Las Palmas entera empuja al Guaguas a agrandar su historia

Sergio Camarero (56), exjugador y ahora entrenador del Guaguas, lo resume en una frase: “Ahora mismo mi misión es no molestar al equipo”. Lo dice en la víspera de la ida de cuartos de final el jueves en el Centro Insular de Deportes (18:30, hora canaria, LaLiga) ante el Ziraat de Ankara, que llegó el lunes para preparar con detalle el encuentro, y con una expedición de treinta personas. “Ellos tienen un presupuesto de ocho millones de euros, y nosotros de 1,6 millones”, señala Sergio, quien explica la frase inicial: “Ganamos la Copa del Rey el domingo, ¿y tú crees que lo celebraron por la noche los jugadores? Todos a descansar, a cumplir con los protocolos oficiales del lunes, y a pensar en el partido de este jueves. Cuando tienes una plantilla tan involucrada como esta, lo mejor es dar un paso al lado e intervenir cuando se necesita”.

Camarero tiene claro que el Guaguas “ha ido a más cada partido, desde que empezó en la fase previa de la Champions hasta ahora”, y aunque si se repasa la plantilla turca, con jugadores como el cubano Camejo (2,07), el estadounidense Anderson (2,04), el argentino Vicentín (1,96), los tulipanes Tuinstra y Ter Maat, de más de dos metros, impresiona, el canario piensa que “por qué no vamos a poder, por qué el Guaguas que es un bloque, una familia unida, que hace voleibol de alto nivel, no va a tener la esperanza de estar en las seminales”, y tiene claro que “el jueves es el primer paso para estar entre los cuatro mejores de Europa” arropado por una afición que ha ido creciendo casi cada semana hasta hacerse notar allá donde viaja el equipo.

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No es sólo por el Guaguas, “es por el voleibol español, porque hay muchos equipos que están trabajando duro por recuperar el espacio de que debe tener este deporte, equipos como el Unicaja de Almería, el Soria, el Teruel, Melilla, Manacor, todos” apunta el entrenador del Guaguas que tiene claro que el espectáculo de la Copa del Rey en Leganés le anima a ser optimista: “Una sala de cinco mil espectadores llena, aficiones de todos los equipos desplazadas, camisetas que se comprar en las tiendas. Es el camino”.

Para el partido del jueves Camarero tiene alguna queja, como tener que dedicar el martes “a una sesión de balón porque en España se juega con el balón Molten, y en Europa con Mikasa, que es más liviano, y los jugadores necesitan recuperar el tacto para la recepción, la colocación y el remate, que a estos niveles sí se nota mucho”.

Se señala al saque como fundamental, y el técnico lo tiene claro: “Nosotros entrenamos con máquinas que ponen el balón a 115 kilómetros por hora, que casi no se ve cuando llega a la recepción, que se reacciona por reflejos. Pues bien, en la Copa del Rey se midió a un par de jugadores nuestros saques a 112 y 113 kilómetros por hora, Estamos ahí”. No quiere hablar de nombres, “porque no hay ninguno que no esté por encima de lo que se esperaba. Todos se han revalorizado2, y pone el ejemplo de Zonca “de una gran generación de italianos, pero que no estaba destacando. Pues ahora tiene ofertas de todos los equipos de su país”.