María Corbera, a triunfar en Canadá y a soñar en París
La madrileña fue oro mundial el pasado año en C2 200 y se posiciona como favorita en el Mundial de Canadá. Todo ello, mirando de reojo a los Juegos.
La historia de María Corbera (Madrid, 30 años) se podría resumir en cómo el deporte de élite (y la soledad del mismo) te acaba curtiendo en todos los sentidos, algo que va mucho más allá de la simple competición o los éxitos deportivos. La piragüista, oro mundial en Dinamarca el pasado año en la categoría C2 200 junto a Patricia Coco, no se pone límites. Mañana comienza su travesía en el Campeonato del Mundo de Canadá (del 3 al 7 de agosto) ‘’con las máximas expectativas e intriga por ver que soy capaz de hacer’'. Todo comenzó por su hermano y un curso de verano, en el que a Corbera le picó la curiosidad y con seis años cogió un remo por primera vez, teniendo claro que no lo soltaría.
Perteneciente al Club Escuela de Piragüismo Aranjuez y siendo Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Sevilla, tuvo que compaginar estudios, competición y entrenamientos. Tras cosechar innumerables éxitos a nivel nacional, la madrileña obtuvo el oro internacional en 2021. Atravesando “mi mejor momento a nivel deportivo”, no se pone techo y tiene muy claro cuál es el mayor reto a medio plazo: París 2024. Tras el duro revés que supuso perderse los Juegos de Tokio 2021 al caer en la prueba de desempate frente a Antía Jácome, quiere quitarse esa espinita y espera hacerlo en la próxima cita olímpica.
Actualmente ejerce también de entrenadora en su club, como ella dice: ‘’echando una mano en todo lo que se pueda para conseguir que los chicos continúen creciendo y dando alegrías a nuestro deporte”. Con respecto al Mundial que arranca hoy mismo, María se ve muy fuerte y consciente de que “he dado un salto muy grande entre el año pasado y este con el objetivo de mantener este estado de forma. Me quedé cerquísima de la medalla (C1 200) en República Checa y quiero obtener el mejor resultado posible de cara al preolímpico del año próximo’'. Las pruebas mundialistas en las que Corbera competirá serán las de C1 200 y C1 5000, categoría en la que ya obtuvo la plata tierras checa.
Juegos Olímpicos y Mundial de Dinamarca
De cara a esos JJ.OO, la asignatura pendiente de Corbera, la española se encuentra extra motivada, ya que en 2016 no pudo alcanzarlos, siendo el momento más crítico de su carrera. “Pensé en dejarlo todo. Estaba saturada a nivel mental y no podía continuar con ese ritmo. Desde el club fueron muy comprensivos, me ayudaron y me dieron mi tiempo”. Y fue en ese período cuando decidió cambiar el kayak para probar suerte con la canoa. “Lo único parecido entre uno y otro es el cansancio físico, todo lo demás es distinto (equilibrio, fuerza, estabilidad…), pero me adapté muy bien y los resultados han sido muy satisfactorios.
En cuanto al oro conseguido el año pasado en Dinamarca, María lo percibió “como una liberación tras no clasificarme a Tokio. Fue una demostración del nivel que tenía y de que puedo conseguir grandes cosas. Fue un año muy duro que terminó bastante bien”. Para esta cita mundialista ve al equipo nacional tremendamente fuerte y es que, analizando los éxitos de España en Mundiales y Juegos Olímpicos, llega a la conclusión de que “los piragüistas estamos hechos de otra pasta. El nivel en España crece exponencialmente año a año y ser la disciplina que más medallas ha conseguido en los JJ.OO para el país, es el reflejo del trabajo y la competencia, que aumenta día tras día”.
Entre sus principales inspiraciones se encuentran dos ilustres y reconocidos deportistas: Teresa Portela y Rafa Nadal. De la primera habla maravillas, “es una persona increíble. Era mi referente y ahora es mi compañera. Cuanto más tiempo he compartido con ella, más admiración me ha despertado”. Finalmente, la atleta cree que el piragüismo a nivel nacional atraviesa un momento espectacular y que irá a más, con la mira puesta desde ya en el Mundial y en París 2024.