Lionel Morales logra su primera victoria en París: el ‘sí quiero’

París, mon amour. El amor está en el aire y nuestros deportistas no son ajenos a ello. El triatleta Lionel Morales y su novia, Jessica Sartori, han protagonizado la escena más romántica de este primer día de Juegos con una pedida de mano. Con la Villa Paralímpica como testigo y muchos de sus compañeros, que inmortalizaron ese momento ya para la eternidad. Todo comenzó como una inocente foto de ambos, pero terminó como si de una película se tratase...

Lionel Morales la cogió de las manos y se arrancó. “Sé que tú estabas esperando este momento para que yo dejara el triatlón, pero no va a poder ser. Mira toda la familia que tengo detrás”, bromeó el deportista para romper el hielo: “Me da miedo salir de casa porque me la cambias entera. También has cambiado mi mundo para mejor y me lo haces muy bonito”. Sin más dilación, se arrodilló, mientas sacaba del bolsillo el anillo.

Los aplausos y la ovación no tuvieron nada que envidiar a los de las medallas. Llegó el esperado “sí, quiero” con abrazo y beso incluido. “Que vivan los novios”, les gritaron e incluso se lo escribieron en una enorme bandera de España. Esa fue la primera gran noticia del día. Más que noticia, notición en los segundos Juegos del canario, que había debutado en Río. De hecho, el deporte tuvo un papel fundamental en su historia de amor. La italiana trabajaba en el hotel donde él entrenaba y tuvo que gestionarle un coche para poder acudir a una competición. Después se siguieron por Instagram y el resto ya es historia. De París 2024.

Lionel Morales (Venezuela, 1973) tiene dos fechas de nacimiento. La primera es la que figura en los documentos oficiales y la segunda data de enero de 1997, cuando su vida cambió por completo. Sufrió un accidente de moto por el que le amputaron una pierna y por el que tuvo que permanecer un par de meses ingresado en el hospital. Él —deportista empedernido— se adentró en el mundo paralímpico y, en su primer triatlón nacional (2014), terminó ocho días en coma por un golpe de calor. No tiró la toalla. Y gracias. Fue séptimo en Río 2016, no pudo ir a Tokio 2020 porque su categoría (PTS2) no estaba en el programa, pero París es otra oportunidad. Otra vida. Ahora, compartida.