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PÁDEL | WPT MADRID MASTER

Madrid se le da de perlas a Fernando Belasteguín

El mito argentino con e,l vallisoletano Coello arrasan en la final a los malagueños Álex Ruiz y Momo González: 6-4 y 6-2

Belasteguín y Coello celebran el Master de Madrid,
JUAN CARLOS HIDALGOEFE

De las cosas que más le cuesta desprenderse a un jugador profesional de pàdel es de la herramienta personal con que trabaja, porque a la pala la personaliza, la mima, la cuida con atención para que no le engañe, y porque, además, no es algo que le sobre como pueden ser la toallas que todos regalan, o las muñequeras para el sudor que se reparten sin más. Pues hoy Fernando Belastegúín ha tirado su pala a las nubes, al graderío, un gesto temerario porque a un despistado podría hacerle una brecha; no ocurrió porque la pala la atrapó en el aire un aficionado feliz por contar con la reliquia de un mito, y porque en ese momento no había nadie que estuviese a otra cosa que no fuese a la de aplaudir a los ganadores del Master de Madrid: Fernando Belasteguín y Arturo Coello.

Belasteguín cuando juega en Madrid siempre tiene que ser favorito. En la Capital se le idolatra, y es que al argentino este escenario le va bien, como cuando ganó en el Madrid Arena con Tapia y venía de pasar un tiempo sin jugar por lesión. Este domingo con Coello ha ganado su segundo título del año, el primer Master del vallisoletano, que se lleva los oles y la admiraciòn del público (por ejemplo, en los dos primeros juegos del segundo set, Coello sumó de pegadas seis de los ocho puntos). Pero si preguntas a los derrotados, dan otra versión: “Bela está a un nivel tremendo; él nos ha traído de cabeza”, comentaba Álex Ruiz al término del partido, en que el reconía que Momo y él tenìan pensando “dar más batalla” en esta segunda final, para ambos como pareja y ambas en un Master.

En Madrid Coello tiene esa ventaja del golpe que lo saca hasta las nubes, con lo cual jugar por alto contra él es un suicidio, pero si juegas por bajo Belasteguín te domina, te manda bolas lentas para ganar la red, o tiros a mil por hora que un bloqueo directo los rebotas al cristal. Son una pareja tremenda, y pese a eso en el primer set hubo juego: 6-4, sólo una ruptura. Pero el segundo comenzó con Coello pegando y sin contestación, y provocando la autocrítica de sus rivales porque los globos les parecían malos, o eso se creían ellos, aunque el castellano no discimina: si la pelota llega a tres metros de la altura, se le atiza. 6-2 para acabar e iniciar el disfrute en la Caja Mágica, para que el público felicitase y se volcase con Fernando porque se tiene la idea de que con Coello estamos en el principio, pero con Bela no se sabe: tiene 43 años, está en una gran forma, no acusa lesiones esta temporada, y se mete en la pista con la ilusión de un adolescente; pero como dice e,l argentino, a cierta edad no se sabe cuando es el último partido.. Eso sí, la despedida de Belasteguín fue bien clara: “¡Hasta el año que viene, Madrid!”