Pablo Bouza: cholismo para los Leones del rugby
El seleccionador español desgrana su filosofía para el equipo antes de la visita de Alemania, su primer partido en el Central. “Estamos llamando a los que pueden venir ahora”, explica.
Pablo Bouza (Rosario, Argentina, 50 años) no quiere ni oír hablar de nada que no sea el partido que este domingo (12:45, Movistar Deportes 2) afrontará su Selección ante Alemania, en su segunda puesta en escena en el Campeonato de Europa, la primera en el madrileño Estadio Central, la casa de los Leones del rugby, desde que asumió las riendas del equipo.
“Partido a partido”, dice cuando se le pregunta el jueves en su visita a la redacción de este diario por la posibilidad de llegar a la final ante el aumento de la competitividad de la cita que ha provocado el cambio de formato, de una liguilla a uno con fase de grupos y eliminatorias. Una dosis de cholismo lógica para un grupo en construcción, que ni puede ni debe mirar mucho más allá del hoy. No en vano viene de ganar con mucho suspense a Países Bajos (18-20). “Sabíamos que iba a ser complicado. Es un grupo joven el nuestro, como el de Países Bajos. Ya el año anterior fue parejo y esta vez, en el segundo tiempo, con el viento en contra, no pudimos jugar”, analiza Bouza, que espera un envite “igual de duro” por parte alemana.
De ahí, a una radiografía de la situación actual de la Selección y lo que quiere para ella. “Necesitamos poder tener a los jugadores más tiempo. Después de este torneo nos gustaría tenerlos seis semanas, hacer una pretemporada, porque el año que viene empieza la clasificación. Este es el año para prepararnos”, esboza flanqueado por Esteban Meneses, paisano al que acompañó en parte de su etapa como seleccionador uruguayo, la que convirtió a los Teros en la potencia de segundo orden que son ahora. Justo el camino que aspira a recorrer España.
“Lo que tiene Uruguay es que está todo muy centralizado en Montevideo. Eso te da una ventaja y una identidad. A España la veo muy bien organizada. Va por el buen camino. Iberians tiene que ser la herramienta para tener el control de los jugadores que no salen. Al que es bueno, bueno no le retienes, pero los que se van a un nivel menor en Francia, y no juegan, es mejor que lo tengás vos y que lo formés en la manera en la que quieres jugar”, le secunda Esteban, el asesor de World Rugby asignado a la Federación Española. Una voz autorizada, por tanto, en lo que concierne a la Federación Internacional, en cuyo seno ya han empezado las discusiones sobre el reparto de las nuevas plazas de cara al Mundial de 2027, que pasará de 20 a 24 equipos. “La duda, lo que se está discutiendo, es si es una plaza más para Europa o para América del Sur”, asegura. Lo primero sería beneficioso para España en un entorno en el que compite por el billete, principalmente, con Georgia, Rumanía y Portugal.
Una lista coherente
Las dos primeras listas de Bouza no deberían sorprender a nadie, pues van en la línea que él mismo marcó al asumir el cargo: más producto nacional y joven. La ‘carta francesa’ se reserva para más adelante, si fuera necesaria. “Nosotros tenemos nueve partidos más este año. Tenemos que armar el grupo y la identidad. Estamos llamando a los que pueden venir. Otros no han podido por distintos motivos, y vendrán más adelante, en la gira por Oceanía o en noviembre. En algún momento de este año les tengo que ver. Si no nos juntamos el año que viene y te puede ir bien, pero ya depende”, explica. “Los clubes franceses te los tienen que dar, pero la presión la recibe el jugador después. Todos tienen situaciones distintas. En diciembre fuimos a visitar a la gran mayoría de los clubes franceses y ninguno está holgado. Uno está tratando de que le renueven, otro acaba de llegar... De todos hubo dos o tres que dijeron ‘sí’ sin problemas. ‘No’ rotundo tuve de uno o dos. Los demás siguen teniendo chance, pero se va achicando. La semana que viene se incorporará alguno, pero este grupo es el que va a jugar casi todo el REC”, justifica las ausencias. Con el que tiene ahora entre manos es con el único grupo con el que se casa el rosarino: “Mi equipo es el de ahora. Lo ideal sería tenerlos a todos, tener disponibilidad, que no se vayan jugadores en el último momento por urgencias del club. Pero son las reglas del juego. Todas las selecciones están igual. Es tratar de adaptarte”.
Su selección no será tan grande como la de Santi Santos, quien gustaba de manejar entre 40 y 45 jugadores. A Bouza, salvo en posiciones críticas, le vale con “dos por puesto”. “Hay puestos como primera línea o apertura en los que tenemos más necesidad. Pero lo ideal es dos por puesto. De los jóvenes están saliendo buenos jugadores y que tienen ganas de estar en la Selección”, desarrolla. En cuanto al 10, quizá la mayor de sus preocupaciones, ya tiene el ojo puesto en dos proyectos emergentes, los sub-20 Gonzalo Otamendi y Hugo Pichardie. “Ponerles ante Georgia quizá es arriesgado, pero entrenan con nosotros y es importante que lleguen a 2025 con un par de partidos”, valora.
Esas oportunidades podrían llegar en la gira por el Pacífico de verano, cuando los Leones se medirán con tres mundialistas como Fiyi, Samoa y Tonga, la mejor ventana estival por cantidad y calidad que ha tenido nunca este equipo. “Nosotros pedimos pensando en el tipo de rival, para jugar después con Rumanía o Georgia, que es un rugby muy físico. Es buena gira, los rivales los tenemos, pero tenemos que ir preparados, porque ellos son profesionales a full. El equipo tiene que jugar contra este tipo de equipos. No sirve de nada jugar contra rivales de menor categoría. Hay que jugar estos partidos, pero con las herramientas adecuadas. Los Pumas cuando arrancaron iban a jugar a Nueva Zelanda en el Cuatro Naciones y todos los diarios decían que en los últimos 20, 25 minutos a Argentina se le acababa la gasolina. Y pasaba. En 2017 terminamos un primer tiempo ganando y del minuto 70 al 79 nos hicieron tres tries. Ya en 2020 se les ganó, y después otra vez. La forma de aprender es jugando contra ellos, pero con herramientas”, desgrana antes de recordar el objetivo, nítido integre quien integre el plante: “Tiene que ser siempre jugar el Mundial”.