Paquito Navarro y Chingotto, los últimos maestros de WPT

Ni el mejor guionista podía haber pensando un desenlace tan abruptamente interesante a modo de obituario para lo que han sido diez años de WPT, de su expansión por España y por ende su presencia internacional, con dos parejas hispanoargentinas campeonas en el último Master Final y con el idéntico resultado aunque invertido: Paquito Navarro y Fede Chingotto y Bea González y Delfina Brea. 15.000 personas, mil menos que en las semifinales, asistieron a sus triunfos y al cierre de la temporada en el Sant Jordi de Barcelona.

Bea y Delfi, sin duda la mejor pareja femenina en final de la temporada, han sido un ciclón en los últimos torneos tanto de WPT como de Premier Padel, y además ya no pasan por momentos de dudas durante mucho tiempo. Tenían enfrente a una debutante Jessica Castelló con Aránzazu Osoro, y ciertamente no las dejaron pelear por la épica: 6-4 y 6-1, con un partido sin historia más allá de su dominio. Si el ranking siguiese activo, ellas, como pareja, saltarían al segundo puesto para 2024.

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La final masculina, sin embargo, era más igualada, con la pareja tres, Lebrón y Galán, contra la pareja cuatro, Paquito Navarro y Fede Chingotto; es decir, tres de los cuatro españoles que han sido números uno den ranking, y Chingotto, finalista en 2022 actuando al revés y con sólo un triunfo profesional en su carrera. Lebrón es el que más tiempo ha sido el rey (cuatro años), Galán el omnipresente en las finales (cinco seguidas con la de hoy), y Paquito el que perseguía el título que necesitaba para mantener impoluta su estadística: al menos un torneo ganado cada temporada en los últimos diez años, el español más carismático del pádel mundial, y que quería regalarle a Chingotto ese premio que él buscaba a toda costa. Ahora bien, los favoritos de entrada era Lebrón y Galán, que otra vez aparentaban ser un rodillo en la pista.

De entrada, Lebrón y Galán rompieron el saque de Chingotto, con lo que parecía que aquello pintaba mal para unos y muy bien para otros. Espejismo. Apareció un Paquito desatado para competir sin miramientos con Galán en el cruzado, apostando por tiros ganadores sin necesidad de hacer volar más que lo justo a la pelota, y Chingotto le fue comiendo terreno y territorio a Lebrón, para descentrarle con su víbora a la esquina, sin rebote. Ganaron los cuatro puntos de oro de la manga y se llevaron el set por 6-1. En el segundo parcial apretaron Lebrón y Galán, y Paco y Fede repitieron la táctica: globos a Lebrón, sacarle de la pista, y esperar con paciencia sus mejores ocasiones para romper en el 2-2, para encontrarse luego con el 4-4, y cuando parecía que los que han sido los mejores durante los tres años anteriores iban a dar la estocada, otra vez Navarro y con el incansable Chingotto le dieron la vuelta a la tortilla con menos errores para un 6-4.

En el último día juntos, en el último partido de WPT, Paco y Fede entran en la historia acabada del circuito por celebrar al fin un premio juntos y pasar a las hojas de los libros del pádel si algún días a alguien se le ocurre escribir los momentos gloriosos de su historia, en la que hoy hubo muchas lágrimas y emociones, como las de Seba Nerone, ahora entrenador, y antes jugador y número uno con Gaby Reca, que no se pudo contener al final del partido, en el que era comentarista técnico de la transmisión televisiva, y se rompió con la voz quebrada en su despedida (como muchos más).