pero más allá de llevar 12 Mundiales, lo importante es que sigo disfrutando muchísimo. Queremos siempre el oro, pero todo el campeonato es especial porque es el momento no sólo del waterpolo sino del agua. Cuando tenía 25 ó 26 años me preocupaba más que ahora, ya sólo intento disfrutar.
Y que siga…
Eso ya lo veremos (Ríe).
Fue el mejor jugador de waterpolo del mundo en 2022, está nominado por su 2023… ¿A por 2024 también?
Esto sinceramente viene por el resultado del equipo. Los mejores son los que consiguen estar en un grupo que al final llega a las medallas. En 2022 me tocó porque fuimos campeones del Mundo, y el año pasado ganamos la World Cup. No sólo yo, todos los jugadores de España tienen por ello más protagonismo a nivel mundial.
¿Les quita presión para estos Mundiales el hecho de haber obtenido la plaza olímpica?
Sí, la verdad es que sí. Cualquier deportista que ha vivido la ansiedad de clasificarse para unos Juegos sabe que es la peor tensión que existe. Cuando aún no estás clasificado, te encuentras con publicidad de París y no quieres ni mirarla. Es muy fuerte porque es cada cuatro años. A la que acaban unos Juegos ya estás pensando en los siguientes. No encuentro ni palabras para describir esa ansiedad.
Este año coincide en el Atlètic-Barceloneta con su sobrino Tomás. ¿Cómo lo lleva?
Muy bien. Dentro de la piscina, es el capitán contra el chavalito del equipo. Pero fuera del agua sí estoy encantado de poder compartir estos momentos. Es algo que ni me esperaba. Jugué con su padre, que es mi hermano (Kiko), y ahora con él. Es muy especial.