Marchand despedaza el longevo récord del mundo de Lochte

Ni Michael Phelps ni Ryan Lochte. El hombre más rápido de la historia en 200 metros estilos es Léon Marchand. El caníbal de Toulouse, como se le podría llamar después de lo logrado este miércoles en los Mundiales de Singapur. Era su objetivo rebasar el récord del mundo que Lochte ostentaba desde 2011 (1:54.00) sin que nadie le pudiera ni toser. Y por eso había descartado de su programa los 200 braza y 200 mariposa. Pero ni siquiera esperó a la final que se disputará este jueves para batirlo. No. Para despedazarlo.

En 1:52.69, prácticamente un segundo y medio por debajo del estadounidense, fija la nueva marca un Marchand que ni se lo creía, como él mismo manifestó nada más salir del agua y antes de recibir su cheque de 30.000 dólares por la plusmarca mundial.

“Batirlo por más de un segundo es increíble, no me lo creo. ¡Una locura!"

Léon Marchand

“Sabía que iba a acercarme a mi marca personal porque me sentí muy bien durante el día y la preparación ha sido muy buena, así que tenía muchísimas ganas de competir. Pero por más de un segundo es increíble, no me lo creo”, confesaba el gran héroe de los Juegos de París. “Estoy muy feliz, ¡es una locura!“, exclamaba un Marchand que tras sus buenas sensaciones en las horas previas, acordó con su entrenador, Bob Bowman, ”ir a por todas".

Y eso que no comenzó la prueba liderando, pues era Shaine Casas quien pasó primero el viraje inicial. Pero tras los tramos de mariposa y espalda ya se situaba un segundo por debajo de ese récord del mundo, para rebajarlo a 1.88 con su extraterrestre braza, a falta del último largo. Y le queda la final, que se disputará este jueves por la tarde, a las 13:23 hora peninsular española.

Jaouadi, el oro de la salud mental

Con una baja de impacto se inició la sesión vespertina de este miércoles. La de Sam Short en la final del 800 libre. Había sido plata el australiano en el 400 libre y llegaba con el segundo mejor tiempo de las semifinales, pero él mismo comunicó por la mañana a través de las redes sociales que se retiraba de la prueba por vómitos y diarreas, en lo que cree que es una intoxicación alimentaria (otra más) en el restaurante del hotel donde se aloja en Singapur.

Otro nadador en problemas, no este miércoles pero sí recientemente, sí tomaba la salida en la final. Un Daniel Wiffen que es el vigente campeón olímpico de la distancia y que hace cinco semanas sufrió una apendicitis, lo que claramente le ha mermado. No pasó de la decimosexta plaza en el 400 libre y en la final del 800 trataba de tomar la delantera en el primer cuarto de carrera peor inmediatamente se quedaba sin gasolina, hasta el punto de acabar último.

Tampoco Martens pudo repetir su victoria del 400, a pesar de que arrancó liderando la final, y se tendría que conformar con el bronce, dado que Ahmed Jaouadi pronto demostró que su primer puesto en las semifinales, con marca personal, no había sido un espejismo. A 2.37 segundos del a la postre subcampeón, Sven Schwart, pasó ya a falta de los últimos 100 metros, que nadó a placer para colgarse el oro más dictatorial de estos Mundiales.

7:36.88 fue el tiempazo de Jaouadi, cinco segundos por debajo de su propio registro y, no en vano, el mejor tiempo con bañador textil de la historia. Sorprendió con sus declaraciones nada más salir del agua, al revelar el tunecino que tras su oro en el 1.500 libre del Mundial de piscina corta de Budapest, en diciembre, cayó “en una especie de depresión, sin ganas de entrenar”, de que afortunadamente ha superado.

O’Callaghan devora el oro en 200 libre

No hubo tiempo para digerir tales manifestaciones, puesto que se procedió inmediatamente a la final del 200 libre femenino, en la que Mollie O’Callaghan no tuvo ni que esperar a su sublime subacuático para ponerse por delante, si bien en el segundo largo la llegó a superar Claire Weinstein, que había sido la más rápida en las semifinales.

