McIntosh y Marchand, el inicio de una hermosa amistad
Han sido los mejores en Singapur y Bowman los unirá. “Si lograra cinco oros, también querría más”, justifica la canadiense. “Hoy he confirmado que tomé las decisiones correctas”, confiesa el francés.
Cuatro. Tantos oros individuales como logró Léon Marchand hace un año en La Défense Arena, en su apoteosis dentro de los Juegos de París 2024, se ha colgado Summer McIntosh en los Mundiales, cuyo telón se cerraba este domingo con el triunfo de ambos en el 400 estilos, del que son respectivos plusmarquistas, y con una imagen para la posteridad: ambos juntos posando ante los fotógrafos con el trofeo de mejor nadadora y mejor nadador de Singapur 2025.
Se trata del inicio de una hermosa amistad, pues a partir de septiembre se verán las caras a diario. Ya fueron reconocidos como los mejores de todo 2024 por World Aquatics, el pasado diciembre al final del Mundial de piscina corta, pero no hubo entonces foto conjunta porque el francés decidió tomarse un descanso y no competir en Budapest, antes de pasar un trimestre en Australia. En paralelo, la canadiense se abrigaba para ponerse a las órdenes de Fred Vergnoux, el mentor de Mireia Belmonte, en el Pirineo francés. Pero sus caminos confluirán cuando, tras las vacaciones, el legendario Bob Bowman acoja a McIntosh en Texas, Estados Unidos, donde ya entrena Marchand.
Llegará con algunas lecciones apuntadas, como dice ella, en una libreta durante el vuelo de vuelta a casa. “Creo que en esta competición he aprendido más que en ninguna otra”, asegura la norteamericana, que ha recuperado la sonrisa tras dos momentos de cierta tensión. El primero, más anecdótico, se dio cuando venció en la final del 200 mariposa pero vio que no había sido capaz de rebajar el longevo récord del mundo de Liu Zige. El segundo, y verdadero mazazo para ella, fue su tercer puesto en el 800 libre, donde desafiaba a la gran Katie Ledecky.
“Mi objetivo eran los cinco oros, el tiempo no importaba”
Summer McIntosh
“Mi objetivo eran los cinco oros, el tiempo no importaba, solo quería tocar la pared en primera posición cinco veces”, afirma ahora, finalizado el campeonato. “No lo he conseguido, pero eso me dará mucha hambre para seguir adelante. Incluso si hubiera conseguido cinco oros, querría más, porque esa es mi mentalidad”, advirtió la canadiense, quien dice estar sacando enseñanzas “sobre todo del 800 libre”. Una carrera que asegura no haber vuelto a ver y en la que ni siquiera pensó ya este domingo por la mañana cuando se despertó. “Ya estaba concentrada en el 400 estilos”, argumenta.
Mucho más alocado fue el domingo de Marchand, quien por la mañana por poco no se clasifica para la final (quedó séptimo) y por la tarde, tras completar su doblete individual en los estilos, se fue corriendo a conseguir la plata en el relevo 4x100 libre con Francia. “Hoy ha sido la confirmación de que tomé las decisiones correctas y de que estoy haciendo lo que me apasiona. En realidad, ya lo sabía”, reconoce, “pero siempre sienta muy bien estar en lo alto del podio, escuchar el himno nacional y reflexionar sobre todo lo que ha sucedido este año”.
“¿El récord de Lochte? Eso demuestra que todavía me encanta esto"
Léon Marchand
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A diferencia de McIntosh, el tiburón de Toulouse sí ha conseguido en estos Mundiales su objetivo de rebajar el récord del mundo de Ryan Lochte en el 200 estilos. “Eso demuestra que todavía me encanta esto, y eso es lo que más me emociona. Sigo queriendo seguir adelante y he visto muchas cosas que puedo mejorar”, asevera un Marchand que vuelve a dejar caer que preparará el 200 y hasta el 400 libre: “Ya veremos cómo va”. Será junto a Bowman. Y junto a McIntosh.
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