Los microplásticos, una plaga en los océanos
Se han encontrado casi 1.900 microplásticos por metro cúbico de agua en las muestras recolectadas por los equipos durante las primeras etapas de The Ocean Race. El químico más abundante encontrado hasta el momento es el polietileno.
Nuestros océanos están en crisis”. Es uno de las frases más repetidas por The Ocean Race en su proyecto ‘competir con un propósito’. La regata busca el poder unificador del deporte para intentar amplificar el debate sobre la salud de los océanos e impulsar el cambio. Y es que lo que se pretende es ser un catalizador del cambio para acelerar la protección y recuperación de los mares. Por ello, para intentar tratar de investigar y concienciar a la población, los equipos. mientras navegan, están recogiendo muestras de microplásticos y los resultados preliminares de las primeras etapas de la presente edición muestran que se han registrado hasta 1.884 microplásticos por metro cúbico (pm3)* de agua en algunos lugares del mundo.
Por ejemplo, las muestras analizadas en la segunda etapa de la vuelta al mundo, que fue desde Mindelo (Cabo Verde) hasta Ciudad del Cabo (Sudáfrica), contenían concentraciones de microplásticos que oscilaban entre las 92 y las 1884 partículas pm3. Las muestras de microplásticos contenían niveles similares a las recolectadas durante la tercera etapa, la más larga en los 50 años de historia de la regata, una travesía de 12.750 millas náuticas a través del Océano Sur. A pesar de ser uno de los lugares más remotos del planeta, se encontraron entre 160 y 1.492 partículas pm3 en las muestras recolectadas durante esta etapa de la regata, desde Ciudad del Cabo hasta Itajaí (Brasil).
Los microplásticos seguirán recolectándose a lo largo de los 60.000 km que recorre The Ocean Race empleando una unidad de muestreo a bordo que consiste en un sistema de filtro especialmente diseñado para recolectar partículas de plástico (entre 0,03 mm y 5 mm), que llevan a bordo dos equipos: el GUYOT environnement - Team Europe y el Team Holcim - PRB. La unidad funciona extrayendo agua a través de un filtro durante un período de dos horas para recolectar los microplásticos. Los regatistas toman muestras nuevas todos los días y, después de cada etapa, se envían al Centro Nacional de Oceanografía (CNO) en el Reino Unido para su análisis, con el apoyo de la Universidad de Rhode Island (EE.UU).
Victoria Fulfer, científica visitante de la Universidad de Rhode Island en el CNO, dijo que “es muy preocupante que estemos encontrando microplásticos en todas las muestras, desde las zonas costeras hasta las regiones más remotas del océano. Hasta ahora, más de la mitad de nuestras muestras tienen más de 500 partículas microplásticas por metro cúbico de más de 0,1 mm, y esas concentraciones aumentan cuando buscamos partículas aún más pequeñas. El problema se ha generalizado y los esfuerzos de muestreo como los que lleva a cabo esta regata son vitales para ayudarnos a comprender el alcance de la contaminación por microplásticos en el océano″.
Stefan Raimund, líder científico de The Ocean Race, afirmó que “estamos aprendiendo cada vez más lo omnipresentes que los microplásticos están en el océano. Se encuentran en especies de todo el entorno marino, desde el plancton hasta las ballenas, y nosotros mismos los consumimos en el marisco e incluso en el agua potable. La ciencia es el arma más poderosa con que contamos para combatir este problema. Los datos que recopilamos pueden ayudar a informar e influir en las empresas y los gobiernos para que tomen decisiones que puedan proteger mejor nuestro planeta”.
Richard Brisius, Presidente de The Ocean Race proclama que “el planeta es el único accionista al que reportamos”. Por ello, es importante la investigación. Se está llevando a cabo y, por primera vez en la vuelta al mundo, se está examinando la estructura química de las partículas de plástico para ayudar a comprender mejor qué productos plásticos acaban en el océano y se descomponen en microplásticos. El químico más abundante encontrado hasta el momento es el polietileno, que se utiliza en muchos productos, como envases de un solo uso, bolsas de plástico y botellas.
Esta iniciativa científica de The Ocean Race forma parte del programa de sostenibilidad Racing with Purpose (Compitiendo con un Propósito), creado junto a 11th Hour Racing. Todos los equipos que participan en la competición están involucrados en él, y llevan a bordo diversos equipamientos que recopilan datos sobre el impacto de la actividad humana en el océano. El 11th Hour Racing Team y el Team Malizia llevan un OceanPack para recopilar datos sobre el cambio climático y el océano, mientras que el Biotherm recoge información sobre la biodiversidad oceánica. Todos ellos, además, tratan de concienciar allá por donde pasan. Actualmente la flota se encuentra en Aarhus y las charlas sobre sostenibilidad están teniendo una gran aceptación entre la población danesa.
El estado de los océanos es preocupante y va a más. Sin ir más lejos, los resultados de esta edición de la regata, que comenzó en Alicante el 15 de enero de 2023 y terminará en Génova (Italia), en la Gran Final a finales de junio, son significativamente más altos en comparación con los microplásticos capturados durante la anterior edición, en 2017-18. Durante la edición anterior, las muestras oscilaron entre 50 y 100 pm3 , y en la presente los niveles se piensa que son hasta 18 veces más altos debido a un aumento en la contaminación por microplásticos y a las mejoras en los métodos y la tecnología de análisis. En esta edición también se analizan las fibras microplásticas, que son increíblemente resistentes, mientras que en la edición 2017-18 no se analizaron. The Ocean Race contribuye con datos científicos al proyecto Ocean Decade Odyssey, que es un proyecto respaldado por la Década de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030) que apoya los esfuerzos para revertir el ciclo de deterioro de la salud de los océanos y crear mejores condiciones para el desarrollo sostenible del océano.