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VÓLEY PLAYA

Liliana Fernández regresa a la playa tras su segunda maternidad

Liliana Fernández estrena pareja, Paula Soria, tras media vida con Elsa Baquerizo, con el principal objetivo de competir en París, que serían sus cuartos Juegos Olímpicos.

Las jugadoras de vóley playa españolas Paula Soria y Liliana Fernández
Twitter @VP_Lili_Elsa

Este fin de semana Liliana Fernández (Benidorm, 36) regresa a la competición internacional, en el Torneo de La Paz, en el Pacífico mexicano. Lo hace acompañada de Paula Soria (Orihuela, 30), su nueva pareja tras 125 citas de alto nivel al lado de Elsa Baquerizo, con quien disputó tres Juegos Olímpicos, y ganó una plata y dos bronces europeos en esos catorce años.

Además, su regreso es especial: una de las muy pocas jugadoras de élite con dos hijos. “Lo normal es que se planifique la maternidad para el año después de los Juegos, pero tras los de Tokio había poco margen”, explica Lili, que se quedan en Canarias a “Saul, el mayor, y Oliver, que aún es lactante”, y explica que ella le da el pecho y le ha dejado en el frigorífico “raciones suficientes” hasta que regrese a casa.

Tenía claro que quería seguir jugando hasta París, “pero Elsa se retiró, y cabía la opción de que no encontrase pareja” y lo tuviese que dejar. Con Belén Carro “no hubo acuerdo porque ella quería jugar con Angela Lobato”, pero con Paula sí “aunque cuando se habló no se sabía nada de mi embarazo, y en el fondo me resulta más sencillo con ella, porque no tengo que cambiar ni en defensa (la red) y en la posición en la pista” asegura; con la madrileña Belén sí tendría que recomponerse.

La maternidad sí ha cambiado su manera de seguir en el circuito “porque antes te echabas unos bailes, y ahora te ves hablando de pañales, con Maria Clara Solbert, por ejemplo, que también es madre”, aunque dos hijos, “el club es mucho más restringido”.

Tras la última maternidad recuperar la forma le ha costado un poco más, pero se siente una afortunada cuenta divertida con la sensación de “privilegiada”. “Aunque tenga que madrugar todos los días para conducir cuarenta minutos, durante todo el año, para llegar a la mejor oficina posible, la playa, y con mi hijo cerca gateando”,

Aunque el sistema de clasificación ha cambiado “y para los chicos se ha puesto imposible”, las parejas femeninas encuentran más opciones, “porque con el dominio de brasileñas y estadounidenses se abren más puertas para estar en París 2024, el objetivo deportivo” más allá de disfrutar este año un medio largo que el resta de carrera: “Luego será el tiempo de dejarlo”.