Puro trámite, porque la australiana volvió a liderar enseguida y en los últimos 50 metros destrozó a sus rivales (1:53.48) para recuperar su oro de Fukuoka 2023 la vigente campeona olímpica. Hasta el punto de que Weinstein ni siquiera se pudo colgar la plata, a 1.19 segundos de O’Callaghan y rebasada por Li Bingjie.

Urlando, el ‘sucesor’ de Phelps en 200 mariposa

También en el último tramo, pero en la final del 200 mariposa masculino, consiguió un hito para los Estados Unidos un Luca Urlando que, tras ser octavo en semifinales, fue de menos a más, para avasallar al resto en la segunda mitad de la prueba y colgarse, con un tiempo de 1:51.87, el primer oro de un nadador masculino de su país en estos Mundiales.

Pero también es el primero de un estadounidense en esta prueba desde que lo consiguiera por última vez un tal Michael Phelps en Shanghái 2011. A 1.09 segundos entró a Krzysztof Chmielewski, plata, y el bronce se lo llevó Harrison Turner, en detrimento de un Ilya Kharun que ha ido pasando por la distancia sin pena ni gloria.

Qin se queda sin triplete en la braza

De la alegría de Urlando se dio paso al rostro serio, algo desencajado, de un Qin Haiyang que se plantaba como favoritísimo en la final del 50 braza tras el oro en el 100 y después de haber sido el más veloz en las semifinales con un tiempo de 26.52. Un registro que le habría valido para el oro, pero que no supo igualar, de modo que se queda sin ese triplete en las tres distancias de la braza que sí había conseguido en Fukuoka 2023.

Le arrebató el oro el italiano Simone Cerasuolo (26.54), seguido no por el chino sino por el nadador ruso, aquí con estatus neutral B, Kiril Prigoda (26.62). Así que se tuvo que conformar con el bronce Haiyang, con un tiempo de 26.67.

El resto de la sesión vespertina fueron semifinales, con un nivelazo. En el 50 espalda femenino lideró Regan Smith (27.23), seguida de una Lauren Cox (27.26) que curiosamente había tenido que nadar un desempate por la mañana para meterse entre las 16 primeras. Tercera para la final se metió Katharine Berkoff (27.34).

Zidi, otra vez asombrosa tras McIntosh

Llegaron las esperadísimas semifinales del 200 mariposa femeninos. Se podría imaginar que era por Summer McIntosh, que trata de sumar su tercer oro en estos campeonatos y que incluso apuesta por batir el récord mundial de este 200 mariposa (el 2:01.81 que ostenta Liu Zige desde 2009). En parte, sí.

Pero la ovación cerrada del World Aquatics Championships Arena se la llevó Yu Zidi, la sensación de los Mundiales por su corta edad, 12 años, y por sus marcas, cuarta en la final del 200 estilos, y este miércoles codeándose con la canadiense, con Helena Bach y con Regan Smith.

Logró McIntosh (2:06.22) el segundo mejor tiempo de las semifinales, tras Elizabeth Dekkers (2:06.13). Y, aunque Zidi se descolgó un poco en el tramo final, su 2:07.95 le valió por nueve centésimas para acceder a su segunda final en dos intentos. Enorme.

Rusia, oro y récord del campeonato

Concluyó la cuarta jornada de la natación en línea en Singapur con un récord del campeonato. El que consiguió Rusia para imponerse en la final del 4x100 estilos mixto, de la que había quedado fuera sorprendentemente Estados Unidos.

El llamado equipo neutral B, formado por Miron Lifintsev, Kiril Prigoda, Daria Klepikova y Daria Trofimova, se quedó a medio segundo del récord del mundo con su 3:37.97, pero superó en más de dos tanto a China como a Canadá, plata y bronce, respectivamente.

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