Para la España de Andrea Fuentes, lo que pasa en Las Vegas...
El equipo español de natación artística ha regresado tras su histórico Mundial entre virtuosos del Cirque du Soleil, el parque de Zion y unas nuevas acrobacias que “son secreto de Estado”.
Nueve medallas, tres de ellas de oro, se colgaron a finales de julio en los Mundiales de Singapur, históricos por diversos motivos (primera solista campeona, primer medallista masculino en una rutina grupal, más podios que nunca…). Pero si creían que el equipo español de natación artística iba a relajarse, o a dosificarse, es que no conocen ni a Andrea Fuentes ni a sus integrantes. Mes y medio después de aquel hito, España ha retomado la actividad a lo grande, con una estadía de pretemporada en Las Vegas, Estados Unidos. Aprendiendo e innovando. Creando. En una temporada que culminará con el Europeo de París, en el Centro Acuático de memorable recuerdo olímpico, del 10 al 14 de agosto de 2026.
Se empezó a fraguar este viaje iniciático a Las Vegas cuando Fuentes aún era seleccionadora de Estados Unidos. Desde la ciudad de Nevada hasta Los Ángeles se trasladó tres días Alberto del Campo, exgimnasta, compañero de equipo de toda la vida de Víctor Cano (el especialista en acrobacias de España), además de campeón del mundo de pole dance y coreógrafo de espectáculos como ‘Le Rêve’ y el ‘O’ del Cirque du Soleil. En California impartió unas clases que el pasado invierno repitió en el CAR de Sant Cugat ya con el conjunto español, al que propuso esta visita que la seleccionadora y el equipo supeditaron al resultado en los Mundiales: “Nos lo prometimos de premio si iban bien”. Así que ni que decir tiene que volando hacia Las Vegas.
Pole dance, ‘team bonding’, mimo...
Tan solo fueron cuatro días, pero cundieron como semanas. El propio Del Campo recibió a la expedición con un taller de pole dance, en una disciplina en la que pudieron verle en acción en el espectáculo ‘Absinthe’, en el Caesars Palace. “Al día siguiente, teníamos unas agujetas enormes”, concede a una Andrea Fuentes que explica a AS este periplo. “Alberto nos hizo una gran sesión de ‘team bonding’, para perder la vergüenza, porque si sales con morro en nuestro deporte es mucho mejor que con la cabeza gacha”.
Con otra eminencia, el mimo alemán Benedikt Negro, aprendieron una expresión corporal muy distinta a la que se emplea en la natación artística. Se trata del personaje principal de ‘O’, el espectáculo del Cirque du Soleil número 1 en ventas de todo el planeta, al que el equipo asistió en el Bellaggio gracias a que Fuentes ofreció una clase magistral a su reparto. “Es una buena salida para un nadador artístico, porque aúna deporte y ‘performance’, además de aprender inglés y la posibilidad de ahorrar muchísimo”, apunta la seleccionadora. En ese segundo día, el propio equipo español ofreció un clínic a las Nevada Desert Mermaids, con la que se sufragó buena parte de este viaje.
En este primer capítulo de la temporada, además del grueso de participantes en los Mundiales de Singapur, entre ellos campeones como Iris Tió, Lilou Lluis y Dennis González, la Selección incorporó a Naia Álvarez, Rocio Calle, Aurora Lázaro, Carla Lorenzo, Paula Marcipar y Daniela Suárez. 19 deportistas.
Tras hacer muchos brazos, en la tercera jornada tocaron las piernas. Y fomentar aún más la unión del equipo. “Quería que vieran que en Estados Unidos también hay una naturaleza increíble”, afirma Fuentes para explicar la excursión que realizaron, después de tres horas por carretera, hasta el Parque Nacional de Zion, en el estado de Utah. Una ruta concretamente por el agua, dentro del río, en el surco monumental conformado por el imponente cañón. “La he hecho dos o tres veces y me ha quedado marcada de por vida”, añade.
Tras conectar con la naturaleza, en el último de los días de estadía llegó un entrenamiento en el Circus Center de Las Vegas que puede sentar las bases de lo que está por venir en la natación artística. La española y la mundial. Trabajó el equipo con especialistas unas acrobacias que “son secreto de Estado”, según la seleccionadora, “y que servirán muchísimo para la rutina”.
Historia de la natación artística
No solo ello, sino que de esta actividad y de todas las realizadas durante el viaje han surgido multitud de ideas, de nuevos movimientos, que España presentará a World Aquatics para que lo aprueben y les asignen un nivel de dificultad. Sucedería que únicamente el equipo nacional podría emplearlos durante esta temporada 2025-26 y a partir del próximo curso se añadirían al libro de la artística para “enriquecer el deporte”, algo que ya logró la Selección de Fuentes con hasta cinco movimientos nuevos, propios, únicos y diferentes que desplegó en los Mundiales y que ahora son patrimonio de la humanidad.
Ahora, rugby, taekwondo o atletismo
Pero la concentración en Las Vegas es tan solo el inicio. Una experiencia provechosa, repleta de esfuerzo, inventiva, creatividad y unión de equipo, que continúa en el CAR de Sant Cugat. Durante dos semanas, el equipo español de natación artística se está sumergiendo en distintas disciplinas que se entrenan también en el centro de alto rendimiento e incluso fuera: rugby con la Selección femenina, atletismo, taekwondo, waterpolo…
De hecho, comenzaron con alguien que tienen muy cerca. Con la bracista Marina García, medallista europea, quien les impartió unas lecciones de natación. Porque, además de haber participado en cinco Mundiales y en dos Juegos Olímpicos, tras su retirada hace un año se incorporó la barcelonesa al equipo de natación artística como fisioterapeuta que también es.
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Un aprendizaje recíproco, continuo y transversal que ya dio sus frutos en Singapur y que tiene como objetivo a largo plazo los Juegos de Los Ángeles 2028, bastante cerca por cierto de Las Vegas.
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