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Piragüismo - Descenso del Sella

Los franceses Urban y Candy vuelven a reinar en un emocionante Sella

La pareja gala gana su segunda edición seguida en una prueba en la que hasta siete embarcaciones optaron al triunfo final

Actualizado a
Arriondas (Asturias), 05/08/2023.- La pareja formada por franceses Quentin Urban y Jeremy Candy, vigentes vencedores del el Sella y campeones en el último Europeo, han vuelto a imponerse al sprint en la 85 edición del Descenso Internacional del Sella, una prueba en la que han tomado la salida unos 1.100 palistas de 18 países. y que este año se ha visto dificultada por el bajo caudal del río y la bajamar. EFE/Eloy Alonso
Eloy AlonsoEFE

Se hablaba en la previa de que se trataba del Descenso con sabor más internacional que se recuerda, por el elevado nivel de las embarcaciones foráneas, y de pronóstico más incierto. Y las previsiones se cumplieron solo a medias. Porque ganó una pareja extranjera, los franceses Urban y Candy, pero nadie puede decir que fuera una sorpresa: los actuales campeones de Europa renuevan su primera plaza en el Descenso Internacional del Sella, prueba de la que es patrocinador el Diario As. Los galos fueron los triunfadores una competición marcada por una igualdad llamativa: hasta 7 embarcaciones entraron en la recta final en el grupo de cabeza.

La fiesta de las piraguas estuvo precedido de todos los elementos folclóricos que rodean a la celebración asturiana. En Arriondas, Lydia Valentín, campeona olímpica de halterofilia, leyó con emoción el pregón. Y tras el “Asturias, patria querida”, la salida, un momento de máxima tensión en el que las embarcaciones cruzan los dedos para que no pase ninguna desgracia. Tras un breve enganchón con los cepos, los palistas se echaron a la carrera, con los húngaros Adrian Boros y Bruno Kolozsvari al sprint situándose en la cabeza.

Al paso por La Remolina, las cosas ya trataban de estabilizarse. Llera y Geringer comandaban la prueba, con Boros y Kolozsvari y Fidalgo y Fiuza en los costados. Cerraba el cuarteto de cabeza la pareja formada por Llera y Geringer. Sorprendía viendo a los franceses Urban y Candy tan retrasados al comienzo.

El río, como en los últimos años, volvía a llevar un cauce muy bajo, algo que pude condicionar la forma de remar. En Arcu, cuando se llevaba un cuarto de hora, el cuarteto inicial parecía definido, con Llorens y Plaza marcando un fuerte ritmo. No es que tuvieran mucha distancia con el grupo perseguidor, pero parecía que el ritmo fuerte podía ir descartando a algunos de los a priori favoritos. Solo lo parecía.

Plaza y Llorens parecían dispuestos a seguir con el ritmo endemoniado en todo momento. No bajaban el pistón. A mitad de la prueba, solo Boros y Kolozsvari les aguantaban, en una estampa poco habitual en la prueba, en la que el guion natural señala a grupos más amplios, en una carrera más táctica, de sangre fría. Esta vez parecía imperar la ley del más fuerte. Pero las cosas no tardarían en normalizarse.

La escasez de agua en el río hacía que las cosas fueran aún más exigentes. Sí se percibió en esta parte del recorrido una novedad importante. Urban y Candy, perdidos desde el principio en posiciones más discretas, ya eran terceros, comandando el grupo perseguidor de las dos embarcaciones delanteras. Y eso, ante una pareja que colecciona un Sella y un segundo puesto, era un peligro más que evidente para los de cabeza.

Entre las féminas, las predicciones se iban cumpliendo a mitad de prueba. Tania Fernández y Tania Álvarez marchaban primeras, con Barrios y Osaba, las que defendían trono, segundas. Walter Bouzán se acercaba a su undécima victoria en el río con su K-1.

No tardaron los franceses en alcanzar a la cabeza. Juntos a ellos, Castañón y Amado también se sumaban a la fiesta. Otras tres embarcaciones trataban de unirse. Esto sí era el Sella más conocido, el de múltiples alternativas y grupos más amplios.

A 4 kilómetros, al paso por Campos de Ova, Llorens y Plaza seguían a lo suyo, marcando el ritmo, como si no desearan llegar al sprint para decidir la victoria. Llera y Geringer, Fiuza y Fidalgo eran los que más sufrían en ese grupo delantero. En Norniella, otro ataque de Llorens y Plaza, este con un ritmo aún más alto. Aguantaban el resto de candidatos, aunque con evidentes síntomas de cansancio.

Ya en la ría, con el puente en el horizonte, los franceses se pusieron líderes. Y ya lo dice el dicho, el que primero ve el puente tiene las de ganar. Pero no sería tan sencillo para Urban y Candy, hasta 7 embarcaciones podían hacerse con el triunfo.

Los primeros en atacar fueron Llera y Geringer, pero apenas inquietaron a los líderes- Llorens y Plaza se jugaron su baza. E incluso los húngaros parecían progresar, pero la pareja gala apenas se inquitó, mantuvo su ritmo y entró, puño en alto, la primera en la línea de meta. Le siguieron Boros y Kolozsvari y Llorens y Plaza, por este orden.

Otros ganadores

En K-1 los pronósticos de la crono se cumplieron y Walter Bouzán volvió a reinar en su río. Javi López, vencedor en 2022, fue segundo.

También se cumplió con lo previsto en las chicas. A las que defendían triunfo, Barrios y Osaba, les superaron las Tanias, Fernández y Álvarez, confirmando su gran momento de forma.