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Descenso Sella

Los franceses Candy y Urban vuelven a reinar en el Sella: es su tercera victoria consecutiva

Los galos se imponen en un emocionante sprint del Descenso Internacional a Bouzán y Martín.

La fiesta de 'Les Piragües' ha cumplido hoy su 85ª edición. Declarada fiesta de Interés Turístico Internacional la comarca asturiana acoge cada año a miles de aficionados a la piragua.
Xuan CuetoEuropa Press

Los franceses Quentin Urban y Jeremy Candy van camino de lograr el pasaporte asturiano. Reinar en el Sella, en su mítico Descenso Internacional, es un hito solo apto para los mejores palistas del mundo. Una labor encomibale. Lograrlo en tres ediciones consecutivas te sitúa ya en la historia de la competición, algo solo logrado por los más grandes palistas de siempre. En la 86.ª edición del Descenso del Sella, esa que estaba marcada por su acento internacional (récord de países representados, con 25) Urban y Cande impusieron el francés como idioma de los campeones con una de las carreras más igualadas que se recuerda en la que hasta 9 embarcaciones divisaron el puente de Ribadesella con opciones reales de victoria.

No les puso sencillo el objetivo del tricampeonato el resto de embarcaciones, en especial la formada por el campeonísimo Walter Bouzán, ahora haciendo pareja con Adrián Martín, que casi desde la primera palada trataron de imponer un ritmo vertiginoso, a pesar del escaso cauce del río. A los 5 minutos, ya habían lanzado el primer ataque. Antes, la multitudinaria salida, tras el pregón de Víctor Manuel y el emocionante “Asturias, patria querida”, no había dejado ningún daño entre los favoritos.

Así que Bouzán y Martín se empeñaron en tensar la carrera casi desde la primera palada, pero respondieron bien todos los favoritos. A la vista de que no hacían mucho daño, optaron los palistas líderes por bajar el ritmo y la pareja argentina formada por los hermanos Balboa se pusieron en cabeza. La bajada de ritmo hizo que el grupo delantero se nutriera de más embarcaciones.

A la altura de Norniella, ya cerca de Ribadesella, los ataques se sucedían, con las embarcaciones a tirones para ver si alguno lograba romper la igualdad en el grupo de cabeza. La marea baja dificultaba el paso de las piraguas. Bouzán y Martín lideraban la carrera con el añadido de su conocimiento exacto del Sella, una ventaja ante tanto competidores foráneos.

Ellos llevaron al grupo, buscando en todo momento el lugar del río con mayor cauce. A la hora de competición, la carrera seguía liderada por Bouzán y Martín, Nogueira y Figuereido en el segundo puesto y Pedersen y Rask terceros. Completaban el grupo de cabeza Candy y Urban, y Llorens y Plaza y de seguido hasta otras cuatro embarcaciones que en todo caso parecían ir con el gancho, exigidos por el alto ritmo que los líderes empezaban a imponer tan cerca de la meta.

El desenlace de la carrera dejó una imagen no prevista, un porteo de dos de las embarcaciones que competían en el grupo de cabeza. No parecía la solución idónea a la vista del poco caudal del río, pero tanto Roza y Geringer como los hermanos Balboa optaron por la arriesgada maniobra ya que debían apostar si querían adelantar a las embarcaciones que lideraban, algo que resultaba casi imposible con su posición cerrada en el grupo. La jugada no les salió nada bien y quedaron descartados de cualquier opción al triunfo final.

Con el puente de Ribadesella ya a la vista, Bouzán y Martín seguían liderando la prueba con palada firme, pero a sus flancos tenían rivales peligrosos. Los portugueses y los franceses también se preparaban para su ataque final.

Ya en el sprint definitivo, la pareja lusa fue la primera en probar con acelerar las cosas. Bouzán y Martín resistieron ese tirón y se afanaron en tratar de cerrar el hueco. Pero no contaron con otra embarcación, la de los actuales bicampeones. Candy y Urban vieron la puerta abierta y se lanzaron con decisión. Con la que tiene una pareja que empieza a convertir el Sella en su río particular. Nadie pudo con sus paladas a la entrada al puente y se coronaron vencedores por tercer año consecutivo en un final de infarto, uno de los más igualados que se recuerda en los últimos años.

Inmediatamente detrás entraron en la meta Bouzán y Martín, a los que solo les había faltado ese chispazo final, y completaron el podio los lusos Ramalho y Faria. Cerquita de ese top3 se quedaron los daneses Pedersen y Rask y quintos Llorens y Plaza.

La euforia mostrada por los tricampeones galos nada más acabar ese emocionante sprint estaba justificado. Cada edición da la sensación de estar más igualada que la anterior.

El resto de campeones

Mientras los franceses festejaban, se sucedió la llegada de otros campeones por el puente de Ribadesella. El joven asturiano Javier Sánchez fue el más rápido en el K1, mientras que la embarcación compuesta por Irati Osa y Arantza Toledo se impuso en el K2 femenino.

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