Milak, tras reventar su récord: “No fue una buena carrera”
El húngaro, que tiene entre ceja y ceja bajar de 1:50 en los 200 mariposa, reconoce que se dejó llevar por la euforia de la piscina y salió demasiado rápido
Kristof Milak protagonizó hasta el momento la carrera del Mundial de Budapest. Con un Duna Arena hasta la bandera, con unos 7.000 espectadores coreando su nombres, el nadador húngaro batió su propia plusmarca (1:50.34) y se revalidó por tercera vez el título de los 200 mariposa. Pero Milak hizo una confesión después en la sala de prensa. No había sido una carrera plena; de hecho, llegó a decir que no había sido una buena carrera: “Debo analizarla bien, pero empecé más fuerte que nunca y los otros parciales fueron a peor. Si lo miro estrictamente como un profesional, no fue buena. No. Pero me alegro de haber logrado nadar hasta la cima del mundo frente a una audiencia nacional; de todos modos, si no hubiera que la experiencia me afectara tanto, si no hubiera dejado que los espectadores me llevaran, quizás podría haber mejorado más. Pero todo llegará”.
El campeón olímpico habló de poca “inteligencia” porque se dejó llevar por las emociones. Y la clave de todo estuvo en el primer 50. El húngaro, que esta temporada ha cambiado de entrenador (ha dejado atrás a su inseparable Atila Selmeci), marcó 24.19, un ritmo más propio del 100 que del 200. Ese esfuerza de más le perjudicó en los 50 posteriores, cada cual más lento: 27.70, 28.62 y 29.83. Pero en conjunto le valió para batir el récord. Milak reconoce que nadó con el corazón, pero que en su mente hay retos mayores en el futuro.
“¿Sabes cuántas personas me han estado diciendo que nade 1:49 durante mucho tiempo? Estoy trabajando para que suceda lo antes posible: mi objetivo es mantener vivo este récord mundial en los próximos años. El anterior tenía casi tres años: estaba pensando antes de la Copa del Mundo que era hora de mejorar mi marca individual, pero después de las dificultades de preparación, de alguna manera no sentí el tiempo de 1:50″, explicó el ambicioso nadador a quien le espera otra final de ensueño, la de los 100 mariposa, ante Caeleb Dressel si se recupera de sus problemas de salud.
El campeón de los 200 mariposa comentó que “no me afecta, pero realmente desearía que Dressel estuviera allí en los 100 mariposa, lo trataría como una buen anfitrión”. Fiel a su estilo reservado, en ocasiones introvertido y directo con los periodistas, Milak contestó así a la pregunta si este éxito le impulsaba más en el futuro: “Agregaría que aún me impulsará más si no tuviera que pasar tiempo dando entrevistas, podría irme y relajarme de inmediato”.