Las regatistas, al alza en The Ocean Race
La edición 2022-23 ha sido la que ha contado con más regatistas femeninas en los 50 años de historia de la regata. Hubo 39, lo que representó el 28% del total de participantes. Es un tercio más que en la anterior edición.
The Ocean Race no solo se compromete a impulsar una mayor igualdad y diversidad dentro del evento y la industria de la vela en general, sino que lo traduce en hechos. The Ocean Race 2022-23 ha sido la edición que ha contado con más regatistas femeninas en los 50 años de historia de la regata. En total, entre los cinco IMOCA que participaron en la vuelta al mundo y los seis VO65 que compitieron en The Ocean Race Sprint Cup, hubo 39 regatistas femeninas, lo que representó el 28% del total de participantes (un tercio más que en la anterior edición de la regata). Se trata de una proporción superior a la de ediciones anteriores y continúa con la tendencia al alza de la presencia de las mujeres en la regata. En 2014-15 el 18% de los participantes fueron mujeres, mientras que en la última edición (2017-18) la cifra ascendió al 21%.
“Hacer que la vela sea más inclusiva es una de las cosas más importantes que podemos llevar a cabo para asegurar el futuro de este deporte. Estamos encantados de contar con un porcentaje récord de competidoras en la regata y de que más mujeres asuman roles tradicionalmente dominados por hombres. Navegamos en el rumbo correcto, pero se necesita hacer más para derribar las barreras y crear caminos en el deporte para las mujeres. Hemos establecido un punto de referencia en la industria al impulsar a más mujeres participantes en el deporte, y a continuación debemos cambiar el rumbo de la diversidad y dejar un legado en el que el deporte sea mucho más accesible para todos”, explicó Richard Brisius, presidente de The Ocean Race.
Aunque es obligatorio que todos los IMOCA tengan al menos una mujer entre los cuatro regatistas que van a bordo, y tres de los diez regatistas de los VO65 deben ser mujeres, el Biotherm superó la cuota, con dos hombres y dos mujeres en tres de las siete etapas: en las 4 y 7, contó con Marie Riou (Francia) y Mariana Lobato (Portugal), y en la 5 estuvieron Amélie Grassi (Francia) y Lobato. El equipo francés de la clase IMOCA contó con una reportera a bordo (OBR) durante varias etapas, al igual que el Team Holcim-PRB, mientras que el Viva México tuvo una reportera a bordo en todas las etapas y el Mirpuri/Trifork Racing Team en la etapa 2. Esto supuso otro récord en la regata, que incluyó solo una OBR femenina en la última edición y dos en la de 2014-15.
The Ocean Race también ha avanzado en la lucha por una mayor igualdad en la vela fuera del agua, y otros roles tradicionalmente dominados por hombres también han incorporado un mayor número de mujeres. Tras experimentar un gran impulso por llevar el equilibrio de género a los roles de oficiales de la regata, la presente edición contó con un número igual de expertos masculinos y femeninos en el jurado, con jueces femeninas en 10 de los 27 paneles de jueces.
La regatista del Holcim-PRB y cofundadora de The Magenta Project, Abby Ehler, destacó que “he participado en cuatro ediciones de esta regata y The Ocean Race 2022-23 ha dado un paso adelante en términos de inclusión. Me he sentido realmente parte de un equipo y no como un gesto simbólico para cumplir una regla. En mi opinión esto dice mucho y muestra que se está produciendo un cambio. Que hombres y mujeres compitan codo con codo en un equipo es algo que se está normalizando: somos uno más, en lugar de la primera o la única. Creo que las reglas sobre la diversidad en la tripulación ayudan a aumentar la participación e inclusión femenina y espero que esto continúe con los caminos y las oportunidades que garanticen que la diversidad de la tripulación se produzca de forma orgánica sin necesidad de que haya una regla”. The Ocean Race fue la primera regata de vuelta del mundo con navegantes femeninas en sus tripulaciones, y en la primera edición en 1973 ya hubo 13 regatistas femeninas. En la edición de 2017-18, la regata introdujo una regla que requería que todos los equipos incluyeran al menos una mujer en su tripulación.