Ocho equipos y ninguna certeza: así quedan los cuartos del Mundial

Ocho equipos, cuatro plazas para semifinales en juego, pocas o más bien ninguna certeza. Los cuartos de final del Mundial de rugby ya están configurados y lo único claro, que no es poco, es que son una gran excusa para pasarse el próximo fin de semana pegado al televisor. Francia, Sudáfrica, Nueva Zelanda e Irlanda, los cuatro equipos que partían a priori como grandes favoritos, van por el mismo lado del cuadro. Solo pueden quedar dos. Por el otro, dos duelos con menos enjundia, pero igual de parejos e inciertos, el Gales-Argentina y el Inglaterra-Fiyi.

La sensación y un falso tapado

Caprichos del sorteo, al mejor equipo de lo que va de Mundial, Irlanda, que sale de la fase de grupos invicta y con triunfos convincentes ante Sudáfrica y Escocia, le tocará afrontar (sábado, 21:00) a un triple campeón como Nueva Zelanda en una oportunidad histórica para romper de una vez el techo de cristal de los cuartos de final. Por si la misión no fuera lo suficientemente complicada, los All Blacks llegan con una sensación de tapados. Obviamente irreal, porque una selección con su bagaje nunca puede obviarse en las quinielas, pero lo cierto es que han generado mucho menos ruido que en otras ocasiones y perdieron contra Francia en el principal duelo de su grupo. Un cóctel que puede hacerles aún más peligrosos. El último precedente, tan cercano como 2019. Entonces se cruzaron también en cuartos, un 46-14 para Nueva Zelanda poco alentador para las ilusiones irlandesas.

El anfitrión y el vigente campeón

El otro gran choque de poderes (domingo, 21:00) se producirá un día después, también en Saint Denis. La anfitriona, Francia, contra la vigente campeona, Sudáfrica. Los primeros, en vilo por la fractura facial que sufrió el medio melé Antoine Dupont, la gran estrella, quien parece que finalmente estará disponible, pero habrá que ver en qué condiciones, para Fabien Galthié. Los segundos han transmitido sensaciones parecidas a las de Nueva Zelanda en esta primera fase, como si hubieran estado guardando la ropa para este momento, el de la verdad. Solo se han cruzado en una eliminatoria mundialista, las semifinales de 1995. Ganaron 19-15 los Springboks post-apartheid, que días después se proclamaron campeones por primera vez en su historia bajo la atenta mirada de Nelson Mandela.

Dos impredecibles

Tan difícil de vaticinar era la solvencia con la que Gales ha liderado el grupo C, invicta y virtualmente primera ya antes de jugar el último partido, como las penurias de Argentina, que acabó casi pidiendo la hora ante Japón el domingo en el choque decisivo por la segunda plaza del grupo D. Es difícil colocar a uno de los contendientes por encima del otro en este encuentro (sábado, 17:00, en el Velódromo de Marsella) que enfrenta a un Puerro muy prosaico, con la mano de Gatland de nuevo bien reconocible, efectivo en los básicos y una roca en defensa, y a unos Pumas quizá con más talento puro pero que sufren mucho para llevar los partidos dónde les interesa. En clave individual, el duelo entre Mateo Carreras y Louis Rees-Zammit en las alas será interesante de ver. Nunca se han cruzado en una eliminatoria mundialista.

El día y la noche

La sesión del domingo (17:00) la abrirán en Marsella dos equipos que en lo único que coinciden es en su sorprendente rendimiento, cada uno a su manera. Sobre todo el de Inglaterra, que llegó a la cita hecha unos zorros, sin ser considerada siquiera como fija para cuartos en un grupo con dos amenazas serias como Argentina y Japón, y que sale de él inmaculada con una puesta en escena pragmática. Enfrente la selección más amena del Mundial, que aprovechó las horas bajas de Australia para meterse entre los ocho mejores y tiene un techo difícilmente adivinable, porque ha demostrado que está en su madurez competitiva, tiene un gran bloque y ya ganó a este mismo rival en agosto. Tampoco hay precedentes en este caso.

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