Nada puede con la Princesa de los Deportes: Carolina Marín, ejemplo por “actitud ante la adversidad”

La sonrisa que ha lucido Carolina Marín estos días por Oviedo ilumina unos Premios Princesa que tiene a la onubense como uno de los mayores ejemplos de superación que se ha visto en los últimos tiempos. Aquellas lágrimas de París, en el desenlace más cruel que se recuerda en unos Juegos (lesión grave de rodilla con las semifinales encauzadas, con los dedos rozando las medallas) dejan paso ahora al gesto más feliz de una deportista que, además de agradecer el galardón desde el corazón, ha aprovechado su estancia en el Principado para dejar la puerta abierta a un posible regreso a las pistas.

Aunque, por contarlo todo, aquí también ha habido lágrimas en Oviedo. Concretamente las de su madre, que a la llegada de Carolina al Hotel de la Reconquista, no pudo contener la emoción al escuchar los acordes de la banda de gaitas “Laguna del Torollu”, dejando claro desde el primer momento que el Princesa de Asturias no era un simple reconocimiento más a su carrera.

La ceremonia presidida por la familia real -al completo: los Reyes de España, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, la Princesa de Asturias, Leonor, y la Infanta, Sofía, puso el broche en el Teatro Reconquista en una ceremonia en la que Joan Manuel Serrat, Premio de las Artes, se llevó la mayor ovación después de interpretar “Aquellas pequeñas cosas” y en la que Carolina Marín fue homenajeada por sus logros más allá de lo meramente deportivo.

Fue la Princesa de Asturias la que se encargó de glosar los merecimientos de la onubense. “Carolina Marín lo ha ganado todo y en todo ha sido ejemplar. Lo más importante no es que su esfuerzo le haya llevado a lo más alto en un deporte poco conocido en España; sino que lo más relevante es que el valor no está solo en las medallas sino que es la actitud ante la adversidad y ante el triunfo lo que define a una gran deportista”, expuso la Princesa Leonor, antes de culminar su referencia a Marín: “Ella dice eso de que ‘puedo porque pienso que puedo’. Y les aseguro que, para quienes estamos a punto de abandonar la adolescencia, son palabras muy valiosas”.

Carolina lució otra vez su sonrisa más marcada al recibir el galardón, como ha hecho de forma continua desde su llegada a Asturias (contraste con las lágrimas de emoción -otra vez- de su madre en la butaca), y eso, verle sonreír, es un gran paso tras las lágrimas más dolorosas, las que sufrieron todos cuando su rodilla hizo crack. Ahora, toca le toca festejar y mirar al futuro con optimismo.

Los otros premiados

Carolina fue una de las protagonistas de una tarde en la que se repartieron 8 galardones divididos por categorías. Junto a la onubense, subieron al escenario del Campoamor los otros premiados: Joan Manuel Serrat (Artes), Marjane Satrap (Comunicación y humanidades), Michael Ignatieff (Ciencias Sociales), Ana Blandiana (Letras), Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Cooperación Internacional), Daniel J. Drucker, Jeffrey M Friedman, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov (Investigación Científica y Técnica) y Magnum Photos (Concordia).