Las parejas se rompen por la exigencia del ranking

Los cambios de parejas en el pádel están rompiendo los principios deportivos de muchos jugadores que siempre han apostado por la mesura y los proyectos. Por ejemplo, Sanyo Gutiérrez, estrenará en el Major de Paris en dos semanas, un nuevo compañero, Víctor Ruiz. Es el cuarto compañero del argentino, que empezó con Paquito Navarro (ahora con Pablo Cardona), luego con Maxi Sánchez (ahora con Capra), hasta ahora con Arroyo, y tras el P2 de Valladolid acaba por enrolarse con Victor Ruiz.

Esto ocurre porque en Madrid Tello y Belasteguin decidieron romper, pero al estar inscritos en Rottedarm y Valladololid, no les quedaba más remedio (en Rotterdam, en el estreno del torneo, frente a Ruiz y Semmler, se ha vuelto a ver la buena cara de Tello, no el errático de este año, con victoria 6-7, 7.6 y 6-1) que aguantar juntos hasta la semana próxima en el Polideportivo Pisuerga, un torneo de calidad que incluso tendrá en Joma la pala oficial: Tello se marcha con Jofre, y Belasteguín con Libaak, que ahora actúa con Victor Ruiz, quien a su vez se marcha con Sanyo.

Sí, un galimatías. En realidad los jugadores bien posicionados en el ranking no quieren salir de los beneficios económicos que proporciona estar en el cuadro final. De ahí que se esté pendiente de dos parejas que pueden anunciar su despedida en las próximas horas: Álex Ruiz (que jugará con Arroyo) y Javi Garrido (ya en octavos en Rotterdam), que estaban en los rumores tras Madrid, y ahora también Bergamini y Juanlu Esbri, la pareja revelación en el WiZink Center, semifinalista.

Otra dupla señalada es la de Nieto y Sanz, pero es complicado que puedan mejorar en el ranking con otros compañeros, y además se entienden, juegan bien, y sus desencuentros reales pasaron la final de la temporada anterior más que ahora. Pues bien, siguen juntos.

A la espera de acontecimientos queda Jose García Diestro, que no tiene pareja para París. Arroyo era una opción para él; otra, Esbrí; al final el elegido en Javi García. Pero todo esto es pronosticar 24 horas antes de que ocurra. La realidad siempre es más simple, y muchas veces hasta más interesada.

En el cuadro femenino pasa igual, pero lo más señalado para París viene a consecuencia de lesiones: las de Bea González y Alejandra Alonso, dos jugadoras de revés. Por ello, Delfi Brea (compañera de Bea) se pasa a la izquierda para jugar con Andrea Ustero, que cambia también circunstancialmente a la vallisoletana, lo que está haciendo Claudia Jensen hasta que llegue Tamara Icardo, ya en París.

Marta Marrero tiene claro que los cambios no son la solución, que al margen de las lesiones, habría que arbitrar algún reglamento: “Permitir dos cambios al año por temas deportivos me parece más justo”.