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HOCKEY | MUNDIAL EN LA INDIA

Los Redsticks, a cuartos con suspense

La Selección masculina de hockey derrotan a Malasia en los penalti-stroke (6-5) con una gran actuación del meta suplente, Mario Garín. Australia, la número uno del mundo, será el rival el martes.

La Selección española de hockey.
La Selección española de hockey.

La Selección española de hockey se medirá el martes a las 12:30 a Australia, la número uno del mundo, por un puesto en las semifinales del Mundial de la India. Sudaron sangre los de Max Caldas, que festejaron el pase como un título después de una tanta de ‘shoot outs’ histérica, que hubiera firmado el mismo Alfred Hitchcock. Dos protagonistas inesperados, el meta suplente Mario Garín, y el joven debutante Pere Amat, tuvieron mucho que ver en el pase español ante una competitiva Malasia, que aprovechó al máximo sus recursos y llevó a España a verter su última gota de sudor.

En la hora de juego, los RedSticks tuvieron infinidad de oportunidades para solventar el encuentro, pero de nuevo no hallaron puntería en los penalti-córners ni en el resto de los ataques que tuvieron. Los dos primeros parciales fueron un ejercicio de impotencia. Los de Max Caldas dominaron el juego, entraron por los costados en busca de la falta de Malasia, pero se estrellaron una y otra vez contra el muro asiático. A los dos minutos, Miralles ya dispuso de un penalti-córner que interceptó la defensa, mientras que en el minuto 11 su remate lo detuvo el guardameta.

A los jóvenes españoles les faltó más alternancia en este tipo de jugadas, ya que intentaron lanzar siempre de primeras sin más tipos de ingenio. Tras el descanso, y después de algún aviso aislado de una agazapada Malasia, el goleador Faizal estrenó en el marcador en un error defensivo. Una desantención de los centrales. España no tardó en reaccionar y lo hizo de manera fulminante. En una variante de penalti-córner, en la que Miralles combinó con Álvaro Iglesias, se llegó a penalti-stroke por la infracción del defensor. Era el minuto 41 y Miralles no fallaba (1-1).

Todo parecía encallado en los ataques posicionales hasta que apareció una centella por al costado derecho y metía, de forma momentánea, a los RedSticks en los cuartos de final del Mundial de la India. Esa centella, curiosamente, disputaba sus primeros minutos en un gran campeonato, tiene solo 18 años y su apellido evoca las grandes gestas del hockey español: Amat. Pere, de nombre, como su pionero abuelo. Cogió una bola en la posición de extremo derecho y con dos regates dejó atrás a cuatro defensores. Álvaro Iglesias tocó su pase y otro Amat, Xavi Gispert, no perdonó. Conexión letal.

Pero cuando parecía que los Redsticks habían hecho lo más difícil, en el último periodo apareció el miedo a la victoria y Malasia les comió de nuevo terreno. Por primera vez los asiáticos encerraron a los españoles en su línea de 22. A los 30 segundos ya habían empatado, pero el tanto fue anulado por una infracción con el stick en el pase previo. Quien avisa no es traidor, pensó España, que vio como los peores augurios se hicieron realidad. Llegó el 2-2 por medio de Shello en el segundo remate a puerta de Malasia. España llevaba nueve. Llegaron las prisas, los penalti-córner perdidos y la sombra de los ‘shoot out’, que se hizo presente.

Max Caldas, que se tapaba los ojos con unas manos en señal de rezo, no quería ver un desenlace fatídico. Álvaro Iglesias, el capitán, falló el primero. Un comienzo con mal pie, pues Malasia había anotado sus dos primeros lanzamientos. Marc Miralles, con una calidad que se le cae de los bolsillos, marcó el 2-1 y Mario Garín detuvo el siguiente. La suerte cambiaba de lado cuando Xavi Gispert y Bonastre ponían de nuevo a España por delante, pero Reyné, el jugador del Club de Polo, fallaba en el penalti decisivo. Se llegó a la muerte súbita. Todo se decidió ahí. Miralles anotó y Mario Garín detuvo el decisivo de Ashari Firhan. La alegría fue desbordante en Bhubaneswar. España sigue adelante y se lleva otra lección de su máster en la India: saber sufrir.