Lo que ocurre en Argentina enloquece al WPT
Tello-Navarro, fuera de los cuartos de final; tropiezan Sanyo y Belasteguín cuando parecían más fiables. El organizado argentino, contra los jugadores
Las declaraciones de un promotor de torneos de pádel en Sudamérica, de quien hasta ahora se tenía poco conocimiento en España, de nombre Lisandro Borges, ha enrarecido el torneo de Las Rioja (Argentina). Borges ha arremetido contra Ale Galán y un buen número de jugadores destacados que han alegado diversos problemas físicos para no participar en el segundo torneo del año de WPT. Eso sí, este organizador del que ni los propios argentinos mantienen en consideración, despotrica sin aportar ninguna prueba más allá de las especulaciones personales de mal pagador, nada que contradiga a las que presentan los jugadores para no acudir a la cita: hablar por hablar, pero que puede oscurecer lo que está ocurrido en la pista.
Lo que ha ocurrido en la lucha por entrar en los cuartos de final es que Aunsburger y Libaak, de 18 y 17 años respectivamente, han dejado dejado fuera del torneo a Paquito Navarro y Juan Tello en dos sets: 6-4 y 7-5. Esta derrota incide en la herida de la pareja, construida con la idea de ser ganadora y en realidad suma derrota tras derrota. Tiene tanta calidad que torneo tras torneo se espera su irrupción, que no llega. Y por eso ya se le pone plazo de caducidad, porque en este deporte individual que se juega en parejas la paciencia no existe.
No ha sido la única sorpresa, porque Sanyo y Belasteguín, cuando parecían más fiables en un momento de crecimiento, no pasaron a los cuartos ante Bergamaini y Víctor Ruiz, una pareja que desde el final de temporada de 2022 ha cogido una marcha que les mete en la pomada: 7-5 y 6-3.
En el cuadro femenino no hay sorpresas. Llegan a cuartos las mejores del ranking, con Ari Sánchez y Paula Josemaría, y Ale Salazar y Gemma Triay, citándose en la distancia para repetir la final de Abu Dabi, en lo que parece el tercer año consecutivo destinadas a rivalizar por ser las mejores.