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NATACIÓN | FUKUOKA 2023

Marchand, el Tiburón de Toulouse que desafía y se escribe con Phelps

El francés, entrenado por el mismo técnico de la leyenda olímpica, amenaza el salvaje récord de los 400 estilos y aspira a ser el rey de los Mundiales de Fukuoka.

Leon Marchand.
ATTILA KISBENEDEKAFP

“Me recuerda al Phelps de 2003″, dijo Bob Bowman, técnico de la leyenda olímpica y ahora del genio francés, que llega a los Mundiales de Fukuoka con el aura de las grandes estrellas a un año de sus Juegos, los de París. El Tiburón de Toulouse (2002), que se entrena en la Universidad de Arizona, amenaza el estratosférico récord mundial de Michael Phelps en los 400 estilos, la prueba más salvaje de la natación por su complejidad y por reunir la destreza en todas las modalidades acuáticas.

En los pasados Mundiales de Budapest, el francés ya rozó la proeza (4:03.84) que logró el estadounidense en los Juegos de Pekín 2008. Se quedó a 44 centésimas y registró la segunda mejor marca de siempre (4:04.28). La evolución del hijo de Xavi Marchand, nadador en los 90, apunta a más; no solo puede pulverizar el récord, sino porque en los años venideros tiene el talento de llevar esta especialidad a otra galaxia. En Budapest, Marchand fue mejor que Phelps en el parcial de braza (de hecho, en los 200, aspira también a conseguir el título), pero este año se ha focalizado en mejorar la espalda y el libre.

“Bowman ya me dijo que me parezco a Michael Phelps porque puedo darlo todo, sin importar las circunstancias. Si no duermo mucho o tengo un mal día, todavía puedo ser constante y dar lo mejor de mí en el entrenamiento todos los días”, dijo Marchan a Olympics.com. De hecho, la relación entre Bowman y Phelps, que es la de un padre con un hijo, que el estadounidense le da consejos a Marchand (“nos escribimos mensajes, me dice que le pregunte cualquier cosa”), sin importarle lo más mínimo que le arrebaten el último récord del mundo que aún posee siete años después de su emotiva retirada en Río 2016.

Si Bowman sabe cómo gestionar a los talentos, Marchand se muestra meticuloso en el aprendizaje. “He estado cambiando la forma en que trabajo en el agua. Incluso hoy hubo algunos errores que puedo hacer mejor la próxima vez, así que la próxima vez intentaremos ir más rápido, ya que no creo que haya un límite para ello”, explicó en una de sus últimas competiciones. El francés, que ya fue finalista en los Juegos de Tokio con apenas 19 años, se fija en los subacuáticos de Caeleb Dressel para mejorar y confiesa que “me tomo esa carreras como pequeñas pruebas de 50 en las que hay que dar el máximo, así lo entrenamos, es muy duro”.

Una de las primeras finales en Fukuoka serán los 400 estilos, a partir de este domingo a las 13:30. Un momento para la historia. Marchand quiere dejar a Phelps en el retrovisor, el paso del tiempo de la natación no perdona ni a las grandes leyendas.