Nueva Zelanda no quiere seguir en las antípodas de España (en pádel)

Geográficamente Nueva Zelanda y España siempre estarán en las antípodas. De eso ni cabe duda ni hay discusión posible: situación irrefutable. Pero no en todo se puede estar tan distante, y si bien España es ahora el epicentro del mundo padelístico internacional, el corazón de este deporte, los neozelandeses pretenden evitar colocarse en el punto más alejado y acercarse a la metrópoli siguiendo el ejemplo de sus vecinos australianos.

De entrada, Wictoria Markula, sueca de nacimiento y formada profesionalmente en Estados Unidos, es la presidenta de una federación nacional que hasta ahora no tenía jugadores, “porque en el país no había pistas donde practicar, pero ya hay dos clubes, y tenemos ya más de 200 registrados sólo en Auckland” contesta por correo electrónico esta especialista en comunicación, que resuelve que de Nueva Zelanda hay al menos seis jugadores “que practican y juegan de manera profesional al tenis-pádel en varios países”. Asegura que planteó en 2021 el ingreso en la FIP, y la Federación Internacional aceptó su integración en 2022. Está feliz porque ya tiene dos clubes con pistas reglamentarias en Auckland, y en la primera de ellas, inaugurada a finales de octubre, el honor de jugar el primer partido fue para Lucy Lawless, la actriz que interpreta a la atractiva guerrera Xena. Asegura Wictoria que en las próximas semanas de febrero se abrirá un tercer en Albany en ya habrá pistas para organizar competiciones locales con rivalidad con Neville Pegg de director técnico, quien reconoce que descubrió el pádel “en una visita a España hace cinco años”.

Más o menos en Nueva Zelanda se sigue el modelo de Australia, donde arrancó el pádel en 2016 y actualmente tiene 40 clubes en todo en país, y de hecho allí se ha iniciado la competición oficial de la FIP en 2024, con los torneos de Sidney (victorias de las españolas Nerea Santana y Patricia Calderaro) y ahora en Melbourne. En Australia el pádel está bajo el paraguas de la Federación de tenis, que acaba de nombrar a Pat Rafter (51) embajador del pádel por todo el país.

Rafter, una de las glorias tenísticas locales, que llegó a ser durante una semana número uno de la ATP, se ocultó el foco mediático tras su retirada, y desde el anonimato ha seguido practicando el deporte cada vez más involucrado en el pádel, disciplina en el que ya disputa torneos oficiales, sin mucho éxito todavía a pesar de su destacado saque y volea. Pero eso sí, su personalidad sirve para promocionar el pádel en Oceanía.