Los siete minutos en que España batió dos récords, superó a EE.UU. y viajó a París

Decidió la Real Federación Española de Natación apostar en este ciclo olímpico por los relevos. Y la apuesta le está saliendo. Este viernes, en la sesión matinal de los Mundiales de Doha, se demostró con la clasificación a lo grande del tercero de los equipos para los Juegos de París. Siete minutos largos en los que a España le pasó casi todo lo bueno que le podía suceder.

Hasta dos récords estatales se batieron durante la carrera del 4x200 libre masculino. El primero fue el del 200 libre, que ostentaba César Castro, y que le arrebató Luis Domínguez con una extraordinaria primera posta de 1:47.02. El propio Castro nadaría sus 200 metros en 1:46.06, pero en relevos sólo la primera posta cuenta para establecer plusmarcas. Los siguientes, Sergio de Celis y Luis Domínguez, no pudieron superar esos tiempazos pero sí contribuyeron a que se batiera también la plusmarca de España en esta especialidad, que ahora se sitúa en 7:10.85.

Pero no sólo eso. Con esta extraordinaria carrera, España consiguió un hito tremebundo, como lo fue quedar por delante de los Estados Unidos, y su equipazo formado por Luke Hobson, Hunter Armstrong, David Johnston y Shaine Casas, quienes pararon el crono en 7:10.70.

Y aún hay más. Porque los relevistas españoles se metieron en la final de ese 4x200 con el séptimo mejor tiempo de los semifinalistas, y entre lo cosechado ahora en Doha y en los pasados Mundiales de Fukuoka (con los mismos componentes) ostentan el decimoquinto tiempo. Es decir, que ya están matemáticamente clasificados para los Juegos. ¿Puede una carrera salir más redonda?