Un oro, dos platas y casi París 2024

Primero llegó el ballet. Melania Rodríguez, talentosa desde que era una enana, se inició en el mundo del deporte al compás de la música. A los cinco años, sin embargo, cambió la danza por la gimnasia artística. Le fue bien. Hasta logró una medalla de bronce en los Juegos Mediterráneos de 2013. Pero todavía no era su sitio. Con el paso del tiempo, se fue quemando de la disciplina y encontró un refugio en los saltos. En el trampolín. En volar. Y se le da como a pocas personas en el planeta. O como a ninguna. Este sábado, la atleta gallega se ha proclamado campeona del mundo de doble mini-tramp en Birmingham (Reino Unido). El enésimo éxito en la modalidad (no olímpica) a sus 22 años.

En 2018, Melania ya fue medalla de plata en los Campeonatos del Mundo de San Petersburgo. En 2021, en los de Bakú, se colgó el bronce. El año pasado, firmó “la mejor temporada de su vida”, tal y como la definió ella misma tras ganar en los World Games. También logró el oro en la Copa del Mundo de Rimini (Italia) y en la de Coimbra (Portugal). Venía avisando de que el doble mini-tramp era suyo y, este sábado, lo ratificó. Con una puntuación de 26.3, en el Utilita Arena, se impuso a la estadounidense Aliah Raga (26.2) y a la también norteamericana Grace Harder (26.1). Por la puerta grande. Con la máxima puntuación y abrazando a su entrenador, Pablo Hinojar, compañero de viaje en todo el proceso. Desde la artística a los trampolines.

Muy cerca de algo único

Antes del oro de Melania, la delegación española ya había amasado alegrías. David Franco, también en doble mini-tramp, se colgó la plata. Con una puntuación de 29.3, el pucelano, que venía de ser segundo por equipos el viernes, solo fue superado por el estadounidense Ruben Padilla (30.6). En trampolín, prueba olímpica en la que Melania no pudo acceder a la final (13ª), Jorge Martín rozó el acceso directo a París 2024. Aún está en sus saltos (a través de la Copa del Mundo y de los Europeos de 2024). En Birmingham, con la mejor posición española de siempre (9º), lanzó su aviso. Se quedó a 0,070 puntos de la clasificación, nunca lograda por un español, pero dio muchos motivos para creer en ella. Y también pudo celebrar. Junto al propio David Franco, David Vega y Robert Vilarasau, cerró la participación española en los Mundiales con una plata por equipos (en total, tres platas y un oro para la delegación).

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